Un cartel de venta visto y no visto. Un precio de 600.000 euros y un supuesto capital extranjero interesado en las Aceñas de Olivares de Zamora. El Ayuntamiento de Zamora se ha apresurado a aclarar la circunstancia legal de este enclave del río Duero y uno de los puntos estrella de visitantes a la capital.
El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, convocaba esta misma mañana a los medios de comunicación para detallar la titularidad y uso de este espacio a orillas del río Duero y remarcaba la ilegalidad de su venta, en caso de consumarse el anuncio realizado en una inmobiliaria de la capital. Guarido ha hecho un repaso del proceso histórico del registro y propiedad de las Aceñas de Olivares, para concluir que no sería posible su venta, puesto que este espacio es "inalienable, imprescriptible e inembargable" como bien de interés de dominio público, según la Ley de Aguas una vez ha finalizado su uso para el aprovechamiento hidráulico para el que fue concebido y cuya propiedad recae en la Confederación Hidrográfica de Duero.
Guarido ha relatado lo que considera una "historia de negligencia y pillería de una sociedad caciquil". Según la documentación y registros consultados por el Consistorio zamorano, en 1978, la Comunidad de Regantes del Canal Valbueno, cuyo miembro principal es Leche Gaza, adquiría las cuatro casetas que componen las Aceñas. No fue hasta el año 2017 cuando, según recoge Guarido, esa Comunidad de Regantes, transformada en Comunidad de Bienes Aceñas de Olivares, habría realizado "una autoventa" de las Aceñas de Olivares, donde la Comunidad de Regantes (representada por José Luis Calvo Rosón) habría vendido el espacio a la de Bienes (representada por Fernando Calderón Hernández) por 1.000 euros, "siendo estos los mismos, ya que ambos particulares y Leche Gaza formaban parte de ambas comunidades". Apuntilla el alcalde que, por aquel entonces se detallaba que estas "estaban derruidas y los nuevos propietarios acometerían una reforma", pese a que el Consistorio ya había realizado una reforma previa para su uso turístico. Una circunstancia que para el Ayuntamiento de Zamora constituye "una venta absolutamente ilegal y fraudulenta". Mismos titulares que ahora han puesto a la venta por 600.000 euros las cuatro casetas que componen las Aceñas de Olivares. Una cuantía que también fue ofrecida al Ayuntamiento de Zamora en 2019 para que comprara las Aceñas, "poco antes de la reconversión en comunidad de bienes, pero que rechazamos", indica Guarido.
"Negligencia de su verdadero propietario"
Francisco Guarido denuncia que el Ayuntamiento ya puso en conocimiento de la CHD esta "autoventa" de las Aceñas, donde el propio concejal de Turismo, Christoph Strieder acudió a la sede de Madrid para explicar el caso, "pero la CHD ha mirado para otro lado", matiza el alcalde de Zamora. Por ello, el propio Consistorio iniciaba un expediente para aclarar la titularidad del espacio, en el que concluyeron que "el hecho de que alguien registre una propiedad no le hace dueño de la misma".
Y es que, la propia CHD sí respondía al Ayuntamiento de Zamora sobre una circunstancia prácticamente calcada respecto a la titularidad de las Aceñas de Gijón. En este caso, un particular denunciaba la titularidad de las mismas y la CHD rechazaba dicha pretensión alegando que este espacio es "un bien de dominio público al extinguirse el derecho concesional para su explotación y, por tanto, este revertirá al Estado de forma gratuita y libre de cargas". Un precepto que, para Guarido, sería igualmente aplicable a las Aceñas de Olivares y por tanto, por el cual la CHD debería reclamar su propiedad y finalizar esta polémica, porque es un "verdadero acto de negligencia". En su día, los técnicos del Ayuntamiento también concluían que la propiedad de las mismas era de la Confederación Hidrográfica del Duero, "por mucha historia y contratos de compraventa que tenga detrás".
Una polémica que podría acabar en los Juzgados
En 1998, el Ayuntamiento de Zamora, liderado por entonces por Antonio Vázquez, firmaba un acuerdo de concesión con la comunidad de regantes Valbueno, "que aún tenía los derechos de uso para aprovechamiento hidráulico", para poder utilizar fondos europeos para su rehabilitación. Un millón y medio de euros para poner en valor el espacio y usarlo como bien recreativo y turístico para la ciudad. Un convenio que se renovaba en 2003 y que tiene como fecha de caducidad 2028, y con el que el Ayuntamiento podría parapetarse sí finalmente el inmueble acabara en manos privadas que quisieran utilizar las Aceñas de Olivares para construir o establecer un negocio.
Pese a eso, el Consistorio zamorano volvía a apelar a la Confederación Hidrográfica del Duero para que fuera ella misma (como propietaria del lugar) la que estableciera un convenio de uso recreativo con el Ayuntamiento de forma indefinida, y que "diera por fin legalidad a la titularidad de las Aceñas", remarca Guarido. Y es que el alcalde de Zamora espera dar con una solución a esta problemática legal, si bien ha desvelado que, de no obtener contestación de la CHD, "nos veríamos obligados a sustituir a la Confederación en sus funciones y llevar el asunto al Juzgado". Guarido explica que, la ley ampara que cuando una institución "no está haciendo su labor como propietario", otra entidad o un particular puede llevar el asunto ante la justicia.