Esta mañana ha tenido lugar la instalación del nuevo monumento en forma de Cruz del escultor José Luis Alonso Coomonte en el Cementerio municipal, después de que haya sido necesaria la retirada de la anterior cruz por su mal estado y riesgo de derrumbe. Se trata de una cruz metálica de seis metros de altura y 700 kilos de peso, reforzada en su base y cuatro lágrimas de cristal en el crucero sobre elementos de forja.
No se trata realmente de una nueva cruz, sino la sustitución de la que ya existía y que tuvo que ser derribada hace meses por motivos de seguridad ya que se encontraba en estado deplorable, y que se ha encargado a un escultor zamorano de reconocido prestigio, como es Coomonte, con un presupuesto de 18.000 euros. El acto de colocación, sobre la misma base granítica de la anterior, ha tenido lugar esta mañana y ha contado con la presencia del alcalde, Francisco Guarido, la concejala del Cementerio, Carmen Turiel, y el propio escultor.
El alcalde ha querido responder a algunas opiniones vertidas recientemente en las redes sociales sobre la representatividad de este monumentos, asegurando que la nueva instalación representa "lo que es, una obra de arte puesta en un sitio como es el cementerio, que es un sitio de todos los zamoranos porque, tarde o temprano, todos acabaremos aquí". Guarido afirmó que esta instalación no tiene ningún significado parcial sino que es un acto de absoluto respeto y tolerancia que tiene el equipo de gobierno municipal por todas las ideologías y todas las creencias, "y eso lo dice un alcalde que se considera agnóstico pero que debe gobernar para todos".
De hecho, el propio Cementerio Municipal es un ejemplo de ello, porque también se han construido tumbas para los que profesan la religión musulmana, se va a reformar próximamente el Osario donde se instalará algún elemento simbólico que represente el daño que sufrieron los fusilados de la guerra civil, existe un "rincón blanco" para la inhumación de los restos de nonatos, y se ha rehabilitado el retablo de la capilla que se encontraba muy afectado por la carcoma. Por todo ello el alcalde considera que "este es el Cementerio de todos, el equipo de gobierno de todos; por lo que no se excluye a nadie y hay que dar ejemplo de tolerancia, de respeto y de armonía, que es el sentido final de lo que significa esta cruz".
El propio escultor considera que no debe considerarse un elemento estrictamente religioso porque "todas las cruces son de los ausentes, de todos los ausentes, sean cristianos o no sean cristianos", como sucede también en las tumbas donde en muchas ocasiones están enterradas personas no creyentes. Para el propio Coomonte, que ha realizado muchas cruces a lo largo de su dilatada vida, es también un elemento escultórico que representa la verticalidad en el espacio, propia del estilo gótico y la horizontalidad del románico "y aquí la cruz nos representa a todos, sin revancha de ningún tipo, porque aquí somos todos iguales".
Y sobre el cambio de elementos del hormigón al hierro, Coomonte aseguró que era absolutamente necesario sustituir la cruz anterior, que era de hormigón, porque con la humedad las varillas de la estructura interior se habían oxidado y algunas se rompieron; tal como le ha sucedido a él mismo con algunas esculturas realizadas también en hormigón, como "la sirena varada" instalada bajo un puente en Madrid, y dos desnudos "que se me han roto, por lo que tendré que hacerlos de nuevo".