Amparo Barayón contaba apenas 32 años cuando fue fusilada en las tapias del Cementerio de San Atilano de Zamora, tras increpar al gobernador Raimundo Hernández Comes como responsable del traslado de su hermano Antonio de la cárcel de Toro a la de Zamora con órdenes de ejecución extrajudicial. Tras este hecho fue detenida ese mismo día y encarcelada junto con su hija Andrea en la prisión de Zamora el 29 de agosto de 1936. Finalmente, fue asesinada en las tapias del cementerio de la capital, donde hoy se le ha rendido un sentido homenaje.
En un acto promovido por la Agrupación de Pensionistas del sindicato CC.OO. de Asturias, se ha recordado la figura de esta pianista, activista anarquista, republicana, socialista y feminista española. Esta zamorana formó parte de la comisión organizadora de la Asociación Musical de Zamora. Se presentó y aprobó las oposiciones en Telefónica trabajando como comercial de ventas en Zamora, pero perdió su empleo por participar en la Huelga de la Telefónica de 1931.
Una treintena de personas pertenecientes a esta agrupación sindical, entre ellas el responsable de Memoria Histórica y Actividad Cultural de CC.OO en Oviedo, José García; y la representante de mujeres en la ejecutiva de la Asociación de Pensionistas de Asturias, Esther Menéndez, han acudido a San Atilano con el alcalde de Zamora, Francisco Guarido para recordar y honrar la memoria de esta zamorana asesinada por el Bando Nacional a los pocos meses del estallido de la Guerra Civil.