Rizo Tattoo echa el cierre. Así lo anunciado su gerente Lorena San Román a través de sus redes sociales. Tras seis años de actividad, la benaventana baja la persiana a su negocio en la plaza Santa Ana. La tatuadora espera que esta decisión solo sea "un hasta pronto" y agradece a sus clientes "tantas historias compartidas y momentos vividos. Habéis tatuado mi alma".

Lorena San Román no solo mantenía un negocio en la capital, sino que su carácter altruista le había llevado a tatuar de forma solidaria y gratuita a las mujeres que hubieran sufrido un cáncer de mama. La benaventana realizaba sin coste el tatuaje a sus aureolas una vez finalizado su proceso de reconstrucción de mama. Sin duda un gesto que la honra y que a buen seguro sus "valquirias", como ella las llamaba le agradecerán de por vida.