Las vacunaciones contra la COVID-19 están resultando efectivas contra los síntomas más graves de la enfermedad en los pacientes de todo el mundo. Pero la variante Ómicron ha llegado para poner en jaque el aguante de la Atención Primaria, comienza a afectar ya a los hospitales y, lo peor de todo, se cobra vidas pese a la protección vacunal. Tal es el nivel de contagios hoy en día, que las incidencias han vuelto a dispararse y, territorios como Zamora han pasado de tener datos de la conocida como nueva normalidad, con un riesgo bajo, a volver a contabilizar centenares de contagios y, por desgracia, nuevas muertes.
De hecho, antes de la llegada de Ómicron, la provincia llevaba desde abril de 2021 contabilizando apenas un fallecimiento a la semana. Es más, desde el 2 de junio y hasta el 24 de ese mismo mes, Zamora no perdió ni una sola vida a causa del coronavirus. Pero es que después de esa fecha, todavía habría que esperar un mes más, concretamente hasta el 25 de julio de 2021 para volver a lamentar un nuevo fallecimiento en el Hospital Virgen de la Concha por esta causa. La provincia había reducido drásticamente la mortalidad por coronavirus gracias a una intensa campaña de vacunación, donde con la llegada del curso escolar más de 85% de la población zamorana mayor de 12 años contaba, al menos, con una dosis de la vacuna. Los fríos datos nos indican que de abril a septiembre de 2021 apenas fallecieron 48 personas en Zamora, es decir, ocho muertes por mes de media.
Pero llegaba el final del mes de noviembre y España declaraba la llegada de la variante Ómicron al país. Solo unos días más tarde, un 16 de diciembre, Castilla y León detectaba los primeros casos de esta variante entre los pacientes y la sexta ola comenzaba su camino. Una ola que en Zamora ha provocado que solo en el mes de diciembre se hayan contagiado 9.275 ciudadanos de la provincia. Solo dos meses antes y en el mismo periodo de tiempo (octubre concretamente), Sanidad había detectado solo 91 contagios nuevos en Zamora. Es decir, que con apenas dos meses de diferencia, la provincia multiplicaba nada menos que por cien sus positivos de COVID, que coinciden con las primeras comunicaciones de la llegada de Ómicron al territorio.
Una sexta ola provocada por la variante Ómicron inegablemente contagiosa, si bien, originaba muchísimas menos hospitalizaciones en el Complejo Asistencial. Es más, la Unidad de Críticos del Hospital Virgen de la Concha había permanecido sin un solo paciente COVID desde el 6 de octubre hasta el 24 de noviembre de 2021. Casi dos meses sin recibir ningún paciente grave en la UCI, y antes de eso, hay que remontarse a los meses de agosto y julio para observar más de dos ingresados en la Unidad de Críticos. Pero siguiendo la estela del brutal aumento de contagios, a partir de finales de noviembre, los pacientes críticos comenzaban a aumentar en el Virgen de la Concha hasta los cuatro o cinco que se notifican en este mes de enero.
Más fallecidos que en las mismas fechas de 2020
Pero sin duda el dato más doloroso y alarmante de esta sexta ola del coronavirus viene de la mano de los fallecimientos. Si el elevado número de contagios ya resulta preocupante, aunque, como hemos visto, la mayor parte de los casos presentan síntomas leves que no requieren hospitalización, tal está siendo la reproducción del virus, que las muertes han vuelto al Complejo Asistencial de Zamora e, incluso, a las residencias.
Como decíamos, en los meses de primavera y verano, los fallecimientos por COVID no alcanzaban el medio centenar, pero, solo en los últimos treinta días han fallecido ya 13 zamoranos, de los cuales, la mitad se han notificado en los últimos siete días. Un crecimiento de la mortalidad impactante, ya que en la última semana han fallecido más personas que, por ejemplo, en los pasados meses de octubre y noviembre juntos, donde se notificaban dos muertes por COVID por cada mes (cuatro por 60 días). Es más, si nos remontamos a las mismas fechas de 2020, en Zamora estaban muriendo un menor número de pacientes en el Hospital Virgen de la Concha que ahora. Del 6 al 13 de enero de 2021, Sanidad notificaba el fallecimiento de cuatro pacientes, frente a los seis de estas mismas fechas en 2022.
Una mortalidad que ha llegado hasta los espacios más protegidos por los servicios sanitarios y sociales: las residencias. Pese al protocolo especial que finaliza esta semana y los residentes vacunados de la tercera dosis desde hace meses, lamentablemente, el pasado martes una residencia de Zamora comunicaba el primer fallecimiento en el ámbito residencial desde el 10 de septiembre.