Carnicerías Pascualín cierra hoy mismo los dos establecimientos que mantenía en la calle San Andrés de Zamora, y en la calle Barrero de Monfarracinos. Este negocio familiar mantendrá solo su establecimiento en su localidad de origen: Tábara. "Queremos agradecer a todos los clientes que habéis confiado en nosotros y en nuestros productos y, como no, a todos los empleados que han hecho posible que los establecimientos hayan funcionado hasta el último día", indicaban en un comunicado.
La historia de esta empresa comienza los años 50, cuando Manuel Ballesteros Gutiérrez funda la carnicería Pascualín en Tábara ofreciendo productos de primera calidad de la provincia de Zamora. Su hijo, José Manuel Ballesteros fue ampliando la zona de venta y los clientes, y actualmente, la tercera generación de la empresa, formada por José Manuel y Ricardo Ballesteros, se lanzaron a ampliar el negocio con la apertura de estas dos tiendas en Zamora capital y Monfarracinos en 2016, que hoy, desgraciadamente, dicen adiós.