El Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración de tres edificios de Puebla de Sanabria como Bienes de Interés Cultural con categoría de Monumento. Se trata de la iglesia de Santa María del Azogue, del Castillo de los Condes de Benavente y del edificio que alberga el Ayuntamiento de esta localidad. Con estas declaraciones se resuelven los expedientes incoados en 1983.

En estas declaraciones de Bien de Interés Cultural se delimitan, asimismo, unos entornos de protección en cada uno de los casos, como medida que evite cualquier intervención que pueda alterar los valores que concurren en cada uno de dichos monumentos.

Iglesia de Santa María del Azogue

El templo se sitúa en lo más alto de la villa de Puebla de Sanabria, como representación del poder eclesiástico. Preside el espacio de la Plaza Mayor junto a otros edificios de interés cultural, como el Ayuntamiento o el Castillo. La iglesia es una mezcla de estilos, fruto de las numerosas reformas sufridas desde el siglo XII a la actualidad. La fábrica es de buena sillería de granito y cubierta de pizarra a dos aguas. El edificio presenta planta de cruz latina con cabecera poligonal reforzada con contrafuertes y crucero con bóvedas de crucería, torre esquinada, sacristía, camarín y otras estancias. De la fábrica más antigua románica solo queda la caja de muros de la nave con sus dos portadas, aunque su máximo interés radica en el hastial occidental en la que se adosó una esbelta torre barroca.

La fachada sur es sencilla; consta de triple arquivolta de medio punto, abocinadas sobre jambas. La fachada de poniente es la más llamativa e interesante dentro de su sencillez. Presenta una puerta centrada precedida de cuatro peldaños, formada por cuatro arquivoltas con arco de medio punto ligeramente apuntado, con decoración de bolas la más exterior. Estas arquivoltas descansan sobre columnas con capiteles decorados de forma variada.

Castillo de los Condes de Benavente

Construido a mediados del siglo XV por el cuarto conde de Benavente, Rodrigo Alonso de Pimentel y María Pacheco, está situado en lo alto del promontorio rocoso desde el que domina la población de Puebla de Sanabria. Por su ubicación y proximidad con la frontera de Portugal, con amplio dominio del valle en el que se encuentran el río Castro y el Tera, paso obligado, camino y vereda real que enlazaban Castilla y Galicia, el castillo ha tenido una gran importancia estratégica a lo largo de la historia.

Representación del poder civil, cierra y domina el espacio más septentrional del núcleo urbano primitivo. Para algunos estudiosos, el actual edificio se levanta sobre una fortaleza plenomedieval, de la que quedan algunos vestigios en las bases de sus muros, si bien su construcción se lleva a cabo entre los años 1455 y 1499, siendo parte del Señorío de los Pimentel, condes de Benavente.

Todo el perímetro está recorrido por un potente cuerpo almenado, al que se accede por varios puntos desde el adarve interior. Asimismo, todo el recinto está recorrido por saeteras de orbe y cruz y troneras con derrame interno.

En el centro del recinto se alza la torre del homenaje, conocida popularmente como Torre del Macho, de planta cuadrada, con una altura de 23 metros. El adarve presenta cuatro balcones apoyados, como el recinto exterior, sobre matacanes.

Actualmente el Castillo es propiedad del Ayuntamiento de Puebla de Sanabria. Las intervenciones arquitectónicas que han tenido lugar en los últimos años han recuperado y adecuado el edificio para diversos usos culturales acordes con las necesidades actuales de la población -biblioteca, salas de conferencias y exposiciones, así como centro de interpretación- por lo que, sin perder sus valores históricos y arquitectónicos, el monumento se integra perfectamente en la memoria e identidad de la población actual.

Ayuntamiento

El edificio que alberga el Ayuntamiento de la localidad se encuentra ubicado en la Plaza Mayor de la villa y conforma un espacio patrimonial de gran interés, junto a otros bienes de interés cultural como la Iglesia de Santa María del Azogue y el Castillo.

Se trata de un singular ejemplo de arquitectura civil que sigue los modelos de casa consistorial desarrollados desde la época de los Reyes Católicos. De planta rectangular, presenta dos alturas en la fachada principal hacia la Plaza Mayor y media planta más en las fachadas laterales para ajustarse a la fuerte pendiente de la Rúa en su descenso hacia el núcleo de la villa.

El edificio está construido en mampostería, reservando los sillares en los refuerzos de ángulos y esquinas y especialmente en la fachada principal, caracterizada por un granito más claro que produce contraste cromático con el resto.

La fachada presenta un orden armónico siguiendo cánones clasicistas, con un porche en la planta baja en el que se abren tres amplios arcos de medio punto y columnas dóricas; sobre él, repitiendo el esquema y delimitado por una amplia moldura, se sitúa una galería porticada con cuatro arcos.

Los extremos de la fachada se rematan con torrecillas gemelas de tres cuerpos separados por impostas y remarcados los paños ciegos, rematando el conjunto con chapiteles piramidales y bolas. La cubierta es de pizarra de lajas irregulares, a la manera tradicional.