Comisiones Obreras ha conseguido sacar adelante la reclamación de los trabajadores de la Gerencia Territorial de Servicios Sociales de Zamora que trabajan en residencias de mayores, para que se considere el contagio de coronavirus como accidente laboral, tras haber sufrido esta circunstancia "durante los peores momentos de la pandemia".
Los servicios jurídicos de CCOO informan de que la Seguridad Social "se negaba a reconocer el contagio de COVID en las residencias durante el confinamiento como enfermedad profesional", y ahora han logrado el cambio de esta consideración. En Zamora, la Gerencia de Servicios Sociales cuenta con tres centros sociosanitarios donde se vivió esta situación: el Centro de Atención a personas con discapacidad Virgen del Yermo y la Residencia de personas mayores Los Tres Árboles en la ciudad de Zamora y la Residencia de personas mayores Los Valles en Benavente. En total, estos centros cuentan con más de 500 plazas y casi 400 trabajadores. Y sobre estos centros, los Servicios Jurídicos de CCOO reclamaban que los índices de contagio entre el personal de estos centros "fue muy superior al de la población normal y mayor aún en el caso de los colectivos profesionales que tuvieron que prestar una atención directa y personal a las personas residentes". Algo que ahora queda recogido en la sentencia a favor del sindicato. Y es que este riesgo específico "ya estaba recogido" en la normativa del estado de alarma para los trabajadores Sanitario y sociosanitarios y la sentencia viene a incidir también en la alta tasa de contagios en estos centros, "así como en la falta de medidas de seguridad frente a la transmisión de la enfermedad". Igualmente el abogado de CCOO argumentó también que las posibilidades de contagio en esos momentos se veían restringidas de forma drástica, "al no poder realizarse otras actividades públicas que no fuesen el trabajo o el desplazamiento al mismo".
Varios trabajadores de estos centros, afiliados a CCOO, que sufrieron la COVID en esos primeros meses de 2020, y en algunos casos también sus secuelas, reclamaron a la Seguridad Social que su enfermedad fuese considerada enfermedad profesional, derivada de un accidente laboral, y ante la negativa de esta administración se acudía a los Juzgados para ganar este reconocimiento, que ahora se reconoce.