El bar Tupinamba, más conocido como La Casa de los Callos de Zamora, ha cerrado sus puertas y se ofrece para un traspaso o para alquilar. El local más mítico de la capital zamorana para degustar este delicioso plato de casquería ha dejado huérfanos de callos a los vecinos y visitantes de la ciudad.
El local era especialista en callos, morro, lengua o cortezas, y no eran pocos los zamoranos aficionados a acudir a comer sus tapas cuando se iban de pinchos. Ahora solo queda esperar si alguien quiere coger el testigo de este conocido negocio zamorano, que a buen seguro va a ser añorado por sus vecinos.