La huelga indefinida en la fábrica de Siro en Toro ha logrado paralizar la actividad productiva en la empresa galletera. La primera jornada de ayer era secundada prácticamente por el 100% de la plantilla, y la fábrica apenas se quedaba con dos trabajadores (uno de mantenimiento y otro en recepción) para los tres turnos de trabajo. Unos servicios mínimos que se cumplieron sin indicentes, mientras que el resto de la producción quedaba completamente paralizada.
Un apoyo masivo a la huelga convocada por el comité de empresa a causa de las condiciones que el Grupo Cerealto Siro Foods quiere imponer con su plan de viabilidad y por el que los sindicatos se levantaron de la mesa de negociación. Pero esta misma mañana, la empresa ha reaccionado al masivo paro de sus trabajadores en Toro y ha convocado a todos los comités de empresa de Castilla y León a una reunión este mismo martes en el Serla (Servicio Regional de Relaciones Laborales).
A él acudirá el comité de Zamora con la idea firme de reclamar un acuerdo definitivo sobre los convenios aún por cerrar de 2020 y 21, y que la empresa abra una negociación "sin chantajes", como los que consideran que han ocurrido sobre la reincorporación de diez trabajadores despedidos recientemente. Algo que la presidenta del comité de empresa de Toro, María Jesús de la Iglesia recuerda se utilizaron primero como "represalia", y luego "como moneda de cambio para que el Comité de Empresa volviera a la mesa de negociación y accediera a negociar sus propuestas unilaterales".
De no conseguir un acuerdo, los trabajadores de Siro continuarán en su parón indefinido, manteniendo las protestas diarias a las puertas de la fábrica galletera en Toro.