Y así llega el final. Dos años ha tardado la Semana Santa de Zamora en volver a las calles de la capital y la provincia, pero zamoranos y visitantes han recibido su regreso con entrega, devoción y hoy sí, alegría, por volver a ver la imagen del Cristo Resucitado al encuentro de la Virgen de la Alegría, que pone fin a la Pasión zamorana.
Finalizan días de dolor, silencio, recogimiento y recuerdo por los que se fueron a causa del COVID y que han estado en nuestro corazón estos días tan especiales. Todo en una ciudad que hemos vuelto a contemplar una viva, llena de luz y alegría por volver a ver la Semana Santa en las calles. Con ello también finaliza el ayuno cuaresmal y la prohibición de comer carne de días atrás. Y en Zamora se ha encontrado la mejor forma: con el 'Dos y pingada'. Dos huevos fritos, dos o tres magras de cerdo pasadas por la sartén y pan. Una receta simple y austera como la Semana Santa de Zamora que hace de este plato típico de Zamora uno de los grandes manjares para este Domingo de Resurrección.
Y es que ya lo decía el Romancero de Zamora:
Ya resucitó el Señor
y repican las campanas.
Prepara el almuerzo, chica,
y fríe dos y pingada
Una receta típica de la gastronomía zamorana de Semana Santa que tradicionalmente comían los vecinos del Barrio de La Horta y, que ahora, se ha extendido a toda una ciudad entera, que sirven este Domingo de Resurrección como parte de la tradición semanasantera. El plato puede incluir carne de cerdo procedente de la matanza como el jamón, chorizo o morcilla.
Todo un manjar para el paladar en el que es importante la compañía, por ello, después de la procesión del Encuentro, bares y restaurantes de la ciudad realizan miles de platos de este 'dos y pingada'. Con ello, se pone un delicioso punto y final a la Semana Santa más deseada por los zamoranos y que este año sí, ha podido ser una realidad. Ahora Zamora vuelve a su rutina, pero con el buen sabor de boca (literal y figurado) de haber vivido de vuelta su Pasión 2022.