La procesión del Viernes Santo de madrugada ha sido, sin duda, la más accidentada de esta Semana Santa en Zamora. El recorrido ya comenzaba con el susto por el vaivén del grupo de Jesús camino del calvario (Cinco de Copas) y a la vuelta del descanso en la avenida Tres Cruces, la situación se complicaba con un cable de una caseta en la calle Santa Clara que dificultó el paso de la Elevación. Problemas que fueron alargando más de lo habitual la duración del recorrido y provocando que muchos cofrades se fueran quedando parados lejos de los pasos. Una situación que acabó por provocar escenas de mucho enfado e incluso que algunos hermanos terminaran por increpar a los varas, con intervención policial incluida.

El presidente de la Cofradía Jesús Nazareno vulgo Congregación, José Ignacio Calvo, ha defendido, en declaraciones a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León, la actuación de los varas durante la procesión. Cree que estos obraron correctamente y achaca que algunos pasos desfilaran especialmente juntos a la vuelta de Tres Cruces a que "este año ha bajado la afluencia en 500 personas y, hasta el momento, no sabes con cuántos hermanos van a contar realmente". Calvo explica que la intención fue "no dejar sola a la Virgen de la Soledad" durante el recorrido procesional.

Sobre lo ocurrido con la estructura para la carga del Cinco de Copas, la directiva asegura que "estamos evaluando dónde está el error". Calvo detalla que se baraja que pueda ser un error de planificación o de ejecución, "y cuándo sepamos que pasó se solucionará". El presidente de la Cofradía detalla que otros pasos, como Las Tres Marías, también vieron modificadas sus estructuras con el mismo sistema que el Cinco de copas, "con la misma densidad y tipo de aluminio, y nunca han dado problemas". La semana que viene la Cofradía realizará mediciones y comprobaciones para descubrir que pudo ocurrir con el Cinco de Copas al inicio de la procesión.