Son muchos años de desidia y apatía empresarial en lo que se refiere a lo colectivo en nuestras organizaciones empresariales, de mirar a otro lado porque los empresarios Zamoranos hemos estado ocupados con la prosperidad de nuestras empresas y demás obligaciones y, a la vez, consentido que de las mismas se hayan creado “chiringuitos” sin eficiencia alguna, dilapidadoras del dinero de nuestros impuestos que les inyectan de las instituciones y con regidores de las mismas que le han dado un poder desmesurado a sus secretarios generales, donde son meros alfiles que los mueven en el tablero donde les conviene.

En lo que a mí respecta reconozco el error, creímos muchos que estas cuestiones daban igual, así como otras y aquí tenemos el resultado actual, muchos de nosotros buscando recursos y negocios fuera de Zamora, muchos sufriendo una destrucción económica local sin precedentes, y Zamora, a la cabeza de la despoblación en España y en una agónica situación económica y social.

He aquí, que desde hace cuatro años, unos cientos de empresarios y profesionales, (entre los que yo no me encuentro), las organizaciones empresariales y Caja Rural de Zamora, con un gran acierto, y a los que felicito públicamente, encabezó una asociación llamada Zamora10 para precisamente, unirnos, activarnos, dinamizarnos, implicarnos, presionar (cuando la situación lo requiriese, con las formas adecuadas, pues los empresarios somos gentes de paz) a los poderes públicos, y en resumen, apoyar eso que tanta falta nos hace, el desarrollo de nuestra provincia.

Una vez más, y ya son muchas en la historia empresarial zamorana, nuestros propios representantes y unos pocos, muy pocos empresarios, con las manipulaciones de los secretarios generales de las organizaciones CEOE/Cepyme y Cámara de Comercio e Industria, que olvidaron su mandato profesional, han sido quienes intenten destruir el esfuerzo, ilusiones y ánimo de muchos zamoranos. No hace falta poner nombres y apellidos a la historia, pues todos sabemos quiénes son, pero, lo que, si hace falta de una vez por todas en esta tierra, es hacer que las fechorías tengan su condena. La de la opinión pública mayoritaria empresarial la tienen, de eso estoy seguro, pues las formas, los argumentos y las mentiras, han sido muy evidentes y las razones muy claras y que enumero:

1. Zamora 10 no era su proyecto y lo sabe todo el empresariado de Zamora ya que las ideas y la estructura parte de una masa empresarial importante apoyados en todo momento por Caja Rural de Zamora. Pero ojo, es que su proyecto ni era este ni ninguno, ya qué, de momento los proyectos estratégicos de ambas organizaciones ni están ni se les espera. El fin de mes les llega de todos modos.

2. El coste económico anual del mantenimiento de Zamora 10 que tenían que soportar no les compensaba ya que no eran los líderes del proyecto ni tenían reconocimiento dentro del mismo de ninguna índole, por lo que no les agradaba que les tocasen el “cofre”.

3. Los proyectos que Zamora 10 ha sacado con brillantez adelante los dejaban en evidencia. En cuatro años un importante grupo de empresarios, profesionales y ciudadanos con Caja Rural a la cabeza habían desarrollado y gestionado unos activos que estas organizaciones hoy, ni están preparadas ni tienen ningún ánimo para ello.

4. Como tanto CEOE como Cámara de Comercio viven de las subvenciones públicas, es decir dos sindicatos más al uso, por ello, no se han sentido cómodos en Zamora 10 cuando existían discrepancias con las instituciones o, llegado el caso, tener que ser beligerantes con ellas en defensa de los intereses de los empresarios. Ya saben ese refrán que dice … que no escupas en el plato del que te da de comer ¡!!!!!. Es decir, organizaciones de mansedumbre excelsa en un sector donde, por nuestra condición de empresarios, tenemos la libertad de gestionar libremente nuestros ideales.

Estas son las verdaderas razones de la salida de CEOE y Cámara de Comercio de Zamora 10. Lo demás, mentiras de muy corto recorrido.

La justicia, dignidad y la honradez deberían prevalecer y, el trabajo de tantos no verse estropeado como siempre. El anhelo y deseo por ver retornar y no marchar a nuestros hijos es la mayor motivación, para qué, entre todos, no consentir que una minoría estropee el empuje de este gran esfuerzo.

Ahora llegan, en plena Semana Santa, con poca publicidad, sin ninguna comunicación a los empresarios (justificaran que salió una noticia en los medios de comunicación y que leamos el boletín oficial de la Junta de Castilla y León), las elecciones a la Cámara de Comercio e Industria, ¿cómo es posible que la Junta de Castilla y León permita tanta opacidad?, pareciera, por este proceso al que estamos asistiendo, que de todo eso, muy poquito, ¿tanto interés en realizar un proceso electoral con mentiras y engaños?.

Amigos empresarios Zamoranos, la verdad nos hará libres. Salir de Zamora 10 unilateralmente y sin consensuarlo con la gran mayoría del empresariado de Zamora, esa que participa y dedica tanto tiempo, trabajo y empeño en ello y que ahora se siente ofendida, ha sido una felonía, una falta de respeto al empresariado que dejando familia y ocio participa activamente desde su fundación y su desarrollo. Además, dejar fuera a Caja Rural de Zamora de la representación cameral, con estilismos informales y una falta de respeto absoluta en las formas a lo que representa esa entidad, es la mayor de las traiciones empresariales e institucionales que esta tierra ha cometido en los últimos 50 años y ello, para ponerse los dos Presidentes de CEOE a dedito e incumpliendo normativas y bases electorales. ¿Cómo puede haber tanto desagradecimiento, tanta deslealtad y tanta infamia por parte de nuestros “prestigiosos” representantes de la CEOE/Cepyme, prisioneros, nadie sabe por qué, de su secretario general?

Por supuesto, Caja Rural es hoy la Caja de Zamora, y consentirlo amigos empresarios es una indignidad que nos degrada, no solo a los empresarios, nos degrada a Zamora, como tierra y como pueblo.

Poco más que decir, luego lloramos, criticamos y hablamos en los bares; somos así, pero hoy, este que les habla, un humilde comerciante, hijo, nieto, biznieto y tataranieto de tenderos Zamoranos, orgulloso de los suyos: a mucha honra; harto y asqueado de tanta mediocridad e insidia, ha decidido expresarse libremente y, hablar alto y claro. No soy nadie para valorarme a mí mismo, tengo claro que no estoy preparado para representar a nadie nada más que a mí mismo por eso soy un humilde luchador de trinchera. Pero, por lo menos, me conozco. Cada uno que juegue la liga que le corresponde.

Zamora merece la pena, felicito por ello a muchos, pero quiero que estas palabras sirvan a la reflexión empresarial, a la unidad y a alejar de una vez por todas estas prácticas y a estas personas que solo empeñan y ensucian nuestro imprescindible esfuerzo y trabajo en pro de una Zamora más prospera, justa y solidaria.

Y despedirme haciendo un llamamiento a mis “queridos detractores”, sujetos de lengua larga y espalda ancha y que empezarán a ver en nuestra firmeza su propia insidia. Como buen fajador les permito todo, pero solo pido orden, poneros a la cola y que nos es pequeña …. ¡Ya que da la vuelta a la manzana!