El alcalde de Zamora, Francisco Guarido ha desvelado que se ha sentido "acosado" por el interventor municipal, Francisco Javier López Parada. Una afirmación que el regidor zamorano realiza presentando varias denuncias presentadas por el alto funcionario contra él y que la justicia ha ido desestimando, según aporta el propio alcalde.
Guarido detalla años de procesos judiciales entre él y López Parada, donde este último había acusado al alcalde de Zamora de acoso laboral; si bien, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León confirmaba que no existía tal acoso. En concreto, Guarido comparte una sentencia de mayo de 2022 del TSJ, que confirmaba una Sentencia del Juzgado de Zamora; y la cual indica que el interventor municipal no sufrió acoso laboral de ningún tipo, "tal y como viene denunciando hace años", recuerda el alcalde de Zamora.
Literalmente la sentencia reza que una vez analizados los hechos expuestos por López Parada, "desde la preceptiva que nos da la anterior jurisprudencia concluimos que no cabe apreciar la situación de acoso laboral denunciado. Son múltiples las quejas, recursos y denuncias presentados por el actor contra otros funcionarios del Ayuntamiento y el alcalde, así como también son múltiples las quejas realizadas por determinados funcionarios municipales frente al actor; intercambio de denuncias y quejas que lo que denotan es un tenso y mal clima laboral que no se traduce en una situación de acoso laboral al recurrente".
Una demanda que, según detalla Guarido, el interventor interpuso tras la apertura de un expediente disciplinario "derivado de sus manifestaciones públicas vejatorias para sus compañeros de trabajo y para mí, y que está pendiente de resolver". Y que el TSJ de Castilla y León no ha dado por válida.
El caso Alberto Vega
Sobre el escándalo del caso Raga y la detención del exjefe de Parques y Jardines, Alberto Vega, cabe recordar que el propio alcalde de Zamora desveló a los medios de comunicación que Francisco Javier López Parada había asesorado al exjefe de Parques y Jardines, Alberto Vega cuando pesaba ya sobre él la investigación judicial.
Francisco Guarido lo explicaba a través de sus redes sociales, donde desvelaba que los propios informes de la Policía Judicial UDEV indicaban que "lo relevante para los investigadores no es la relación que pudiera existir entre ambos, sino el hecho de que Alberto Vega recibiera asesoramiento por parte del interventor del Ayuntamiento respecto a determinadas circunstancias que pudieran beneficiarle en la investigación de la que está siendo objeto, teniendo en cuenta que entre las funciones del interventor se encuentra fiscalizar todos los actos del Ayuntamiento que originen gastos...".
Unos indicios de delito por los que el alcalde abrió un expediente disciplinario a Alberto Vega y que este respondió igualmente con otra demanda por vulneración de derechos constitucionales (acoso laboral), que el TSJ también desestimaba y cuya sentencia dice que "debemos desestimar y desestimamos el recurso de apelación por interpuesto por D. Alberto Vega Vicente, frente a la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-administrativo Núm. Uno de Zamora de 13 de noviembre de 2020, debiendo estarse a la parte dispositiva de dicha sentencia en cuanto a la desestimación del recurso contencioso-administrativo interpuesto, todo ello con imposición de las costas de esta segunda instancia a la parte apelante, en la cuantía máxima por todos los conceptos, excepto el Impuesto sobre el Valor Añadido, de 1.000 euros".
"El acosado soy yo"
Por todo esto, Francisco Guarido sentencia que "el acosado soy yo". El alcalde de Zamora justifica que "he tenido motivos" para abrir dichos expedientes disciplinarios, "sufriendo un gran desgaste en lo personal" tras ello. Y añade que "otros también pudieron hacerlo, pero no se atrevieron o miraron para otro lado".
El alcalde de Zamora defiende la necesidad de estas acciones para "intentar evitar para muchos años, la corrupción y las irregularidades administrativas que han hecho perder mucho dinero al Ayuntamiento, que por otra parte intentamos recuperar en los juzgados. O para decirle a alguno, por muy alto cargo que sea, que el alcalde ha de ser respetado en sus decisiones y en su función representativa".
Guarido finaliza su comunicado asegurando que "el deber político es una obligación moral"; y reconoce que "algunos, que nunca imaginamos que tendríamos estas responsabilidades por encargo del pueblo de Zamora, pensamos así".