Que Zamora es la provincia más envejecida de España no es un secreto para nadie. Y ante ese dato negativo y desolador, la Diputación Provincial ha decidido coger esa debilidad y transformarlo en fortaleza. De ahí nace la estrategia Silver Economy, un proyecto integral para convertir la provincia en el epicentro tecnológico de los cuidados a nuestros mayores.
Una iniciativa entusiasta que se suma a la propia estrategia de la Junta de Castilla y León por mejorar la calidad de vida de los mayores en la Comunidad. Y fruto de esta sinergia y colaboración han nacido los primeros andadores inteligentes para ancianos. Creados por el Centro Tecnológico Cartif, de Valladolid, y que se han probado por primera vez en el Centro Residencial de Camarzana de Tera (Zamora).
Pero hasta este momento de la prueba con los primeros usuarios, los andadores inteligentes han tenido su propio camino (valga la redundancia). Este proyecto nace de la mano de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, a través del grupo de Demanda Temprana del Clúster SIVI (Soluciones Innovadoras para la Vida Independiente). Así, la Consejería que dirige curiosamente una zamorana, Isabel Blanco, financiaba, mediante una Compra Pública de Innovación, el desarrollo de los andadores inteligentes, donde Cartif participó en forma de UTE con Asprodes Salamanca.
En declaraciones a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León, responsables de Cartif explican que, aún en fase de desarrollo, los andadores se probaron "por primera vez en Portugal y Francia". Pero ha sido ahora, gracias a una financiación del ICE al DIH de la estrategia Silver Economy, que impulsa la Diputación de Zamora para que las pymes puedan probar tecnología innovadora, que se han realizado estas pruebas con personas internas en la residencia de Camarzana de Tera, subvencionado al 100%.
El sueño de fabricarlos en Zamora
Ambos apoyos a este proyecto, de Junta y de la Diputación Provincial, demuestran como las entidades públicas pueden tener un gran papel en el desarrollo de novedosa tecnología cuyo objetivo, además, es que genere riqueza y desarrollo al propio territorio. Algo vital en una región como esta, donde la falta de industria y oportunidades laborales están haciendo cada día más grande la brecha de la despoblación.
Aunque queda mucho para poder hablar de una fabricación en masa, ya que los andadores siguen en fase de pruebas, responsables de Cartif reconocen que la intención de la empresa es que "se puedan fabricar en Zamora". La empresa vallisoletana quiere devolver de algún modo el apoyo económico llegado desde el gobierno autonómico y cuyo producto surge de la necesidad de soluciones tecnológicas de atención a las muchas personas mayores que viven en el territorio.
Por ello, Cartif trabaja en la dirección en la que este producto pueda "generar una industria y que revierta" en la propia Comunidad. Aunque aún son conscientes de que es un prototipo y necesita continuar con su fase de pruebas, la empresa vallisoletana indica que "es algo que ha surgido fruto de las necesidades de aquí y queremos que sea una oportunidad industrial para Zamora o algún otro punto de Castilla y León".
Y para dar una vuelta más de tuerca, una de sus opciones en mente sería que ese montaje pudieran realizarlo alguno de los centros especiales de empleo de Castilla y León, que son aquellos cuyo objetivo principal es realizar un trabajo productivo, donde su finalidad es asegurar un empleo remunerado y la prestación de servicios para trabajadores con discapacidad. Pretende ser un medio de integración del mayor número de trabajadores con discapacidad al régimen de trabajo normal, y que en Castilla y León dan actualmente trabajo a 5.908 personas con discapacidad.
Sobre este deseo de Cartif, el presidente de la Diputación de Zamora, Francisco Requejo, espera que la candidatura de la institución provincial del Centro de Innovación Digital Silver Economy a la convocatoria de la Comisión Europea que busca promover la transformación digital de las pequeñas y medianas empresas, también sirva para apoyar su posible fabricación en la provincia.
Cartif es socio de este proyecto de innovación tecnológico de Zamora y, de lograr la financiación europea, Requejo cree que podrá ser un lugar idóneo para que tanto Cartif como el Grupo Minsait-Indra puedan desarrollar su I+D+I, "y que esa innovación digital sea una realidad".
¿Cómo funcionan los andadores inteligentes?
La máxima de este andador es proporcionar estabilidad, seguridad y control a los usuarios que los utilicen. La idea es que sirva como "asistente" para las personas que sufren dificultades para caminar, tanto personas mayores o enfermos de algún tipo. Este andador tiene integrado un motor que ayuda en las posibles subidas y contiene el paso en las bajadas frenando, "haciendo el paseo más liviano", indican desde Cartif.
Además, el prototipo contiene una función asistiva inteligente durante la marcha, que detecta cuando el usuario ha podido soltar el andador, para frenar de forma automática y que ayuda a mantener el ritmo durante la marcha. Es más, Cartif está probando también un corrector de la marcha, "que les facilite el camino" para sortear posibles caídas y obstáculos. Igualmente, el andador tiene la capacidad de elevarse o bajarse, por si el usuario necesita apoyo para levantarse o agacharse, como para recoger algo o acudir al servicio.
También en fase de pruebas está su función de geolocalización. En este punto, Cartif quiere ser cauto y no desvelar demasiado del prototipo, pero la idea es que el usuario pueda estar localizado a través de una aplicación móvil; y que incluso si el andador vuelca, o el usuario pulse un botón de auxilio si se ha perdido, se reciba un mensaje de alarma.
Un producto del que estudian sus posibles aplicaciones también en otros usuarios como puedan ser enfermos de esclerosis o para pacientes en recuperación de alguna intervención quirúrgica. La idea de Cartif es que estos prototipos puedan adaptarse a las necesidades de los usuarios.