Elena F. Gordón / ICAL
El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones comentó hoy que el incendio registrado en la Sierra de la Culebra, en Zamora, se mantiene en situación de “estabilización total sin llama” y el operativo trabaja en los puntos calientes y para evitar reproducciones “que ahora ya no son previsibles”.
En la zona, dijo, trabajan ya técnicos del Ministerio de Transición Ecológica y de la Junta para evaluar los daños ambientales y establecer las pautas de un plan de recuperación ambiental que contemple medidas urgentes como la corta de la madera para evitar plagas, la estabilización del terreno para que no se produzcan arrastres o el restablecimiento de infraestructuras como pasos, captaciones o depósitos de agua.
Al plan de estabilización y recuperación medioambiental, recordó en León, donde participó en unas jornadas sobre digitalización, se suma el de reactivación socioeconómica. La Junta, aseguró, está comprometida “en el plan más ambicioso para compensar los daños con mecanismos eficaces, rápidos y suficientes. Tenemos el ejemplo de Navalacruz (Ávila) y aquí no va a ser menos”.
Ante algunas críticas surgidas sobre el operativo y la evolución del fuego, Suárez-Quiñones comentó que “siempre que hay un gran incendio hay que analizar todos los componentes” y dijo entender las reacciones que pueden suscitarse aunque quiso dejar claro que se ha contado con todos los medios del Gobierno de España, de la Junta y de otras comunidades autónomas.
La naturaleza, recordó, no es controlable, y las condiciones de viento, humedad y temperatura condicionaron notablemente las labores de extinción, dado que el operativo no puedo actuar “durante muchas mañanas, tardes y noches”. “El trabajo realizado fue extraordinario y no hubo falta de medios” resumió antes de señalar que “cuando se dio caza al incendio es cuando se pudo trabajar seguido; el sábado por la noche y la mañana del domingo”.
El consejero ya ha solicitado comparecer en las Cortes Autonómicas para hablar del mayor incendio registrado en Castilla y León, con unas 25.000 hectáreas afectadas. “Hay que explicar los datos; porque una cosa son las opiniones y otra cosa son los datos exactos, que es lo que hay que poner encima de la mesa. El daño es grave, el incendio -originado por tormentas eléctricas secas- no se pudo atacar técnicamente de otra manera a como se hizo”, remarcó.
También recordó que Castilla y León cuenta con 5,1 millones de hectáreas forestales, es la comunidad autónoma que más trabajos silvícolas realiza -entre 50.000 y 60.000 hectáreas cada año-.
“Ni el presupuesto de Estados Unidos y de Rusia juntos permitirían dejar los montes de Castilla y León como si fueran un jardín. Eso es inviable. Los trabajos que se hacen permiten crear zonas de seguridad y atajar los lugares más delicados, pero no la limpieza total del monte”, advirtió.
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