Finaliza el segundo turno del III Campus Vino de Toro Caja Rural
Entre las dinámicas de éste destacaron la visita al Museo de la Ciencia de Valladolid, el I Máster Chef edición postres y la visita de la saltadora de altura Raquel Álvarez Polo
22 julio, 2022 21:51Noticias relacionadas
El segundo de los tres turnos que componen esta tercera edición del campamento urbano que organiza el Club Deportivo Vino de Toro Caja Rural finalizó con la visita de la campeona de España de salto de altura Raquel Álvarez Polo, cuyo nombre corona las instalaciones del polideportivo municipal donde se desarrolla el campus.
Lo hizo acompañada de su entrenador, artífice de sus logros deportivos: Enrique Márquez, quien dirigió una master class de salto de altura donde los más pequeños se introdujeron en la carrera, batida, arqueo y paso del listón. Al finalizar la sesión, la atleta obsequió a los más pequeños con unas motivadoras palabras sobre la importancia de perseguir sus sueños y de disfrutar del deporte y el atletismo e hizo entrega de las tradicionales bandas que se vienen entregando a los participantes del campus. Este segundo turno se clausuró con la entrega de diplomas y medallas.
La última de las semanas que compusieron el segundo turno estuvo cargada de actividad, como la visita del Museo de la Ciencia y Planetario de Valladolid, donde los más pequeños pudieron experimentar y aprender sobre los combustibles fósiles y las energías renovables, la importancia del agua para la vida, el cerebro y el sistema nervioso, los sentidos, las matemáticas y el sistema solar.
También participaron en la primera edición de Master Chef postres, donde se convirtieron en maestros de la cocina para deleitar al jurado con apetitosos pasteles. Por supuesto, no pudo faltar la II edición del trofeo social, donde, los seis equipos de artistas circenses se dejaron la piel en la pista para sumar el mayor número posible de puntos gracias a su participación en las pruebas de marcha atlética, lanzamiento de martillo y salto de longitud, para finalizar con un trepidante e interesantísimo relevo.
Todas estas actividades unieron a grandes y pequeños en un alarde de camaradería, trabajo en equipo y compañerismo, valores que, junto al esfuerzo, el respeto y la superación personal imperan por encima de los aprendizajes técnicos que las disciplinas atléticas traen implícitos y que, desde el campus se intentaron inspirar a los más pequeños en los diez días de esta segunda edición.