J. D. S. / ICAL
La Audiencia Provincial de Zamora condenó al exdirector de una sucursal bancaria a un año y once meses de prisión y a seis meses de multa, a razón de una cuota diaria de diez euros, por apropiarse de cerca de 700.000 euros de ocho clientes de edad avanzada.
El condenado dirigió durante cinco años la oficina bancaria en el municipio de Tábara (Zamora) hasta que la denuncia de una clienta afectada destapó el desfalco. “Esa sucursal tenía las cuentas de algunos clientes con los que mantenía una especial confianza profesional, por razón de su cargo en el banco, varios de ellos de avanzada edad y escasa formación”, según recoge la sentencia.
El exdirector calculó que, por esas circunstancias, podría ocultar las retiradas de fondos y se fue apropiando de diferentes sumas, simulando las firmas o, incluso, haciendo “un simple garabato” para justificar los apuntes contables, cuya suma, a lo largo del tiempo, alcanzó la cifra de 681.635 euros.
El dinero retirado era destinado a juegos de azar y, de hecho, la Audiencia Provincial ha considerado como circunstancia atenuante la ludopatía, así como la voluntad de reparación del daño causado, aunque también apunta que las cantidades consignadas por el acusado no alcanzan una suma eficiente para entender que los efectos del daño están siendo disminuidos. Asimismo, le absuelve libremente de los delitos de usurpación de estado civil y de estafa.