Las banderas no son solo la seña de identidad de un país, una provincia o una ciudad. Levantan pasiones, odios, guerras y patriotismos varios. Algunos la llevan con orgullo, otros no tanto. Quienes lo hacen, quizá, no conocen el porqué de sus colores, su forma o sus detalles.
Pero en Zamora, raro es el zamorano que no es capaz de contar el origen de su peculiar bandera, que como las grandes banderas tiene nombre propio: la Seña Bermeja. Una bandera única en España por su composición, y es que está compuesta por nueve tiras sueltas (ocho rojas y una verde), no es una tela enteriza. Y tiene sus motivos.
El origen de la enseña de Zamora reside en el héroe más venerado en la ciudad: Viriato. El gran líder lusitano, que lideró la resistencia a la expansión de Roma en Hispania a mediados del siglo II a. C. en el territorio suroccidental de la Península Ibérica. Conocido como Terror de Roma, hizo frente al imperio durante las Guerras Lusitanas (entre la actual Portugal, Extremadura y Salamanca), en muchas ocasiones, con muchos menos medios materiales y humanos, pero con gran destreza. Y todo, según cuenta su leyenda, siendo inicialmente un pastor que se unió a la resistencia lusitana para finalmente liderarla contra los romanos.
Los relatos detallan que Viriato llevaba una vida tranquila hasta la matanza del pretor Galba contra los lusitanos. Este líder romano hizo reunir a más de 9.000 lusitanos con el pretexto de llegar a un acuerdo de paz y reparto de tierras con ellos. Una vez allí les obligó a entregar las armas y a continuación mandó a sus tropas que los mataran a todos, incluidos mujeres y niños.
Un deleznable hecho que provocó la sublevación de numerosas tribus, que eligieron como su líder a Viriato. Ante la imposibilidad de superar a los romanos en una batalla en campo abierto, Viriato ideó una guerra de guerrillas, utilizando los ataques sorpresa y aprovechando el conocimiento de los terrenos para causar numerosas bajas en el ejército romano.
Es en honor de las victorias de Viriato frente al Imperio romano que se forma la bandera de Zamora. Así, los ocho trozos de tela roja corresponden a las ocho victorias del guerrero lusitano contra los pretores y cónsules romanos. La leyenda cuenta que, cada vez que Viriato ganaba una de esas batallas, el cónsul que iba al frente de la tropa romana vencida le entregaba su vexilla, es decir, el estandarte que servía para identificar a las legiones y las cohortes romanas, como mandaba su tradición. En señal de victoria, el líder lusitano arrancaba un jirón de esa tela para colocarlo en su lanza.
La tira verde
Tendrían que pasar cientos de años para que la Seña Bermeja completara su estado actual. Y fue nada más y nada menos que Fernando el Católico, quien completó la bandera zamorana, allá por marzo de 1476.
Tras ganar la conocida como Batalla de Toro, que se logró gracias a la aportación de los zamoranos en la contienda, el rey se interesó por la curiosa forma de la bandera de Zamora. Tras contarle la leyenda de Viriato, Fernando se quitó una banda verde esmeralda que portaba sobre sus hombros, para añadírsela arriba de los ocho jirones verdes de la Seña Bermeja.
Todo en agradecimiento y reconocimiento a los zamoranos por el auxilio prestado a Fernando e Isabel durante la batalla que enfrentó a los Reyes Católicos y Alfonso V de Portugal y el príncipe Juan de Portugal, durante el transcurso de la guerra de sucesión castellana. Así, Fernando, el Católico, ordenó a su cronista plasmar esta recompensa otorgada en el siguiente texto:
La noble seña sin falta
bermeja de nueve puntas
de esmeralda la más alta
que Viriato puso juntas,
en campo blanco se esmalta.
¿Quién es esa gran señora?
la numantina Zamora
donde el niño se despeña
por dejar libre la enseña
que siempre fue vencedora.
(Gratia Dei)
Confusiones
Pese a que la historia de la Seña Bermeja se fragua entre Lusitania y Peleagonzalo (cerca de Toro), esta bandera no representa oficialmente a toda la provincia de Zamora. Este estandarte es la bandera oficial de la ciudad de Zamora, pero la Diputación Provincial no tiene bandera propia, algo que no suele ser habitual, pero que ocurre en otras provincias como Alicante.
Otra confusión habitual de esta bandera surge por una iniciativa de un comerciante textil zamorano. Durante los años 70, este empresario decidió comercializar la bandera de Zamora unida en una única tela, dejando listas blancas entre las franjas rojas y la verde, para que pudiera ser cortada. Así, con el paso de los años, el uso de esta bandera unida y sin cortar se ha ido extendiendo, si bien, sería un uso incorrecto de la misma.