El ciclismo es un deporte de resistencia, esfuerzo y sobreponerse a las adversidades, y eso es lo que ha hecho el Zamora Enamora en su participación de la Vuelta a Cantabria. Lejos de su mejor nivel y acompañados por el infortunio, poco a poco el equipo se fue rehaciendo para acabar en la tercera y última etapa firmando la mejor actuación. La cara amable de esta semana llegaba con el filial gracias a que Juan María Cuella se llevaba el título de la Copa de Castilla y León Junior.
Iván Rodríguez, hacía balance como director al termino de los tres días: “No siempre salen las cosas como uno quiere, pero no podemos estar contentos con el papel realizado. Es cierto que ha habido un nivel extraordinario en esta Vuelta a Cantabria, quizás el más alto de toda la temporada, lo que ha hecho que se haya ido a un ritmo frenético en todo momento. Pero no vamos a escondernos y es cierto que nosotros no hemos sido capaces de coger el pulso a la carrera. De estas situaciones y fallos también se aprende, yo incluido, así que ahora es momento de, más que nunca, seguir trabajando y ya poner la mente en el siguiente objetivo, que es uno tan importante como la Vuelta a Salamanca”.
Lo cierto es que la carrera cántabra empezaba muy mal para los intereses del equipo, perdiendo a las primeras de cambio al líder, el venezolano David Mendoza. Caídas y averías mecánicas impidieron poder estar con los mejores en el final de la primera jornada con llegada en Maliaño.
El segundo parcial en Vioño tampoco fue mucho mejor, aunque Antonio Barbero sí conseguía rodar en el grupo de los mejores hasta el muro del Cementerio de Salcedo, situado a dos kilómetros de meta, donde ya no podía aguantar ante los ataques de los gallos de la competición. Barbero, que iba a ser la figura más destacada de la formación en tierras cántabras, ponía la buena nueva en el cierre de la vuelta, erigiéndose como protagonista al meterse en la escapada camino de los míticos puertos de El Caracol y La Braguía.
Sin mucho tiempo para lamentarse, los chicos del Globalia Artes Gráficas-Zamora Enamora ya levantan la cabeza y se ilusionan con lo que les llega esta próxima semana: la Vuelta a Salamanca. Una carrera que está marcada en rojo en el calendario de la estructura y en donde seguro que se vivirá un desarrollo bien distinto.
El filial da la alegría de la semana
El ciclista charro Juan María Cuella, corredor del conjunto filial Globalia Artes Gráficas-Bodega Perahigos, se proclamaba oficialmente como ganador de la Copa de Castilla y León junior. Lo hacía tras anunciarse la suspensión de la prueba que debería haber cerrado la competición en tierras leonesas el 11 de septiembre, y por tanto Cuella, que alcanzaba el liderato regional después de ser tercero en Cervera de Pisuerga la semana pasada, se llevaba finalmente el título.
El propio Juan María Cuella, como no podía ser de otra forma, se mostraba muy feliz ante la noticia: “Ya en Cervera se comentó que la carrera de Benavides era muy probable que se suspendiese, pero aún no era seguro, así que es una pena que no pudiésemos celebrar este triunfo con los compañeros al acabar la prueba. Aun así, estoy muy contento, ya que sumo la general de la Copa de Castilla y León al Campeonato de Castilla y León conseguido hace un par de meses”.
Esto comentaba Cuella mientras estos días, acompañado de Daniel Rozas, representaba al equipo en la Vuelta a Talavera Junior, donde vivían días dispares. Destacaban en la jornada del sábado siendo parte de la fuga victoriosa del día.