Era el gran proyecto deportivo de Morales del Vino. Un total de 12.000 metros cuadrados de instalaciones deportivas; "a disposición de los ciudadanos de todos los municipios del entorno", aseguraba el entonces alcalde, José María Barrios. Una obra de 1.650.000 euros, cofinanciada por el Ayuntamiento de Morales y la Diputación Provincial. Todo un complejo deportivo de lujo con piscina de verano, salas de fitness, ciclo Indoor, zona de relax, gimnasio, además de las pistas multideporte.
Pero, sin duda, uno de las zonas más esperadas eran las dos piscinas de baño cubiertas, una de 16x8 metros y otra de 7x5 metros, que permitían la práctica de la natación durante todo el año, tanto a los moralinos, como a los vecinos de municipios cercanos. La obra, estrenada un 16 de marzo de 2015, presumía de un sistema de climatización de costes reducidos y un sistema energético sostenible. El director de la edificación, Jordi Muelas, de Arcebansa, destacaba su "abundante luz natural" a través de claraboyas y ventanales, y los 85 paneles solares son los encargados de calentar toda el agua del centro deportivo.
Y es que esta es la clave del asunto. Arcebansa fue la empresa encargada de hacer realidad este gran complejo deportivo. Y es que el trato con el Ayuntamiento de Morales y la Diputación incluía la ejecución de la obra y la posterior gestión por periodo de 20 años. Algo que, en su día, preocupó a algunos vecinos, al quedar sus piscinas municipales en manos privadas, dejando a su elección los horarios, precios, condiciones de apertura, que generalmente se gestionan desde los consistorios. En su día, el entonces alcalde, consideró esta cesión como algo positivo para que "no obligara al Ayuntamiento a preocuparse cada año de disponer de una cantidad para el mantenimiento"; y que la gestión de las instalaciones "no supusiera ningún coste posterior" para dicho Consistorio.
Así, desde 2015 hasta 2020, Arcebansa, bajo el nombre de Primus Invictus, fue gestionando el día a día del complejo deportivo y lucrándose de la explotación de dichas instalaciones. Pero llegada la pandemia del COVID, todas las instalaciones deportivas se vieron obligadas a echar el cierre y, posteriormente, a adaptarse a las medidas sanitarias pertinentes, en base a las distintas fases y normativas establecidas por la Junta de Castilla y León, y que todos fuimos conociendo y atacando. Durante todo ese intervalo de tiempo, Arcebansa mantuvo cerradas las piscinas cubiertas, así como las pistas deportivas, pese a que, el verano pasado y este, sí abrió la piscina al aire libre y el chiringuito.
Un canon que nunca se pagó
Pero ahora, que ya hace más de un año que las restricciones sanitarias se retiraron por completo, los vecinos de Morales y alrededores se encuentran con que las piscinas cubiertas siguen cerradas y sin vistas a volver a la actividad. Así mismo lo certifican los trabajadores de Morales Sport a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León, quienes aseguran que desde la gerencia de la actual Emserco S.L. (antigua Arcebansa), les transmiten que dichas instalaciones "no son viables económicamente", por lo que, de momento, no se plantean su reapertura.
Una respuesta similar a la que ha recibido el propio Ayuntamiento de Morales del Vino, ahora con Carmen Lorenzo a la cabeza. La alcaldesa relata que, desde la Corporación Municipal, llevan "meses" requiriendo a Arcebansa la reapertura de dicho espacio, pero la respuesta de la empresa es que la subida de precios general no les hace viable la reapertura. Todo, pese a que la empresa se lucra directamente de la venta de entradas y bonos de los usuarios, que entraban en el acuerdo de cesión cerrado con el Ayuntamiento de Morales en 2015.
Pero es que el conflicto con el Consistorio moralino y la empresa no termina aquí. Dentro de este mismo acuerdo de cesión, la empresa está obligada a pagar un canon por la cesión de las instalaciones deportivas al Ayuntamiento de Morales del Vino, un total de 1.250 euros anuales. Una cuantía que el Consistorio no ha percibido "ni una sola vez" desde su apertura en 2015. Es decir, que durante los seis años que llevan abiertas las instalaciones, Arcebansa no ha cumplido con los acuerdos de su concesión con el Ayuntamiento de Morales del Vino, independientemente, de su obtención de ingresos con las piscinas de verano, las cubiertas, el gimnasio y las pistas deportivas. Y que ha generado una deuda de 8.750 euros a las arcas municipales. Una situación que ahora se agrava más, al mantener cerradas la mitad del Morales Sport.
Por ello, el Ayuntamiento de Morales del Vino se encuentra inmerso en un proceso de asesoramiento legal para abordar una posible denuncia contra Arcebansa, por incumplimiento de las condiciones de la cesión y todo el dinero que esta debe en concepto de canon. Un posible proceso judicial que pudiera extinguir este acuerdo de cesión, y que el Ayuntamiento pudiera plantear la reapertura de las instalaciones cerradas desvinculado de Arcebansa.
Carmen Lorenzo explica a este periódico que el Ayuntamiento "es el principal interesado en que todas las instalaciones estén abiertas". La alcaldesa recuerda que dar estos servicios deportivos a los moralinos fue el principal motivo "por el que se hizo esta inversión económica en su día". Lorenzo incide en que este conflicto "es nuestra máxima preocupación, nos trae de cabeza y no es un tema para nada olvidado".
Eso sí, la alcaldesa insiste en que debe tratarse con cautela, "porque no podemos permitirnos dar un paso en falso". Por ello, el Ayuntamiento de Morales dejara que sean sus abogados quienes marquen las pautas de actuación en este asunto.
Este periódico ha intentado ponerse en contacto con el gerente de Emserco S.L (Arcebansa), sin que haya respondido a nuestra propuesta, para ofrecer su versión de los hechos.