Las obras de renovación del saneamiento que se han llevó a cabo en 23 calles de Zamora han concluido este miércoles de noviembre, tras un año de trabajo y una inversión de poco más de 800.000 euros.
La intervención se ha dividido en dos proyectos, el primero de ellos con medio millón de euros y la intervención en una decena de calles, entre ellas, la calle Amargura en la que se han susituido 700 metros de tuberías de dos tramos distintos; y otras como la avenida de Requejo, Cardenal Cisneros, Trascastillo, o la carretera de la Hiniesta. El segundo de los proyectos incluía trece calles, entre ellas el Riego, avenida Galicia, la avenida del Príncipe de Asturias, o la calle Leopoldo Alas Clarín.
También se han realizado numerosas reposiciones puntuales en diversas calles del Casco Antiguo, que necesitó de un informe de la Comisión del Patrimonio, quien estableció algunas prescripciones técnicas por la posible aparición de restos arqueológicos de interés.
La Dirección General de Carreteras también precisó un informe sobre los tramos que afectan a las travesías de carretera nacional, donde ha sido necesario un refuerzo del firme. A esto hay que sumarle la aparición de ciertas deficiencias estructurales no previstas en el subsuelo, originó un retraso en la ejecución de las obras en la zona. En total se han sustituido unos dos kilómetros de tuberías de la red general de saneamiento en mal estado.
Las obras han provocado el levantamiento del pavimento o aceras y la renovación de los tramos de tuberías en mal estado, así como la reposición de pozos, registros, sumideros y acometidas domiciliarias.
Todo dentro del programa de renovación del saneamiento y la red de abastecimiento de la ciudad que lleva a cabo el Ayuntamiento de Zamora durante los últimos años para evitar roturas y averías, como la originada hace un par de años con el famoso socavón de Cardenal Cisneros.