Hace unas pocas horas el Ayuntamiento de Toro daba la noticia: el agua del municipio no era apta para consumo humano al presentar altos niveles de arsénico. Menos de dos horas después, algunos de los supermercados del pueblo presentaban una imagen que parecía más un déjà vu de los primeros instantes de la pandemia de la Covid-19. Si en marzo de 2020 fue el papel higiénico el que desapareció de las estanterías y palés de los establecimientos, esta vez en Toro ha sido el agua, que se ha agotado en menos de dos horas tras el anuncio.
La analítica de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León señalaba que el líquido potable había sufrido "un pequeño aumento del valor de arsénico", lo que le hacía no apto para el consumo de las personas.
Por todo ello, el Consistorio zamorano ha pedido a sus vecinos que no consuman el agua de grifo "hasta nuevo aviso". Igualmente, han señalado que están preparando un sistema para que los ciudadanos tengan acceso al agua potable, al tiempo que solicitaban a los mismos que hicieran acopio de agua embotellada. Dicho y hecho.
No obstante, en el bando emitido por el Ayuntamiento sí se puntualiza que el agua de grifo sí es apta para otros usos del día a día como la limpieza, ducharse o lavarse los dientes. La única advertencia hace referencia al consumo o para cocinar.