La Audiencia Provincial de Zamora ha rebajado de doce a diez años la pena de prisión a un condenado por un delito continuado de agresión sexual a una menor en Zamora. La sala ha tomado esta determinación tras la revisión de su condena en base a la aplicación de la nueva Ley Orgánica 10/22 de Garantía Integral de la Libertad Sexual (Ley solo día es sí) y cuyo escrito reduce las condenas mínimas por estos delitos.
En este caso, el agresor fue condenado el 26 de febrero de 2020 por la Audiencia Provincial de Zamora tras probarse había violado a la menor en numerosas ocasiones desde los 10 a los 13 años (de junio de 2015 a octubre de 2017). Este hombre amenazaba a la menor sobre que haría daño a su hermano y sus padres si esta no accedía a sus encuentros sexuales.
Así, el condenado aprovechaba su amistad con los progenitores de la víctima para llevarla a su domicilio particular y allí obligarla a tener sexo oral mutuo. Además, el procesado empujaba a la menor en ocasiones a que manifestara físicamente su oposición a mantener estos encuentros sexuales. Unos actos que el agresor grababa en vídeo para luego mostrárselos a la víctima en su siguiente encuentro sexual. Unas grabaciones que se encontraron en el domicilio del condenado, que se ubica en Zamora capital.
Otro caso de abuso sexual
Por otro lado, la Audiencia Provincial de Zamora también ha revisado el caso de otro agresor condenado por dos delitos de abuso sexual a una menor, cometidos en el verano de 2018. En este caso, la sala considera que no corresponde una reducción de su condena en aplicación de la nueva Ley Orgánica, ya que el delito de abuso sexual se ha equiparado al de agresión sexual.
En este caso, el hombre apartó a esta menor de 12 años del resto de los niños con la excusa de jugar con ella y así conseguir llevarla a un lugar apartado donde le propuso mantener relaciones sexuales. Los hechos probados de la sentencia indican que la menor accedió y se colocó encima del acusado, que previamente se había sentado en el suelo para penetrarla por vía vaginal.
Un encuentro que se repitió días más tarde, tras intercambiar mensajes donde el condenado le propuso volver a quedar, al que la menor también accedió. De nuevo, el agresor penetró vaginalmente a la menor, quien luego le practicó a una felación al procesado al acusado.