Comenzó como los valientes, en plena adversidad. Isidro Mateo, de 66 años, tomaba el testigo de los anteriores dueños de la Librería Índice, ubicada a la altura del puente de Cardenal Cisneros, en 2008. Durante el estallido de la crisis económica más dura que ha vivido este país en los últimos tiempos, este comerciante se embarcó en la aventura de abrir un negocio. Y pese a eso, y otras dos crisis, en este caso la del COVID, en 2020, y la guerra en Ucrania, en 2022, Isidro se ha mantenido 14 años tras el mostrador de su librería.
"No han sido buenos años", reconoce para EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León. El comerciante, nacido en Zamora capital, comenzó en formato de librería, pero poco a poco fue introduciendo prensa escrita y más adelante instaló máquinas fotocopiadoras, para aprovechar la cercanía del Campus Universitario Viriato.
Pero el aumento de las grandes superficies y las ventas por Internet fueron sangrando de continuo a este modesto librero que ha visto como "los libros los tuve que ir dejando y solo coger encargos, porque no me daba para más". La competición con las grandes tiendas y con la tiranía de la inmediatez por Internet es voraz y mortal para pequeños negocios como el de Isidro.
Por otro lado, se sabe que uno de los grandes pilares económicos de las librerías eran los libros de texto. Cada inicio de curso, estos establecimientos vivían su momento estrella en ventas. Pero esto también parece haber cambiado, o al menos, así le ha ocurrido a Isidro. "Ya con el Eroski me pasaba que no podía competir con ellos, y la llegada del Releo ha sido la puntilla".
Cabe recordar que el Programa Releo es la iniciativa de la Junta de Castilla y León para proporcionar el uso gratuito de los libros de texto a los alumnos de educación primaria o educación secundaria obligatoria en centros educativos de la Comunidad. A través de este programa, los alumnos pueden obtener sus libros de texto en el banco de libros de su propio centro y, si no encuentran el libro en cuestión se les proporciona una ayuda económica para su adquisición, que generalmente se gestiona dentro de los propios centros.
Parecido le ha ido ocurriendo con la prensa escrita. La venta de periódicos y revistas han ido viviendo una caída paulatina, hasta dejar cifras irrisorias, con las que este librero no podía mantenerse. "Los periódicos en papel que se venden son para los bares y poco más", añade.
Viviendo de fotocopias
Así que con estos mimbres ha tenido que sobrevivir Isidro. Pero el librero zamorano de se dio por vencido y quiso continuar con su negocio, reinventándose como copistería. Cabe recordar que el Campus Universitario Viriato de la Universidad de Salamanca está a apenas unos pasos de su negocio y, afortunadamente, los estudiantes aún necesitan alguna que otra fotocopia. También los vecinos de la zona, que necesitan presentar documentaciones o hacer gestiones, e Isidro siempre estaba ahí para ellos.
Y es que el propio librero reconoce que el mejor recuerdo que se lleva de sus catorce años de trayectoria es "el trato con la gente y con los compañeros comerciantes". La zona de Tres Cruces es una de las arterias comerciales más conocidas de la ciudad, y entre muchos de sus profesionales reina una camaradería y compañerismo que ha hecho sentir a Isidro muy arropado. De hecho, tras esta entrevista, otro comerciante cercano a la librería reconocía que "me fastidia que se vaya, porque es muy buena gente y yo le compraba libros siempre que necesitaba".
Un cariño recíproco con sus compañeros, pero también con los vecinos de la zona. Cuando la noticia del cierre de la Librería Índice llegaba a las redes sociales, muchos eran los zamoranos que se lamentaban de la marcha de Isidro. Han alabado su carácter y amabilidad, durante sus años tras el mostrador. Algo que él mismo ha reconocido que ha sido la razón por la que ha estirado su jubilación un año más de los que le correspondía. "He aguantado un año más de los que me correspondía por el trato con la gente", sentencia.
Finalmente, sobre la continuidad de la Librería Índice, Isidro explica que una persona se ha interesado por el negocio, pero que no es "nada firme". Por lo que si nadie lo remedia, a finales de este mes, la zona de Tres Cruces despedirá esta librería.