La escultura del Miliario fue colocada en septiembre de 1996 para conmemorar el 1.100 aniversario de la repoblación de Zamora. Una obra del artista zamorano José Luis Coomonte, que consta de once esferas, una por cada siglo, y que se pensó con esa hendidura vertical que representa el cauce del río Duero y, por tanto, por donde debía descender el agua para culminar su representación.
Pero hacía más de una década que el agua no discurría por la obra de Coomonte. Un asunto que se ha solucionado esta misma mañana de martes 21 de febrero. La nueva contrata del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Zamora ha arreglado la instalación y puesto en funcionamiento de nuevo una de las esculturas más populares de la capital.
Una obra que se completará con la permeabilización del fondo, que tantos problemas había dado en el pasado y a la que se añadirá una iluminación nocturna para que sea mucho más vistosa.
Una medida que no termina aquí. Y es que entre las nuevas funciones de la empresa encargada de Parques y Jardines está el buen funcionamiento de las fuentes de la ciudad. Por ello, la nueva concesionaria también está poniendo en marcha de nuevo las fuentes de San Martín, San Ildefonso y la pequeña 'piña' La Marina.
Además, los operarios del servicio van a colocar en breve una decoración con flores en la renovada plaza Alemania, tras la retirada de la piedra donde se ubicaba la rotonda. "Va a quedar un espacio mucho más espectacular", desvelaba el concejal de Barrios y Participación Ciudadana, Pablo Novo.
El Miliario de Coomonte
El monumento representa la historia de la ciudad desde sus inicios más remotos hasta los tiempos modernos, con referencias a las culturas celtibérica, romana y visigoda, así como a las culturas cristiana, musulmana y judía. En la base, la escultura hace referencia a los acontecimientos históricos más antiguos, mientras que en la cumbre se refiere a los más recientes.
La obra es una síntesis de la historia de la ciudad de Zamora, y su diseño refleja la influencia de la cultura del río Duero en la ciudad y la región. La escultura es un homenaje a la historia y la cultura de Zamora y una forma de conectar a las generaciones actuales con el legado de la ciudad y su patrimonio cultural.