Zamora esconde rincones de lo más variopintos. La riqueza de su patrimonio no termina en su gran número de iglesias románicas, su precioso modernismo y la belleza del paisaje del río Duero. Y es que Zamora también tiene un rico patrimonio sefardí. Y es que multitud de documentos certifican la presencia judía en la capital zamorana desde el siglo XVI. 

Y entre esos resquicios históricos de esta presencia judía en Zamora está un lugar casi oculto, y que solo unos pocos conocen. Se trata del 'mikvé' de Zamora, un baño ritual judío que se encuentra en el edificio del Hotel Hostería Real, entre la cuesta de Pizarro y la avenida de Vigo. Un pequeño espacio que es todo un tesoro histórico que te transportará a otra época, cuando los hebreos habitaban la Perla del Duero.

El 'mikvé' es un baño ritual utilizado por los judíos como una forma de purificación. Este baño, que se encuentra en una estancia aneja a la sinagoga, consiste en un pequeño estanque de agua al que se accede por unos peldaños o escalones. El agua que lo llena debe fluir y renovarse constantemente, y debe cubrir por completo el cuerpo.

El 'mikvé' o 'mijhbe' de Zamora es un espacio construido a cielo abierto y excavado en la misma roca, con una profundidad de un metro de agua. El baño tiene cinco peldaños para bajar y un pilar que sujeta una barandilla de sillería. Lo más curioso es que un orificio conecta el baño con un pozo situado en el centro del patio del palacio, que mantiene el nivel del agua constantemente.

Mikvé de la Hostería Real de Zamora Merche Ortiz

En la actualidad, el uso del 'mikvé' está ligado principalmente al género femenino en la tradición judía, y es utilizado como un lugar de purificación antes de eventos importantes, como bodas o festividades religiosas. Aunque ya no es utilizado de forma frecuente, sigue siendo un espacio importante para la comunidad judía y un tesoro histórico para la ciudad de Zamora, que se esconde en su Hostería Real.

Hostería Real de Zamora

Pero las maravillas de la Hostería Real de Zamora no acaban aquí. Este está ubicado en el Palacio de la Inquisición, un impresionante edificio renacentista del siglo XVI construido sobre una importante casa judía, catalogada como monumento histórico artístico y destaca por su hermoso patio claustral y los jardines que rodean la muralla medieval de la ciudad.

La construcción del Palacio fue realizada por Don Francisco de Villacís y Ponce de León, primer Conde de Villaflor y ministro del Consejo de Indias, pPresidente de la Casa de Contratación y Regidor de Toledo, Segovia y Madrid. Su ubicación es privilegiada, pues se encuentra junto al Puente de Piedra, el puente románico sobre el río Duero, que es uno de los iconos históricos de la capital zamorana.

Otro aspecto interesante de la Hostería Real de Zamora es su colección de obras de arte, que incluye tallas góticas y pinturas renacentistas y barrocas de autores o talleres como Murillo, Zurbarán, Cerezo, Morales, Tristán, Ribera, Maíno y Juan de Ribalta.