Izquierda Unida ha presentado hoy un detallado balance de su gestión económica llevada a cabo en el Ayuntamiento de Zamora durante los últimos años. Y de paso, el concejal de Economía y Hacienda y también miembro de la lista electoral de IU, Diego Bernardo, ha invitado a los zamoranos a pensar cómo se encontraría el Consistorio zamorano de haber estar en manos de un gobierno del Partido Popular
Bernardo destacaba en primer lugar que las cuentas del municipio se encuentran saneadas, "lo que ha permitido realizar inversiones en la ciudad sin incurrir en endeudamiento", aseguraba. El concejal de Economía y Hacienda ha resaltado la importancia de llevar a cabo "una buena gestión económica", como medio posibilitar todas las inversiones, servicios y eventos en beneficio de los zamoranos.
Bernardo ha enfatizado que es "crucial explicar de manera pedagógica" a la población la relevancia de una gestión económica "responsable" y las consecuencias que esta tiene para los ciudadanos. Y ahí, ha destacado la diferencia entre lo que consideró una buena gestión económica realizada por el gobierno de IU y la mala gestión llevada a cabo por los anteriores gobiernos del Partido Popular.
Bernardo ha citado la gestión económica de la Junta de Castilla y León, liderada por el PP y sus socios de VOX, como un mal ejemplo. Según él, esta administración ha prometido "constantemente" bajadas de impuestos, pero ha generado un aumento del déficit, pasando de 79 millones de euros en 2021 a 751 millones en la actualidad.
Izquierda Unida ha enfatizado que como resultado, la Junta tendrá que destinar 692.000 euros diarios al pago de intereses, lo que equivale a 106 euros que cada castellanoleonés deberá destinar este año para cubrir dichos intereses. Según Bernardo, estas políticas conducirán a un mayor endeudamiento, recortes de servicios y subidas de impuestos, tal como ocurrió en el Ayuntamiento de Zamora durante el mandato del PP, "cuando se produjo un aumento repentino del 35% en los impuestos municipales".
Además, recordaba que ese endeudamiento de los ayuntamientos tiene consecuencias "menos visibles pero igualmente importantes", como restricciones en el uso de los remanentes y una menor tasa de reposición de personal, además de la necesidad de destinar los impuestos de los ciudadanos al pago de los intereses de la deuda.
De vuelta al Ayuntamiento de Zamora, Bernardo ha señalado que el modelo económico del PP llevó a un endeudamiento de 27 millones de euros en 2012. Haciendo cuentas, el candidato de IU indicaba que "si se hubiera mantenido ese nivel de endeudamiento, el Ayuntamiento tendría que pagar medio millón de euros al año en lugar de repercutirlo en la ciudad". Por lo que recordó que el gobierno de IU "se vio obligado" a destinar 16,5 millones de euros en los primeros años para eliminar "esta deuda heredada".
La gestión de Izquierda Unida
En contraste, Diego Bernardo ha indicado que Izquierda Unida ha logrado mantener unas cuentas saneadas y "una política tributaria responsable, evitando caer en populismos". IU cree que ha sido gracias a esta gestión responsable, se ha conseguido eliminar la deuda heredada "y contrarrestar el impacto de las subidas de impuestos del PP". Diego Bernardo detallaba que su gestión se ha basado en reducir "el gasto político superfluo", como los gastos en la estructura de gobierno, protocolo, sueldo del alcalde y telefonía móvil del equipo de gobierno anterior.
La formación ha recordado que una de las primeras acciones de IU al llegar a la Alcaldía fue eliminar la tasa de basuras de trasteros y garajes, "considerada surrealista", y reducir progresivamente el tipo de gravamen del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) para compensar "una subida programada por el PP que hipotecaba a futuros gobiernos". Por ello, Diego Bernardo ha recordado que si el Ayuntamiento hubiera mantenido durante estos ocho años el gravamen del IBI en el 0.594, en lugar de reducirlo al 0.477 actual con IU, se habrían recaudado 24 millones de euros adicionales provenientes de los zamoranos.
La situación económica actual del Ayuntamiento de Zamora, es, según el concejal, resultado de "la buena gestión realizada", que ha permitido llevar a cabo diversas acciones "en beneficio" de la ciudad. Entre ellas destacaba la renovación de grandes contratos, como los de recogida de basuras, limpieza viaria, servicio de aguas, parques y jardines, limpieza de colegios y mantenimiento de alumbrado público, que representan un incremento de 5,5 millones de euros.
Además, Izquierda Unida asumió el aumento de más de tres millones de euros al año en los suministros de gas, luz y gasóleo debido a la actual inflación. Bernardo también recordó que el Ayuntamiento puso en marcha programas de ayuda para hacer frente a la crisis del COVID-19, como el programa Relan-Za, que ha destinado más de dos millones de euros a los sectores más afectados, y se destacó que el Zamora es el segundo ayuntamiento de España "que más rápido paga a sus proveedores". Asimismo, recalcó de nuevo que gracias a su "gestión económica responsable, se ha acumulado un remanente que ha permitido presupuestar grandes inversiones por un valor total de más de 40 millones de euros".
Tras este extenso repaso, Izquierda Unida se compromete a mantener una gestión económica responsable y a preservar las cuentas saneadas del Ayuntamiento de Zamora. Esto implica la austeridad en la estructura de gobierno para evitar gastos innecesarios, la prudencia presupuestaria, la continuidad de las bonificaciones fiscales que fomenten la creación de empleo y ayuden a personas y familias con mayores necesidades económicas, y la preservación de un fondo que permita responder rápidamente a situaciones de emergencia, como la vivida durante la pandemia.
"Un lío monumental"
Sobre varios temas de actualidad que van sucediéndose en la campañan, el candidato de IU a la Alcaldía de Zamora, Francisco Guarido, se refería a la licencia medioambiental que la Junta de Castilla y León estaba a la espera de conseguir para iniciar los trabajos en la futura residencia de ancianos en los terrenos de Vistalegre. Guarido ha puesto esto como ejemplo del constante debate con la tardanza del Ayuntamiento de Zamora a la hora de otorgar licencias. Y es que esta se aprobará mañana en la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Zamora, tras presentarse "documentación más concreta" exigida por los técnicos municipales.
El también alcalde de Zamora explicaba que "como casi siempre sucede, incluso también a las administraciones públicas, se requería documentación más concreta de la que presentaron", pero que una vez fue entregada el 8 de mayo, será aprobada mañana, 23 de mayo. Por ello, Guarido recalcaba sobre la agilidad de las licencias que "las cosas han mejorado muchísimo desde el año 2015, no solo porque la mayoría son actuaciones comunicadas, y por lo tanto se puede empezar nada más presentar los papeles y el Ayuntamiento se reserva el derecho de inspección, sino que también en las que necesitan una licencia ambiental, como es este caso, que depende también de los informes que tenga la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento lo hace de manera rápida".
Por otro lado, el candidato de Izquierda Unida también también volvió a referirse a las polémicas generadas por la futura ubicación del Museo de Baltasar Lobo en la ciudad. Guarido acusaba a los candidatos del Partido Popular y Zamora Sí, Jesús María Prada y Francisco Requejo, compañeros en la Diputación Provincial, de tener "un lío monumental" con este tema.
"Tanto el presidente como vicepresidente ,que están gobernando juntos parece no ponerse de acuerdo en nada, porque mientras Zamora Sí quiere llevar el museo a la antigua Diputación, resulta que sus compañeros del Partido Popular lo llevan al Consultivo. Pero ojo, que en el Consultivo ya lo han cogido los de Zamora Sí para las oficinas municipales", relataba con sorna el alcalde de Zamora.
Por su parte, Izquierda Unida insiste en mantener el proyecto de ubicarlo en el Ayuntamiento Viejo, actual sede de la Policía Municipal de Zamora como "en su día planteó Rosa Valdeón, y que obtuvo el apoyo de todos los grupos municipales". Para Guarido este es una propuesta "realista, sostenible y sincera"; y cree que cualquier cambio ahora "significarían otros diez años sin hacer absolutamente nada".