Si en Pamplona tienen el chupinazo y en Valencia la mascletà, Zamora tiene la Leyenda de La Gobierna. Una peculiar tradición con la que la capital zamorana da inicio a sus Fiestas de San Pedro y que, como no, el río Duero tiene un papel muy especial.
Todos los 22 de junio, como hoy, los mozos de Zamora surcan las aguas del río Duero con la estatua de La Gobierna. Una figura femenina alada forjada en hierro, que en su mano derecha porta un clarín con el que anuncia la 'fama' a la ciudad y en la izquierda las llaves de la propia villa en señal de protección.
Esta figura, que en realidad es una réplica, viaja por las aguas del Duero hasta el Puente de Piedra, donde los zamoranos la colocan en la entrada sur del mismo. La réplica que se utiliza para esta celebración se custodia en el antiguo parque de bomberos, donde se ubica la asociación Capitonis Durii. Precisamente son sus cabezudos y gigantes, junto a los grupos de folclore de la ciudad quienes salen desde la Plaza Mayor hasta el Puente de Piedra a recibir a La Gobierna en un divertido y colorido desfile musical.
Pero antes de dejar a La Gobierna en su lugar, se la separa de las llaves de la ciudad, con las que los zamoranos se trasladan de nuevo en comitiva al edificio del Ayuntamiento para que el alcalde pueda ofrecérselas a los peñistas en plena Plaza Mayor y que así comiencen oficialmente las Fiestas de San Pedro.
La tradición se cumple de este modo siguiendo el texto original de la Leyenda de La Gobierna, que se recita cada año en la Plaza Mayor por parte del representante de los peñistas y que dice así: "Hace más de trescientos años que fui forjada para coronar una de las torres del puente de piedra de Zamora, para anunciar la Fama de sus gentes, y custodiar las llaves de la ciudad. Después de dos siglos de protección fui encerrada entre cuatro paredes con el objeto de ser contemplada por los visitantes, perdiendo el protagonismo que tuve tiempo atrás. Hoy, un 22 de Junio, desciendo por las turbias aguas del Duero para volver al lugar de donde vine. Hoy vuelvo a anunciar con mi clarín la Fama de esta ciudad y entrego a los zamoranos las llaves que abren sus puertas: Zamora se declara en fiestas, y la diversión, la convivencia y el color toman las calles. Mas sólo pongo una condición: siete días después de mi llegada, las llaves deberán ser devueltas, y con ellas, partiré Duero abajo y me perderé más allá de las Aceñas de Olivares. De este modo, la ciudad recobrará su rutina hasta el año que viene, en que zamoranos y zamoranas esperarán de nuevo mi llegada junto al puente de piedra".
Y es que la pieza original de La Gobierna fue creada en 1708 para coronar la Torre de Cabañales, ubicada en esa zona sur del Puente de Piedra de Zamora, a modo de veleta. Pero en 1906 esa torre fue demolida como parte la modernización de los accesos a la ciudad por la margen izquierda.
Así que en aquel año, La Gobierna pasó a formar parte del Museo Provincial de Zamora, junto al Peromato, otra veleta de hierro fundido, que hasta 1898 era el remate de la torre de la iglesia de San Juan, en la Plaza Mayor. Además, en 1992, el afamado artista local Antonio Pedrero creó dos réplicas de estas veletas que se ubican desde entonces en el Puente de los Tres Áboles, en la avenida de Cardenal Cisneros, una a cada lado.