En 2022, la Asociación Sanabria Desarrollo Sostenible (ASDS) y Europarques retiraron más de 100 kilos de basura del fondo del famoso Lago de Sanabria. Ventidós submarinistas extrajeron del fondo de este espacio protegido latas, botellas, envases, neumáticos, ropa de baño, bolsas de plástico y gran cantidad colillas.

Una limpieza anual que deja ver las vergüenzas de una humanidad que en lugar de respetar una de las joyas naturales de nuestro país, se dedica a usarlo como vertedero. También ocurre en sus playas, donde la Confederación Hidrográfica del Duero retiraba hace un par de años 60 toneladas de basura en las inmediaciones de la orilla sudeste del lago, junto a la salida del río Tera.

Así que para alertar de estas malas prácticas, que afectan peligrosamente al lago glaciar más grande de Europa, el próximo 26 de agosto, el nadador extremo y rompedor de retos, Carlos Peña se enfudará su neopreno para completar una hazaña nunca vista en las aguas del Lago de Sanabria. 

Este chófer de autobús de 58 años estará nada menos que diez horas seguidas nadando en las aguas sanabresas, para reivindicar su conservación y concienciar de la importancia de su protección. Carlos colabora con la asociación Global Nature Fund (Living Lakes), es una red internacional alemana en la que engloban mares, lagos, humedales y ríos que están en peligro por la contaminación, sequías o mal uso del agua. 

"Esto va más allá de la propia superación personal, no existe ningún lugar igual como el Lago de Sanabria y conozco a los buzos que lo limpian cada año y me cuentan como está y no puede ser", explica en declaraciones a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León.

Carlos Peña Cedida

Con esta noble razón a sus espaldas y como gran defensor del medioambiente, Carlos ha completado retos muy importantes, como nadar 180 kilómetros en el Lago Titicaca (entre Perú y Bolivia); los 38 kilómetros del Lago Ness (Escocia) con un gran temporal; o los 80 kilómetros del Lago Balaton (Hungría) con un fuerte oleaje. 

Carlos Peña alerta de la problemática que existe con todos los ríos, lagos y humedales del mundo. "Se están secando", avisa, por ello ve necesario reivindicar el gran problema que tenemos con el agua. En el caso del Lago de Sanabria, se alegra de que tanta gente lo disfrute, sobre todo en verano, pero cree que "hay que ser responsables y no echar porquería ni tener comportamientos incívicos". 

Pero no solo ha completado estas travesías por la naturaleza. De alma generosa, Carlos Peña también se ha lanzado al agua para recaudar fondos por asociaciones en favor de la investigación del alzhéimer, el cáncer, contra la violencia de género e incluso por la memoria histórica. En 2017 estuvo 24 horas nadando en el río Ebro durante un día entero.

Preparación

Así que el próximo sábado, Carlos Peña se lanzará al agua a las 10 horas, en la playa del Folgoso, para completar diez horas de travesía, que finalizarán en la playa Custa Llago a las 20 horas. Lo hará en modalidad de espalda, que es su especialidad desde sus comienzos. 

Aunque para Carlos este "es un reto cortito", tras enfrentarse a hazañas de más de 24 horas, es consciente de la necesidad de ser cautos y de su propia preparación. "He cumplido hace poco 58 años y aunque llevo muchos años haciendo esto siempre hay que ir preprados", detalla. De hecho, este nadador extremo comenzó sus retos en 1989, tras una grave lesión cuando era atleta y que le obligó a cambiar de disciplina deportiva.

Carlos Peña Cedida

Aunque el reto será de día porque "me hace mucha ilusión y quiero que la gente lo pueda disfrutar", tiene claro que todos los ríos y lagos pueden ser peligrosos y jugarte una mala pasada. No se confía con que el sábado se presente un día soleado y, en principio, sin corrientes. Y hace bien, puesto que las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología indican un intenso cambio en las temperaturas de los últimos días, que bajarán el termómetro hasta 20 grados.

Para este y otros retos, Carlos siempre se prepara en entornos naturales, donde puede adaptarse a corrientes, temperatura y contratiempos que puedan surgir. A esto se suma una preparación física muy potente porque el nadador nunca sale del agua durante el reto. "Me paro en el propio agua, tomo líquidos y algo de comer durante un par de minutos y continúo", explica.

Ahora solo queda desear que la travesía del sábado 26 llegue a buen puerto y, sobre todo, sirva para concienciar de la importancia de proteger entornos privilegiados como el Lago de Sanabria.