El majestuoso paso del río Duero por la provincia de Zamora es una de sus joyas naturales más importantes. Sus aguas bañan buena parte de la provincia y las formas naturales que crean en ella, hacen de su territorio un paisaje digno de disfrutar desde multitud de puntos de la provincia.
EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León te guiará a través de siete puntos panorámicos a lo largo del río Duero con impresionantes puntos de observación. Una experiencia que desvela la imponente naturaleza del río y las huellas de la cultura prerromana en el norte de la comarca de Sayago. Todo esto se despliega en el regazo del Parque Natural de los Arribes del Duero en la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica.
La travesía comienza en Villadepera, el umbral de una experiencia natural única. A solo dos kilómetros del pueblo encontramos en el Mirador de Peña Centigosa, donde se tiene una estupenda visión del Viaducto de Requejo, también conocido como Puente Pino. La ruta es bastante sencilla y completarla supone unos 45 minutos de caminata.
Esta proeza arquitectónica se alza a 90 metros sobre las aguas del río, desafiando la corriente con su vanguardista ingeniería para la época de su construcción. El Duero serpentea a través de cañones graníticos majestuosos, hogar de una rica variedad de vida silvestre, especialmente aves rapaces.
El Puente de Requejo, es toda una hazaña de la ingeniería del siglo XX. Esta estructura histórica eliminó siglos de aislamiento entre las comarcas de Sayago y Aliste, uniendo ambas tierras separadas por terrenos abruptos e impracticables.
Curiosamente, el mirador se asienta en un lugar que solía ser un muladar para el ganado fallecido del pueblo. Desde aquí se puede observar también el impresionante tajo que forma el Duero en su discurrir hacia Portugal. La comarca goza de un microclima singular, creando un refugio para una diversidad rica de flora y fauna que prospera en las serenas laderas.
Mirador de Peña Redonda
La ruta por Villardiegua de la Ribera es auténtica una joya en este viaje, donde encontraremos molinos y cascadas que vierten el agua al río Duero. Desde aquí llegaremos al Mirador de Peña Redonda, junto a las ruinas de la ermita de San Mamede, te brinda la oportunidad de contemplar el 'Castro de San Mamede'. Situado a unos 4 kilómetros al suroeste del núcleo urbano de Villardiegua, este antiguo asentamiento alberga secretos de las épocas prerromanas, romanas y visigodas.
Las rocas atesoran grabados que evocan el antiguo culto prerromano a la serpiente. En este enclave, las ruinas de una ermita y la vivienda de un ermitaño añaden un toque de misticismo al lugar.
Esta ruta está catalogada como de dificultad media, aunque hay tramos en los que hay que extremar las precauciones y tiene una duración aproximada de dos horas y media.
La culminación de este viaje te aguarda en el Mirador del Hullón, situado en Villadepera. Uno de los lugares más fotografiados en los Arribes del Duero. Su banco de madera único, estratégicamente colocado al borde de las rocas, te regala una perspectiva panorámica inigualable.
La historia del banco se remonta a Yoni Formariz, un vecino de Villadepera que colocó el banco original. Con el paso de los años este se fue deteriorando y se sustituyó por el actual. Desde aquí, puedes contemplar disfrutar de la serenidad del Duero y relajarte tras la caminata hasta este rincón tan especial.
A este mirador se accede desde la entrada de este pequeño pueblo. aquí se encuentra la señal que indica la dirección hasta este escondido mirador, que se encuentra a unos cuatro kilómetros. El camino de acceso es bastante cómo y, de hecho, se puede transitar por él en coche hasta el último kilómetro y medio.
A partir de ahí, el vehículo puede quedar estacionado en una explanada bastante amplia y segura, para continuar por una que senda se estrecha y comienza a ser más mucho más empinada, con subidas y bajadas. Justo antes del final se presenta un tramo escarpado, por lo que se recomienda el uso de calzado cómodo y tener precaución.
Mucho más que vistas
Pero esta travesía revela mucho más que vistas. La comarca de Sayago es famosa por su carne de vacuno de raza sayaguesa, quesos de cabra y oveja, embutidos, mermeladas, aceite de oliva y el vino de Arribes con denominación de origen. Villadepera, además de sus vistas panorámicas, se destaca por sus aguas minero-medicinales, con propiedades saludables similares a las de lugares cercanos como Alfaraz de Sayago y Almeida de Sayago.
Además, los Arribes del Duero, que recorren todos estos miradores, son un rincón que abraza su biodiversidad, con designaciones que incluyen la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica por la UNESCO, la Red Natura 2000 por la Unión Europea y la condición de Parque Natural otorgado por la comunidad autónoma de Castilla y León.
La riqueza natural no solo se vive en las vistas panorámicas, sino también en la diversidad de aves, desde el majestuoso buitre leonado hasta el magnífico águila real. La conservación ejemplar de la región la ha convertido en un paraíso para los apasionados de la naturaleza en las últimas décadas. En este viaje, descubrirás el poder inigualable de la naturaleza y la historia en cada rincón de Sayago.