Pocas profesiones son más vocacionales que el arte y la medicina. Dedicarse a cualquiera de ellas nace desde lo más hondo de cada uno y exigen una entrega muy intensa. ¿Y cómo sería si una sola persona sintiera la llamada de ambas? Pues este es el caso de la zamorana Carmen Prada. Ella es pediatra de Atención Primaria, pero, además, se dedica a la interpretación, compaginando ambas profesiones.
Nacida en Zamora capital en 1985, Carmen desarrolló sus estudios en el Colegio Medalla Milagrosa hasta los 18 años. Fue en este centro zamorano donde el gusanillo de la actuación entró en ella gracias a Gabriel Jáñez. Este profesor de literatura es conocido por haber creado en los años 80 el grupo de teatro 'Rocinante' en la Medalla Milagrosa. Durante décadas impregnó la huella del teatro a miles de alumnos, entre ellos, a Carmen.
La actriz recuerda participar en este grupo con 16 años. Su primera interpretación fue 'La Casa de los Siete Balcones', del dramaturgo Alejandro Casona, uno de los favoritos de Gabriel Jáñez. Carmen asegura que "si no fuera por él no me dedicaría a esto, Gabriel hizo que amara la interpretación y que deseara actuar".
Pero esta zamorana tenía hueco para más de una pasión y esa fue la medicina. Con 18 años puso rumbo a la ciudad vecina para estudiar Medicina y cirugía por la Universidad de Salamanca, de la cual se especializaría en pediatría. Carmen recuerda que "la ciencia y el cuerpo humano siempre me han interesado muchísimo". La ahora doctora en pediatría explica que dudó entre estudiar física o medicina, pero finalmente se decantó por la segunda.
Además, Carmen ha sabido encontrar un nexo de unión entre sus dos pasiones, que le retroalimenta a la hora de trabajar. "Para mí lo más importante del teatro o la interpretación es el encuentro con el otro en un espacio escénico y la oportunidad que nos da contar las historias a través de nosotros y encontrarnos físicamente, con el cuerpo humano. Entonces, de alguna manera la medicina también te da eso, a través del conocimiento del mismo, salvando lógicamente las distancias", detalla.
Carmen confiesa que, a mitad de su formación en medicina, barajó la posibilidad de abandonar esta carrera y decantarse por iniciar los estudios en Arte Dramático. Pero, finalmente, acabó terminando la carrera de medicina en Salamanca.
Toda una curranta
En 2009, Carmen se trasladó a Madrid tras finalizar sus estudios en la Usal, donde comenzó su formación actoral integral en el Estudio Juan Codina. Aunque el camino hacia la interpretación se antojaría complicado para Carmen, que a mitad de este primer curso sufrió una grave enfermedad que le obligó a "parar del todo" durante tres años.
Tras "muchas cirugías y problemas de salud" pudo retomar su formación artística, pero confiesa que "me costaba mucho exponerme ante una cámara y al público". Así que fue cuando decidió terminar la especialidad en pediatría y hacer la residencia MIR en Madrid, que acabó en 2017.
Eso sí, lo compagino con seguir formándose en artes escénicas en diferentes centros en estudios de técnica Meisner con Yolanda Vega; creación teatral con Amaya Jiménez; talleres intensivos con Gon Ramos, Creación Escénica con Iñigo Rodríguez-Claro; especialización en Shakespeare con Victoria di Pace; más interpretación con Marianela Pensado (Umbral de Primavera); entrenamiento teatral con 'Aulladeriva Teatro', y un largo etcétera.
Para Carmen es fundamental tener una base lo más completa posible y cree que la actuación necesita de un entrenamiento, porque "al final es un músculo más que tienes que trabajar". Además, esta actriz quiere estar lo más preparada posible "para poder ofrecer más herramientas y adaptarte a distintos papeles después cuando se te presenta". Toda una curranta.
Pero cuando la cosa fue tomando impulso y Carmen ya brillaba en varias obras de teatro, la pandemia del COVID lo paralizó todo. La zamorana llegó a interpretar la obra 'Los 7 franceses' en 2020, en formato virtual en directo a través de la Plataforma Scenikus durante el Festival FITZA 2021. Una representación que, al fin, pudo también llevar a cabo ya en 2021, en el Teatro Lara, bajo la dirección de Pablo Razuk.
Marina
Y al poco de esta vuelta a los escenarios, a Carmen se le presentó su primera gran oportunidad en televisión: 'La Red Púrpura', la segunda temporada de la exitosa adaptación de las novelas de Carmen Mola para Atresplayer Premium. La zamorana interpreta a Marina en esta segunda trama, quien mantiene una relación con el veterano inspector Son Orduño, sin saber quién es ella dentro de la red púrpura.
Carmen describe este personaje como la técnica del Kintsugi, el arte japonés de reconstruir piezas de cerámica rotas con oro en polvo, que en lugar de disimular las rajaduras y las líneas de rotura, se les otorga un nuevo valor. "Para mí, Marina es un ser un ser humano que ha sido destrozado y roto. La han hecho triste, la han machacado. Pero puede llegar a recomponer su humanidad y su empatía, a través del amor", explica.
El director de esta saga, Paco Cabezas, tuvo claro que la zamorana era perfecta para este papel. Carmen y él se conocían de los cursos intensivos para actuación en cámara, que la zamorana estaba realizando al tiempo que se fraguaba el casting de la serie. Carmen no se quiere aventurar a definir qué vio el director en ella, pero sí cita las palabras del propio Paco Cabezas, que en varias entrevistas indicaba que "fue como un feeling, un pálpito" de que cada actor era el ideal para los personajes de esta saga.
Este personaje es parte de una trepidante trama, cuyo origen son las exitosas novelas de Carmen Mola. Thriller policíaco que ha embaucado a miles de lectores, y cuyo estreno como serie fue un absoluto éxito con 'La novia gitana'. Carmen reconoce que no había leído las novelas hasta conseguir el papel, pero que ahora que sí han pasado por sus manos, "son completamente adictivas, están hechas para enganchar y que no puedas parar de leer".
En este sentido, y tras el éxito de la primera temporada, la zamorana no se centra tanto en eso sino en sentirse "muy afortunada por haber estado rodeada por gente muy talentosa" como Nerea Barros, Roberto Álamo, Vicente Romero o Mona Martínez, entre otros. Siente responsabilidad "como cada vez que recibes un personaje y lo tienes que defender", pero no tanto por el primer 'boom' de la serie.
Una segunda temporada mucho más dura
En todas las presentaciones de la nueva temporada se ha insistido en que el guion trata temas mucho más fuertes y delicados, algunos nunca tratados en televisión y que se presentan de forma más cruda. El argumento de 'La red púrpura' aborda abiertamente las películas snuff, el polémico género que muestra asesinatos u otros crímenes de manera explícita para entretenimiento del espectador.
Carmen recuerda que, desde la mítica película española 'Tesis' (1996) y Asesinato en 8 mm (1999), rara vez se había tratado esta delicada temática en un trabajo audiovisual. En este caso, la serie de Atresplayer Premium muestra cómo influye todo el avance en el acceso a Internet, para la distribución y acceso a contenidos de este tipo, sobre todo a adolescentes. "Muchos están formando ya su educación sexual en base al porno, y se están normalizando un montón de cosas de estas, con mucha violencia y no se habla", explica la actriz zamorana.
Carmen cree que la serie también puede poner un punto de conciencia en que "hay chavales que pasan en la pantalla casi todo su tiempo, entonces, la realidad, deja de ser la realidad material y pasa a ser lo que sucede en la pantalla, en sus cerebros que están en el crecimiento. Están formándose una idea de lo que es la realidad y acaban imitando esa realidad".
Pediatra en un centro de salud
Y por si la preparación artística y los rodajes fueran poco, Carmen también desarrolla su carrera como doctora en pediatría en un centro de salud de atención primaria de Madrid. Muy responsable con su labor médica, cuando se tiene que enfrentar a una obra de teatro o un rodaje largo como 'La red púrpura', la zamorana avisa con antelación que va a pedir una excedencia. "No puedo permitirme no estar concentrada al 100%. Ambas cosas requieren mucha energía y atención y no puedo fallar", explica.
Recuerda que el trabajo en atención primaria es frenético y "hemos tenido temporadas en algunos centros de salud muy saturados, que hacían falta muchos más recursos, y eso sigue estando patente". Además, sus pacientes son siempre niños, en muchos casos, muy pequeños que no pueden explicar sus dolencias así que "la exploración es de arriba abajo y barajando todas las opciones".
Ella ha vivido el gran problema de sobresaturación en sanidad pública en Madrid y recuerda que "hace algunos años me iba a casa después de ver a 50-60 niños po día, llegaba a casa y no me dormía, apuntaba cosas en casa por si se me olvidaba". Finalmente, Carmen tuvo que cambiarse de centro de salud porque "no era manejable" y entiende que muchos otros compañeros siguieran el mismo camino.
Ahora que ha salido 'en la tele' por primera vez se pregunta si algún padre la acabará reconociendo como Marina. "Aún no ha pasado, pero me ronda la cabeza, aunque es verdad que los papás se pasan mucho tiempo de su vida viendo dibujos animados", bromea.
Quien si la ha reconocido y, como no, felicitado han sido sus familiares y amigos de Zamora. La madre, hermano, hermana y sobrino de Carmen residen en la capital, pero "están emocionados viendo los dos primeros episodios". La zamorana explica que, al ser su primera incursión en el audiovisual, "es bonito ver como tu gente se pone contenta". También recuerda con especial cariño la felicitación de una amiga de toda la vida de Zamora, "que hace unos meses que no hablaba con ella, pero que me ha escrito también muy contenta".
El futuro
Mientras los telespectadores disfrutan con su interpretación de Marina en 'La red púrpura', Carmen sigue en busca de poder continuar su camino en el cine o la televisión. "Me apetece seguir nadando en este medio, que es muy bonito, y comer un poco más de esto", detalla. Pero mientras llega seguirá "entrenando" y preparándose aún más para dar lo mejor de sí misma en cada actuación.
Porque la zamorana asegura que necesita la interpretación. "Sino como que me marchito", explica. Y esa es la razón principal por la que no se plantea regresar a su ciudad natal. Al menos, de momento. Aunque extraña muchísimo a toda su familia, sabe que el mundo del cine y la televisión ocurre en Madrid y es allí donde tiene que continuar para seguir avanzando.
Y, de momento, está trabajando en un nuevo proyecto teatral, que verá la luz el próximo año y que tiene que ver con la vida y leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer. Carmen explica que es un trabajo que "estamos cocinando muy lentamente unos compañeros y yo".