Mara Jiménez y Teresa López, artistas multidisciplinares y activistas del 'bodypositive', llegan por primera vez a Zamora con su exitosa obra teatral Gordas. Esta puesta en escena desafía los estereotipos convencionales y consolidándose como una propuesta revolucionaria en el mundo cultural español.
Con más de 200 funciones y 60.000 espectadores en su tercera temporada en los Teatros Luchana de Madrid, las actrices se han convertido en un fenómeno teatral, abordando situaciones cotidianas que las personas con cuerpos disidentes enfrentan a diario. Desde descensos al infierno, hasta conversaciones entre compañeras de piso, 'Gordas' presenta más de diez personajes interpretados magistralmente por estas dos talentosas mujeres.
Ahora es en el Teatro Ramos Carrión de Zamora donde el próximo viernes 12 de enero, a las 20.30 horas, se podrá disfrutar de esta comedia que ha conquistado al público al ofrecer una propuesta diferente y política con un fuerte trasfondo social. 'Gordas' se aleja del teatro convencional, según Teresa López, y transmite un mensaje necesario y consigue mantenerte en vilo de principio a fin.
El director y dramaturgo Carlos Mesa ha logrado camuflar con maestría un mensaje necesario en la actualidad, combinando ironía, humor y picaresca. El creador ha logrado jugar al despiste con el propio libreto, porque al principio "parece la típica comedia que habla sobre personas gordas y va de eso, pero luego evoluciona y se ve que no", señala el director.
Ambas actrices, con una sólida formación en arte dramático, cuentan con una legión de seguidores en redes sociales, superando el millón entre ambas. Mara Jiménez, con más de 490 mil seguidores en Instagram, y Teresa López, con más de 825 mil en TikTok, son activistas destacadas del movimiento bodypositive y la lucha contra la gordofobia en España.
Gordas promete más de lo que aparenta ya que los espectadores se verán reflejados, emocionarán, reirán y amarán a los personajes. Una representación que promete verdad, vísceras, comedia y amor, toneladas de amor.
Antes de su estreno en Zamora, EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León ha querido hablar con Teresa y Mara para que desvelen un poco más de esta exitosa propuesta teatral, de la vida, de su activismo y, como no, de las magdalenas de Corrales.
Pregunta.- ¿Qué es ‘Gordas'?
Teresa.- Primero, 'Gordas' es una comedia. Es una obra es para ir a despejarse y a pasar un rato divertido. Pero luego, sobre todo, es una muestra de distintos personajes que interpretamos para gente como yo. Al final, tanto Mara como yo, siempre nos han encasillado en típicos papeles que la gente percibe como 'cuerpos malos', que no tienen nada que ver con nosotras y no nos gustan. Aquí hacemos hasta diez papeles diferentes y es un gustazo. Es un entramado de escenas que, tal vez, no tienen nada que ver entre sí, pero, finalmente, tienen un sentido y se puede conectar con ellos.
P.- ¿Cómo nace una obra como ‘Gordas’?
Teresa.- Básicamente ha sido cosa de Carlos Mesa, dramaturgo y director de la obra, que es un muy buen amigo. Él vivió conmigo todo mi 'boom' en redes sociales, tanto la parte positiva como la negativa. Ha estado muy atento a todo lo que he contado por ahí. Y a raíz de mis vivencias, un día tuvo la idea de hacer una obra sobre mí. Literalmente me dijo "voy a hacer una obra sobre ti, sobre gordas". Y así salió esta obra maravillosa, completa, con una dramaturgia muy reivindicativa, pero también muy fina y graciosa. Es un diez. Yo no podría haber escrito algo así porque tengo la herida, por así decirlo. No podría haberme abierto así; pero él sí.
P.- Además, se da la circunstancia de que Carlos es todo lo contrario físicamente a ustedes. Es un chico especialmente delgado, ¿le ha podido servir eso también porque su cuerpo haya sido juzgado?
Teresa.- Supongo que desde el otro lado también hay parte de esa herida. Porque aquí se meten tanto con los que estamos gordos como con los que están excesivamente delgados. Es algo que siempre intentamos reivindicar. No es una obra para gente gorda, sino para hacer ver que siempre existe ese temor de "tengo celulitis, tengo ojeras, infrapeso o sobrepeso". Da igual, hay escenas en las que reivindicamos todo tipo de cuerpos que están, digamos, fuera de la norma.
"Nadie se puede salvar de la justicia estética"
P.- Habla de una norma estética, pero tengo la sensación de que incluso quienes están dentro de sus cánones también sufren juicio en algún momento.
Teresa.- Totalmente. Nadie se puede salvar de la justicia estética. Por eso, nosotros intentamos acabar con estos mandamientos en los que se supone que tienes que intentar entrar en un molde. Y, al final, algo que queremos reivindicar las personas con sobrepeso, las personas gordas, los activistas contra la gordofobia, es que es lo que a una persona normativa le puede pasar en un momento concreto de su vida, a nosotros nos pasa en el 80% de nuestra vida. Por eso intentamos que a las personas normativas les caiga el peso de la reflexión sobre sus hombros, que puedan darse cuenta de que nosotros tenemos muchos problemas como el de encontrar un empleo, mantener una pareja, vestirnos, tener un ocio... Ósea, son muchas cosas que sufrimos y vivimos a diario y queremos que terminen.
P.- Tres temporadas en Madrid arrasando en cada pase en los Teatros Luchana y una gira por más de 30 ciudades españolas. Parece que la obra ha gustado y era necesaria.
Teresa.- Yo creo que, al final, ha gustado mucho porque es muy buena obra. Es una buena comedia que la gente disfruta. Hemos podido torear a todos los públicos, porque tanto si gusta el teatro, como si quieres desconectar, o si te afecta el tema porque siempre lo has llevado a tus hombros, te lo vas a pasar bien. Además, es un espacio seguro para todos.
P.- ¿Qué ha significado la obra y este éxito para ustedes?
Teresa.- Un cambio de vida. Yo soy otra persona completamente distinta a la que empezó a interpretar 'Gordas'. Estaba trabajando como operadora en El Corte Inglés y ha llegado un momento en el que no podía compaginarlo más y tuve que dejarlo. Era la primera vez que podía subirme a las tablas de un teatro, después de 27 años, currando y formándome en absolutamente todos los cursos que encontraba. Es muy curioso que lo primero que haga en un escenario tenga tantísimo un éxito y sea una obra tan personal. Ha sido un cambio de vida. Luego al tener más tiempo libre, que no es un trabajo de 42 horas semanales, he podido empezar a crear contenido en redes sociales; y de ahí han llegado mis dos libros.
Mara.- Para mí ha sido mi primera puerta abierta como actriz y, por supuesto, ha sido el proyecto que creo que más va a marcar mi vida. Ha sido el primer proyecto en el que he trabajado profesionalmente como actriz y encima con un mensaje que realmente es mi bandera. Es un proyecto que siempre va a ser muy importante para mí. Además, cuando ves la recepción del público, cómo les llega el mensaje y cómo les ayuda, y les sana, sientes que es importante lo que estás haciendo. Somos una compañía que teníamos mucha ilusión por este proyecto y, lógicamente, confiábamos en que lo que hacíamos tenía un propósito muy grande, pero lo hemos confirmado al interactuar con la gente, cuando te dicen lo que les ha cambiado la vida tras ver la obra. Eso es súper bonito como actriz.
"Me han llegado papeles que lees el guion y flipas. Una y otra vez perpetuando el papel de la gorda buena, la gorda simpática, la gorda que ama en silencio, la chabacana..."
P.- La premisa de la obra es que sois actrices con cuerpos no normativos que se ven en la problemática de no poder interpretar papeles que vayan más allá del personaje de “chica gorda”. ¿Esto les pasa habitualmente en la vida real?
Teresa.- Sí, es muy fuerte. Me han llegado papeles que lees el guion y flipas. Una y otra vez perpetuando el papel de la gorda buena, la gorda simpática, la gorda que ama en silencio, la chabacana... Todo en halo de suciedad, de poco cuidarse, flipante. Creo que hay muchas historias que se pueden contar desde cuerpos gordos y eso es lo que queremos predicar con esta obra.
Mara.- Sí, la verdad es que sí. Pero también creo que se están abriendo unos horizontes y se empiezan a ver personajes con narrativa propia. Aunque es cierto que no es algo que pase mayoritariamente todavía. Además, creo que es algo que no solo pasa a las chicas gordas, sino a cualquier persona LGTBI o con una identidad de género no binaria. Somos personas que hemos vivido en esa cosa de que no casar en el perfil, y todavía muchas veces la ficción quiere representarnos desde un lugar muy estereotipado, sin entrar en la diversidad. Pero yo soy muy optimista en este sentido y creo que poco a poco se van a ir abriendo más espacios, aunque es cierto que lógicamente es complicado.
P.- Esto significa que no hemos superado los estereotipos como Celina en 'Rebelde', Yoli en 'Los Serrano' o Bridget Jones.
Teresa.- Vamos mucho mejor porque están apareciendo personajes que son muy chulos. Por ejemplo, está Penélope en Los Bridgerton, que es una absoluta pasada y una delicia. Además, la actriz que la interpreta, Nicola Coughlan está haciendo una obra de teatro buenísima. También está Gonzalo Caps en 4 Estrellas, una telenovela diaria en Televisión Española, que tiene un personaje que es una pasada. Creo que estamos mejorando, queda mucho por superar, pero vamos rompiendo moldes.
Mara.- Total. Creo que, afortunadamente, ya no nos sirven según que cosas. Creo que el activismo contra la gordofobia está haciendo una labor increíble. Lo estamos viendo ahora mismo Operación Triunfo, por ejemplo con Bea, fíjate qué diferencia con Rosa. En su edición se nos vendió todo un show en torno a su cuerpo, su dieta, se hablaba de ello en las galas, y ahora es impensable algo así. De Bea solo se habla de querer explotar su potencial, como del resto de los concursantes; y tampoco se la viste en las galas siempre de negro, con vestidos como si fueras sacos. Se la ve sexy, con diferentes outfits. Creo que estamos viendo el fruto del activismo contra la gordofobia. Me alegro de que ya no sea habitual un personaje como Celina, donde se normalizara que se daba atracones porque un chico no le hacía caso; o a Yoli, que se la presentaba fea y poco atractiva. Ahora falta que los personajes con cuerpos no normativos tengan tramas y no se queden en un segundo plano. Que puedan ser protagonistas y tener una relación en la historia.
P.- Les voy a dar tres personajes más actuales con cuerpos gordos y me dice si le parece que repiten estereotipos y si le gustan o no: Amy la gorda, de ‘Dando la nota’; Kat Hernández de ‘Euphoria’; y Rae Earl de ‘My Mad Fat Diary’.
Teresa.- No le compro nada a Amy. Sigue perpetuando lo que hablábamos antes del chabacanísimo más absoluto, de la mujer que babea por un hombre exageradamente y que tiene que forzar ser graciosa y tener una energía para que se compre su personaje. A mí no me gusta. Además, es el rol que suele tener la actriz Rebel Wilson en cada película que hace. No sé si es que eran los únicos papeles que le dan o que así ha decidido aceptarlos para participar en la industria americana, porque no le quedaba otra. No me molestaría si tuviéramos otras cincuenta opciones distintas de mujer gorda, pero cuando este es el único que se ofrece, no me gusta.
En el caso de Kat me encanta muchísimo porque todo es distinto en ella. Me encanta su look, su forma de ser, sus tramas... Aporta cosas distintas y es inspiracional. Además, la actriz abandonó la serie cuando quisieron crear tramas con su personaje que iban a añadirle un TCA y no le gustaba la forma, lo cual me parece estupendo.
Y Rae Earl... No tengo palabras. Es que es una serie que ha abrazado a todas las gordas del mundo. Es una serie muy dura y muy jodida de ver, pero es a la vez un abrazo calentito para todas nosotras. No sé cuántas veces la habré visto. Es una serie literalmente para nosotras y me encanta la elección del personaje y todo lo que supone.
Mara.- Pues yo te digo la verdad, no he llegado ni a ver 'Dando la nota', porque precisamente con lo que sé sobre el personaje me genera una dualidad, en la que no sé qué me voy a encontrar. Sé que perpetua bastante ese estereotipo, entonces me da rechazo verla, pero prometo que la veré para saberlo por mí misma. Sobre la propia actriz, Rebel Wilson, su caso pasa mucho en el mundo artístico, que te encasillan y cuesta mucho salir de ahí, es muy complejo.
Sobre Kat puedo decir que me gustó mucho su personaje, pero es cierto que no me acaba de convencer esa forma en la que plantearon que las personas gordas tienen que vivir su sexualidad escondidas, con vergüenza. Me encantaban los looks de Kat, su maquillaje, su ropa, que era súper extravagante, le daba igual llamar la atención, y de ahí muchas cogimos inspiración para nuestra propia forma de vestir. Pero no me gustó que perpetuaba esta cosa de que una persona gorda no puede ser segura de sí misma, y encima tiene que vivir su sexualidad escondida. Es un 50-50 con ella. Sobre Barbie Ferreira y el abandono de la serie me parece muy valiente y generoso con el resto de actrices. En un mundo tan sumamente volátil como el artístico, que hoy estás arriba y mañana te quedas en paro tres años, me pareció honorable que ella dijera, "yo voy a hacer esto". Creo que es un legado que teníamos que coger el resto de las actrices y decidir que quieres contar. Porque nosotros nos entregamos el cuerpo y el alma a los personajes, y dejamos una huella en ellos.
Y 'My Mad Fat Diary' creo que ha abierto una veda muy importante, ha sido como la primera historia en contar la realidad de una persona gorda, con esa crudeza también. Creo que, por supuesto, se perpetúan estereotipos, pero es el fin de esa serie, con el objetivo de que se entienda lo que vivimos los personajes gordos y se entienda lo que es. Creo que si entiendes a un personaje, lo puedes tener en cuenta para que se elimine esa violencia. Cuando la historia lo justifica, a mí no me parece del todo mal. Es un poco lo que pasa también con 'Gordas', desde el humor justificamos muchos aspectos para explicar que "yo puedo hacer esto, puedo hacer mucho más y tengo algo que contar". Creo que es para que la gente reflexione también.
"Simplemente existo y no por ello hago apología de la obesidad. Yo no le digo a mis seguidores que no se alimenten bien, que no se muevan, que no hagan ejercicio"
P.- Entre las dos suman un millón de seguidores en redes sociales, donde hacéis activismo contra la gordofobia. En España tienen otras compañeras también con muchos seguidores como Noa Sánchez, Nora Loot, Perra de Satán o Andrea Compton, que reivindican los cuerpos no normativos. Pero se sigue escuchando que lo que hacéis es promover hábitos poco saludables, incluso peligrosos, que queréis normalizar la obesidad… Queda mucho camino, ¿no?
Teresa.- Sí, porque es un tema muy complicado y complejo de hablar con la desinformación que ha habido desde hace tantos años. A mí me ha ocurrido en mi propia casa con mi madre, de decirme "no comas un plátano que engorda" y yo le decía "¿cómo va a engordar un plátano?". Es muy difícil cambiar algo que lleva tantos años arraigado en la sociedad. Pero creo que la clave está en entender que la mujer gorda existe y tengo mis derechos. Simplemente existo y no por ello hago apología de la obesidad. Yo no le digo a mis seguidores que no se alimenten bien, que no se muevan, que no hagan ejercicio, que coman comida basura, ni mucho menos. Eso es el titular fácil, con lo que prefieren quedarse. Nosotras estamos en el punto de estar dispuestas a escuchar, debatir y hablar, no tenemos la verdad absoluta sobre todo, pero desde luego estamos en el buen camino.
Mara.- Sí, queda mucho camino, principalmente en el discurso en sí. Como activistas o divulgadoras tenemos que ser consecuentes con que si realmente queremos tomar una posición política en cuanto a lo que la relación con nuestros cuerpos se refiere, y queremos tener un discurso que defienda los derechos humanos de las personas, también nosotros tenemos que partir de la base de aceptar nuestro discurso, y aceptar lo que estamos hablando y la importancia de lo que estamos hablando. Claro que queda muchísimo camino, pero yo insisto en ser optimista en que estamos consiguiendo grandes cosas. Creo que estamos poniendo el activismo contra la gordofobia y el término 'gordofobia' en espacios donde nunca antes se había puesto, y creo que eso es lo verdaderamente importante, lo que hemos logrado realmente.
"Como persona gorda he tenido situaciones muy violentas en la consulta médica y vivo con ese miedo a tener que ir al médico, a ver cuál me toca, cómo me trata y a ver cómo va"
P.- Cuando Teresa habla de esa estructuralidad, es que esta llega a algo tan fundamental como la sanidad.
Teresa.- Es muy fuerte. Evidentemente, existen estudios médicos a día de hoy que intentan desmitificar algunos conceptos gordofóbicos. Pero siguen perpetuando ideas de ese estilo en las consultas médicas, donde dan por sentado muchas cosas. Yo soy incapaz de ir al médico y que no me recomienden lo primero que haga deporte y baje de peso. Y yo pienso "pero si ni me ha preguntado qué tipo de vida o de hábitos llevo, ni cuál es mi alimentación". En ningún momento se interesan por mis hábitos, dan por sentado muchísimas cosas y así no se puede diagnosticar. Es que yo he ido al médico por un dolor de oído y me han dicho que pierda peso. Es muy fuerte. Luego nos preguntamos de dónde vienen los 'maravillosos' TCA.
Mara.- Como persona gorda he tenido situaciones muy violentas en la consulta médica y vivo con ese miedo a tener que ir al médico, a ver cuál me toca, cómo me trata y a ver cómo va. Y esto es algo muy generalizado. Y no solo eso, sino que hace un par de años hice un vídeo recogiendo cientos de experiencias en la consulta médica de muchas personas gordas y recibí más de 400 correos electrónicos. La realidad es que hay mucha gente sufriendo con el tema de la sanidad. No debemos olvidar que quien se pone delante de un médico son personas. Y es algo que en general en la sociedad actual hemos olvidado completamente. Hemos deshumanizado a las personas en categorías: por enfermedades, síntomas, diagnósticos, y nos olvidamos de que tenemos una persona.
Entonces, lejos de ser una crítica a todos los sanitarios, es una crítica al sistema. Los médicos no pueden tener 10 minutos por paciente, con una sobrecarga de trabajo brutal. Los médicos no pueden hacer turnos de 48 horas seguidas, no pueden haber tan pocos profesionales de salud mental en la sanidad pública. Porque nos lo deben como ciudadanos.
Además, creo que las personas que han tenido la generosidad de elegir medicina como su profesión, con vocación de salvar vidas, también deben tener la perspectiva de querer mejorar como profesional y no tener miedo a mejorar. Y creo que esa es la cuenta pendiente que tienen muchos sanitarios, sobre todo con la comunidad gorda, pero también con otras como la LGTBI, las personas no binarias, y especialmente las personas transexuales. Tienen que hacerse una gran revisión para no seguir perpetuando estigmas.
P.-Mara, usted sufrió un TCA, desde su experiencia y las que haya podido conocer en estos años, ¿también hay prejuicios y estigma para las personas gordas cuando sufren un trastorno alimentario?
Mara.- Por supuesto, todavía sigue siendo así. Lo primero que aún se sigue dudando de algunos pacientes mienten. Se sigue pensando que las personas gordas no pueden tener un TCA, porque se asocia a cuerpos delgados. Muchos sanitarios no te creen cuando les dices lo que te pasa, se creen que la solución para ti es adelgazar. Es algo que le pasa a tantísimas personas que acuden por ansiedad u otra patología y lo que dicen es "adelgazando se te pasará". Seguimos mucho en la idea de que los cuerpos gordos no pueden ser felices y que las personas gordas tienen que rendirse a la idea de adelgazar como sea y ya está. Me sorprende que la propia comunidad médica no tenga más información con el tema del TCA y no sepan cómo abordar ese tema, cómo informarse y actualizarse en cuanto al TCA.
"En una corporalidad gorda siempre se considera que hay un trastorno por atracón. De hecho, hay personas que en medios de comunicación que han asegurado que las personas gordas son comedoras compulsivas. Y eso es mentira rotundamente"
P.- ¿Os ocurre a menudo que acudan por un trastorno de conducta alimentaria y siempre se dé por supuesto que tiene que ser anorexia por atracón?
Mara.- En una corporalidad gorda siempre se considera que hay un trastorno por atracón. De hecho, hay personas que en medios de comunicación que han asegurado que las personas gordas son comedoras compulsivas. Y eso es mentira rotundamente. Porque hay más de cien factores relacionados con la anorexia y no podemos reducir todo malo a eso porque es que es absurdo. Entonces, sí, efectivamente, hay ese estigma porque no se investiga lo suficiente qué pasa con los TCA y las personas gordas. De hecho, la medicina recoge más del 97% de diagnósticos de anorexia en personas gordas es 'atípica'. Más del 97% y se considera atípico porque todavía hay muchísima gordofobia en la sanidad y en la comunidad médica. Tienen que revisarse si quieren avanzar de alguna manera como sociedad.
P.- ¿Creen que las redes sociales han roto esa hegemonía del cuerpo normativo que dominaban los medios de comunicación convencionales?
Teresa.- Sí y no, Es que al final lo bonito que tienen las redes sociales es que están tan cerca que la gente puede elegir qué ver y dónde informarse. Lo cual a la vez es una putada porque también pueden solo perpetuar sus propios prejuicios. Pero sí, sin duda es una ventana que antes no teníamos sin ninguna duda.
P.- ¿Cómo de necesario considera que sería que esto que ustedes hacen en forma de divulgación y reivindicación formara parte del sistema educativo español?
Teresa.- Ojalá. Es que no tengo más que decir que ojalá. Además, lo ampliaría a todo lo que tiene que ver con la salud mental. Porque creo que esto es mucho más amplio y nuestra lucha es un pedacito de algo mucho más grande que tiene que cambiar. Necesitamos cambios estructurales y lógicamente la educación puede cambiar este tipo de cosas.
Mara.- Yo creo que más que poner la responsabilidad en los jóvenes y la infancia, que son personas que están completamente informadas ya y que tienen una inocencia y que son genuinos, creo que la responsabilidad está en los adultos. Creo que es muy fácil mirar cómo va la escuela y decir "vamos a incluirlo en la educación", pero los que imparten esa educación son adultos, que ya están formados que ya tienen sus creencias en su cabeza. Esos son los que tenemos que intentar también que vean otro discurso. Y luego, por supuesto, que se den las ideas que se tengan que dar a los niños y a los jóvenes sobre el respeto hacia las personas y todo lo que ya se empieza a hacer, y que es importantísimo. Pero sobre todo creo que los adultos tenemos que cambiar ese discurso y entender el peligro que es seguir perpetuando determinadas creencias.
P.- Hace poco Mara estuvo precisamente dando una charla a los concursantes de Operación Triunfo. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Mara.- Increíble. Todavía creo que no me lo creo. Fue maravilloso, fue muy bonito. Me siento súper agradecida porque siento que son un grupo de concursantes que tienen muchísimas inquietudes, que hablan mucho de estos temas y que, a veces, han manifestado sus inseguridades y sus complejos en el directo. Así que solo pude transmitirle lo válidos que son y lo importante que es que ellos compartan sus experiencias para los seguidores que ya tienen.
"La gente está muy distorsionada y traumatizada con sus cuerpos y tienen una horrenda relación con ellos"
P.- Durante ese encuentro con los concursantes hizo una pregunta sobre cuántos habían sufrido alguna vez inseguridad por sus cuerpos y a excepción de dos concursantes, todos levantaron la mano. Y eso que en su mayoría son muy jóvenes y con cuerpos ‘normativos’, ¿es llamativo, no?
Mara.- Esa es la realidad de lo que está sucediendo. La gente está muy distorsionada y traumatizada con sus cuerpos y tienen una horrenda relación con ellos. Al final, a mí me conectaba precisamente con una sensación como de injusticia y de tristeza de pensar que son tan jóvenes, bellísimos, talentosísimos y se están fijando en si sus cuerpos son de tal o cual forma. Fue llamativo, pero es mi pan de cada día.
P.- Les habló de un concepto que me parece muy interesante y es ‘tener compasión por nosotros mismos’. Se habla mucho de ser amables con los demás, no hacer bullying, etc., ¿pero se nos olvida tratarnos bien a nosotros mismos?
Mara.- Efectivamente, sí. Tenemos una cuenta pendiente con cómo nos hablamos, nos tratamos y como de amigas somos de nosotras mismas. Al final la persona que vas a tener que compartir toda tu vida eres tú. Entonces, tienes que decidir ya hoy mismo, en este momento qué tipo de relación quieres tener contigo porque es que la vida se pasa y nos la pasamos odiándonos.
"Es emocionante saber que el trabajo que hacemos está ayudando a tantas personas"
P.- ¿Les suele pasar al final de la obra que espectadores compartan con ustedes experiencias removidos por lo que han visto?
Teresa.- Sí, muchísimo. Nos esperan tras la función y se te abrazan, se te echan a llorar contando cosas. Vienen con amigos o les ha traído su madre y ella es la que nos dice "gracias por lo que habéis contado, porque ya no sabía qué hacer con ella". Y te quieres morir de amor porque te dicen que has sido un cambio radical en sus vidas. Te tienen como referente y eso me recuerda a cuando yo sentía a igual a Bea (Perra de Satán). Yo era una niña superperdida. Ella y el resto de compañeras de Welovesize me cambiaron la vida porque trataban de todo eso que yo sentía, se mostraban, hablaban de moda, de relaciones, de situaciones que vivimos siendo gordas. Y es muy chulo que ahora acudan a nosotras.
Mara.- Sí, la verdad es que nos pasa bastante. Es emocionante saber que el trabajo que hacemos está ayudando a tantas personas. Nos cuentan de todo. Hay personas que dicen "he llorado toda la obra", otra que "he llorado y he reído". Tenemos mucha gente que siempre dedica un momento para decirnos qué les ha parecido y cómo lo han disfrutado. Es algo maravilloso. Estamos muy agradecidas con los espectadores que hemos tenido hasta ahora, porque la verdad es que nos han motivado mucho a seguir y, sobre todo, porque hemos visto el resultado que puede tener nuestra obra. Hace poco nos escribió una persona que vino a vernos y nos dijo que había sufrido una ruptura muy reciente tras una relación muy larga y que era la primera vez que se reía. Es algo muy precioso poder hacer esto con la cultura y con el arte. Es muy emocionante influir así en la vida de alguien con una obra de una hora y cuarto.
"Yo me defino como gorda porque he crecido como persona gorda. Es lo que la vida me ha dado y no voy a renegar de ello"
P.- ¿Cómo es el proceso para que ‘gorda’ pase de ser un insulto a que forme parte de sus vidas sin que sea ofensivo o duela?
Teresa.- Creo que sin lugar a dudas la terapia es fundamental. Pero no todo el mundo se lo puede permitir, desgraciadamente. Es con grandes dosis de amor propio y de invertir mucho tiempo en tu autoestima cuando la palabra pierde el peso como insulto. Yo me defino como gorda porque he crecido como persona gorda. Es lo que la vida me ha dado y no voy a renegar de ello, sino que me adueño del concepto para contar mi historia.
P.- Ya que es su primera vez en Zamora, ¿qué pueden decir al público zamorano para que se animen a ir al Teatro Ramos Carrión?
Teresa.- Se van a divertir mucho, se lo van a pasar en grande porque es una obra muy divertida. Además, de regalo se van a llevar un mensajito muy potente y muy necesario.
Mara.- Pues mira, yo estoy segura de que el público zamorano es disfrutón, que le gusta pasarlo bien y en esta obra eso está asegurado. Creo que es un planazo para el viernes noche y tenemos muchísimas ganas de conocer Zamora y de estar allí con vosotros y con vosotras. Y yo considero y estoy convencida de que son una gente diferente, ¿no? Y si es así, que me lo demuestren porque se lo van a pasar en grande y, además, se van a llevar a un aprendizaje y eso siempre viene bien.
P.- ¿Conocen Zamora? ¿Van a poder dar una vuelta por la ciudad?
Teresa.- No la conozco, pero tengo muchas ganas. Venimos con el tiempo muy justo, porque tenemos función el fin de semana, pero espero que nos dejen tiempo para conocerla. Además, me tengo que llevar sí o sí unas magdalenas de Corrales, después de escuchar tanto a Bea hablar de ellas, no me voy sin unas.
Mara.- Teresa está creando un 'hype' con las magdalenas de Corrales que al final nos vamos a llevar un saco. Yo también estoy deseando ir y comprar un saco para probarlas.