Agentes de la Policía Nacional han desmantelado una sofisticada red criminal acusada de estafar alrededor de 10 millones de euros a través de una serie de actividades fraudulentas, que incluyen el impago de préstamos, el blanqueo de capitales y la pertenencia a un grupo delictivo organizado. La operación, que ha culminado con la detención de cinco personas en las provincias de Zamora, Málaga y Madrid, ha sido resultado de una exhaustiva investigación llevada a cabo tras recibir múltiples denuncias de entidades bancarias, financieras de vehículos y proveedores de productos electrónicos.
Según las autoridades, el modus operandi del grupo delictivo era altamente elaborado. Inicialmente, adquirían sociedades que utilizaban para realizar facturaciones cruzadas con otras empresas investigadas, aparentando así un crecimiento artificial del volumen de negocio. Este incremento ficticio de la actividad empresarial servía para obtener financiación y préstamos de entidades financieras y proveedores, a los cuales no tenían intención de devolver.
La investigación reveló que el grupo criminal también se valía de testaferros, incluyendo extranjeros, personas con discapacidad, y enfermos mentales o físicos para ocultar la verdadera identidad de los responsables y dificultar las acciones legales en su contra. Una vez obtenían la financiación deseada, realizaban compras de vehículos y productos electrónicos de alto valor, sin abonar los pagos correspondientes, para luego revenderlos en el mercado negro o en países extranjeros como Francia y Portugal.
Otro aspecto de su estrategia fraudulenta incluía la manipulación de concursos de acreedores, donde declaraban intencionadamente la quiebra de las empresas para evitar las consecuencias legales y financieras de sus acciones. Se sospecha que inflaban el valor de sus activos mediante prácticas fraudulentas antes de iniciar estos procesos legales.
La operación policial concluyó con la detención de cinco individuos en diversas localidades, incluyendo tres en Zamora, uno en Móstoles y otro en Benalmádena. Además, el juzgado de Madrid a cargo del caso ha imputado a otras ocho personas, quienes comparecerán ante la justicia para responder por su presunta participación en la red delictiva.