De Zamora al sol. Podría ser un eslogan publicitario, pero es un resumen muy superficial de la vida de una de las científicas españolas más importantes de nuestro país. Ella es Charo Eras. Nacida en 1950 en el popular barrio de San Frontis, "porque antes las madres iban a dar a luz a casa de sus padres", aunque pronto se desplazó a Medina del Campo (Valladolid), donde sus padres ejercían de maestros. Su padre era de Luelmo de Sayago, al igual que su abuela, y no le duelen prendas en admitir que física y mentalmente guarda buena genética de la férrea mujer sayaguesa.
Tuvo que necesitarlo, porque esta mujer se convirtió en una pionera (aunque no le gusta que se lo llamen) en un campo donde, en los años 50, las mujeres no pisaban demasiado: la ciencia y la física. Pero ella no solo se hizo un hueco en el lugar, sino que su tesis doctoral de 1981 la convirtió en una pionera sobre la energía solar, cuando presentó su trabajo para la conversión fototérmica de la energía solar, a través del colector solar integrado en las instalaciones de los edificios como generador térmico. Todo un avance para la utilización en el agua caliente sanitaria de los edificios.
Científica, investigadora y física española, Charo ha sido reconocida por su destacada labor en el campo de las energías renovables y la eficiencia energética en la construcción. Durante su carrera, ha ocupado puestos científicos muy relevantes, incluyendo la presidencia de la Real Sociedad Española de Física entre 2009 y 2013. Su incansable trabajo ha sido ampliamente premiado, destacando su compromiso con el medioambiente y la innovación tecnológica.
En el año 2013, fue galardonada con el Premio Castilla y León de Protección del Medioambiente, otorgado por la Junta de Castilla y León, en reconocimiento a su papel pionero en el impulso de investigaciones fototérmicas en España, las cuales han contribuido significativamente al desarrollo de la tecnología de colectores solares integrados en edificaciones. Estas investigaciones han sido fundamentales para mejorar la eficiencia energética de los edificios y promover entornos urbanos más sostenibles.
Además, ha sido distinguida con varios premios a lo largo de los años, incluyendo el premio ICAL al compromiso humano y el premio Mujer top 100 en la categoría de académicas e investigadoras. Su compromiso con la divulgación y promoción de las energías renovables la llevó a cofundar en 2010 la Fundación Renovables, una iniciativa que busca sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de estas fuentes de energía.
A sus 73 años, Charo Heras continúa contribuyendo al avance científico como investigadora emérita en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, desde que se jubilara oficialmente en mayo de 2020. Su legado perdurará como inspiración para futuras generaciones y ha regalado una extensa charla a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y Léon que les ofrecemos a continuación.
Pregunta.- Nació en 1950 en Zamora, una época en la que era complicado que las mujeres pudieran estudiar y más en llegar a soñar en ser científicas. ¿Dé dónde le vino esta pasión por la ciencia?
Respuesta.- Yo procedo de una familia de docentes, mi madre y mi padre daban clase, así que el tema de que la mujer trabajara yo lo tenía asumido de siempre. Y sobre la parte científica, es que cuando yo estaba en Medina del Campo haciendo bachiller elemental con 13 años, la profesora de física y química nos bajó un día al laboratorio, y yo vi aquello del péndulo, del plano inclinado, y dije 'a mí esto me gusta'. Mi familia era profesional, liberal, maestros por vocación, que habían estudiado en la Escuela Normal en Zamora, que estaba entonces en la biblioteca pública. Para mí, la 'rara' en esos casos era mi madre, que acabó la carrera en 1937 y con 20 años se fue de maestra a la desaparecida Argusino de Sayago, cuando todos los hombres estaban en la guerra. La pionera era ella. En 1950, que yo estudiara en mi casa lo normal. A mí no me hacían ninguna diferencia en ese aspecto con mi hermano. Porque ellos eran profesionales de la docencia.
P.- Usted se licenció en Ciencias Físicas en la Universidad Complutense de Madrid en 1975, por aquellos años supongo que no era habitual que una mujer estudiase una carrera de ciencias. ¿Cómo vivió eso? ¿Cómo la trataron por aquel entonces?
R.- Es cierto que no éramos muchas mujeres. En la especialidad geofísica o meteorología, que es lo que ahora se llama física del aire, éramos 57 alumnos de los cuales 50 eran chicos, y 7 chicas. Y era de las especialidades que más chicas había porque, por ejemplo, en física fundamental había menos gente.
P.- ¿Cómo la trataron por aquel entonces?
R.- La verdad que personalmente, yo no he notado ningún menosprecio, ni ninguna situación rara por ser mujer. Puede ser que porque soy alta y grande, puede que por los genes de Sayago, me he salido siempre de lo normal de las chicas, ¿sabes? Siempre he sido en los cursos, de las más pequeñas de edad, pero de las más grandes físicamente, porque soy así.
"A lo largo de mi vida, he tenido que soportar muchas cosas y tomar decisiones difíciles como científica"
P.- ¿Cree que le ha costado más que al resto de sus compañeros hombres ver reconocidas sus aportaciones científicas que al resto de sus compañeros?
R.- Va mucho en la manera de ser de cada una, aunque es cierto que he tenido que aguantar mucho más que los chicos. Porque en aquellos años no es como ahora, que es el científico está bien considerado en los medios y la sociedad. En aquellos años no era tan normal. A lo largo de mi vida, he tenido que soportar muchas cosas y tomar decisiones difíciles como científica, pero si yo actúo sobre un tema científico y digo esto 'es blanco', es que es blanco, por mucho me lo quieran decir lo contrario. En ese aspecto sí que tengo las ideas muy claras y las sigo teniendo. Y aunque ya esté jubilada, sigo dando charlas, escribo artículos... Vamos, que sigo metida en este mundo mientras, como siempre digo, Dios y la salud me lo permitan.
P.- Ahora se tiene un conocimiento de la física, del espacio y del universo bastante amplio. ¿Cómo se abordaban las investigaciones científicas por aquella época? Cada descubrimiento sería fascinante.
R.- Primer te diré que es la sociedad y los medios de comunicación hablan mucho de la ciencia ahora mismo. A veces veo a científicos en televisión o leo en la prensa personas que hablan sin saber. Yo si no tengo idea de un tema, no hablo de ello. Pero ahora hay muchísima gente que veo en televisión y pienso '¿pero que barbaridades están diciendo?'.
Aunque ahora a los científicos nos tienen bien considerados públicamente, en aquellos años éramos los raros. Yo acabé la carrera, empecé a trabajar en física, en el departamento de termodinámica, y esto lo recuerdo siempre, termo de temperatura, dinámica de movimiento. ¿Por qué hago esta aclaración? Pues porque a lo largo de mi vida como física, trabajando en el tema de energía y de eficiencia energética, he tenido que escuchar muchas veces que la energía es un parámetro ingenieril, y yo siempre digo, vamos a ver, '¿cómo que es un parámetro ingenieril?' Los ingenieros tienen su parte, sí, en el tema de energía, pero también los científicos, los físicos. Nosotros tenemos una asignatura en el segundo de carrera que, es la que luego yo he ejercido toda mi vida, de termodinámica.
Por eso te digo empecé a trabajar en el departamento de termodinámica en la Facultad de Física con un contrato, que entonces se nos llamaban profesores no numerarios, o sea, los temporales. Se creó un grupo sobre estudios de energía, todo lo que se llamaba energía solar, lo que ahora se llama energías renovables, que en aquellos momentos se llamaba energías alternativas, que no nos gustaba nada, porque 'alternativa' en castellano, es que parecía que íbamos a cambiar la energía solar por la de los combustibles fósiles, pero no tiene nada que ver. Son cosas distintas. El tema es poder utilizar todas.
Mi trabajo de tesis doctoral, desde el año 76, que estamos trabajando en la consulta, hasta el año 81, que la leí, fue sobre catadores solares para agua caliente sanitaria, lo que ahora es obligatorio poner en las pilas nuevas, intentar utilizar el sol para calentar agua. En aquel momento éramos el grupo de termodinámica, el grupo de energía solar éramos el orden de 16 personas, y en el año 86, salió la plaza de científico en el Ciemat, el Centro de Investigación Energética, Medioambiental y Tecnológica, me presenté, y me concedieron la plaza. Desde el 86 hasta que me he jubilado en 2020 estuve trabajando en el Ciemat como científica.
"En ciudades como Copenhague o Glasgow, que no tienen las mismas condiciones climáticas que las nuestras, se utiliza mejor la energía solar que en España"
P.- La energía solar siempre ha sido su eje central. ¿Tuvo siempre claro que ese era el futuro de la energía? ¿Qué respuesta obtuvo de la comunidad científica?
R.- Sí, y más a medida que ves como utilizan la energía solar en países como Suecia o Dinamarca. Hay ejemplos claros de edificios en la Unión Europea de energía cero o posible cero convencional. Hablo de energía solar en los edificios. En ciudades como Copenhague o Glasgow, que no tienen las mismas condiciones climáticas que las nuestras, se utiliza mejor que en España en muchos aspectos.
P.- Entonces, creencia de que los países nórdicos, con muchas menos horas de sol, lo aprovechan mejor que nosotros. ¿Es cierta?
R.- Sí, están utilizándola mucho más que nosotros. Lo que hay ahora mismo en mente la Unión Europea, que ya no solo se habla de energía, sino de ahorro de energía, lo que se habla es de eficiencia energética. La eficiencia energética es utilizar la energía que necesitas. Y en España, ya no solo hablo de energía renovable, si no hablo de energía de cualquier tipo de energía, aunque sean las convencionales, lo importante es utilizar la que necesitan, a través lo que se llama eficiencia energética, y no derrochar. Y que la gente utilice la energía que tenga a mano. En España, se habla mucho de energías renovables, estamos hablando de que ahora vas por cualquier campo en Zamora, y ves muchos campos de energía, que son las fotovoltaicas o los aerogeneradores. Pero ojo, eso no es toda la energía renovable. Las energías renovables que hay que utilizar son las que tú tengas y puedas. En Casilla y León tenemos mucha energía renovable. Podemos utilizar la geotermia, la aerotermina, la hidráulica...
Entonces, el tema es que de lo que habla la Unión Europea, cuando se refiere a eficiencia energética y energías renovables, es que se hibriden distintas energías, que quiere decir que si yo en mi casa puedo utilizar lo que siempre en Castilla y León hemos utilizado, el tema de las calderas con las castañas de piñón, utilicémoslo como biomasa, porque es una energía renovable igual. Te pongo ese ejemplo, pero te puedo poner cualquiera de los ejemplos que tú puedas tener en casa. Bien sea orientar tu casa de tal manera que durante el día no le entre el sol por la ventana, o que se ponga un buen toldo para que no le entre el sol. Eso es lo que se llama energía solar pasiva, que eso es lo que yo, cuando empecé la Unión Europea, se llama arquitectura bio-climática, es decir, crear los edificios teniendo en cuenta el clima. Eso es lo que yo creo que ahora mismo la Unión Europea está potenciando y en España todavía ahí hay mucho que hacer.
P.- Usted lleva investigando y desarrollando las renovables desde los 80 y aún los combustibles fósiles siguen dominando el mercado energético. Detrás de esto hay grandes potencias mundiales, con mucho poder, ¿cree que estás han retrasado un avance que podría haber llegado ya hace décadas?
R.- Aquí, como en todo, lo que prima es el tema económico. Y al usuario de a pie, la señora María, que está en su casa, o el señor José, que está en su casa, hay que formarlos e informarlos desde los medios de comunicación sobre cómo puede ahorrar en su casa y gastar menos y vivir bien. Porque luego hay otro tema, que es el tema de la salud y el bienestar. Todos hemos visto en la época del COVID, lo importante que era tener una vivienda en la cual tú podías tener unas ciertas características de bienestar y ya dentro eso, la calidad del aire del edificio, el tema lumínico o el tema acústico. Es que hay muchos campos en los cuales estamos hablando de eficiencia energética, salud y bienestar. Pero también es importante la responsabilidad energética. Pero claro, hay empresas que son las que potencian las energías fósiles que tienen sus propios intereses económicos, pero también las renovables. No puedes nada más dedicarte a la fotovoltaica e hidráulica. A mí me da mucha rabia como el tema de la hidráulica hace años no se anunciaba como renovable. Ahora se considera y se están haciendo unas cuantas cosas para no potenciar el tema de las renovables en hidráulica.
"Los seres humanos estamos influyendo en el clima y lo estamos haciendo mal. Punto, y soy así de radical"
P.- Con las crisis climáticas que nos van sucediendo, la última con la guerra de Ucrania, ¿cree que se acabará por dar el gran paso en el uso solo de energías renovables? ¿La descarbonización es posible?
R.- El cambio climático, desde el punto de vista geofísico y geológico, dicen que hay que esperar mil años para poder hablar del tema. Entonces, desde el punto de vista científico, lo que se entiende como cambio climático no se puede hablar tan libremente. Pero lo que está muy claro y comprobado con datos, es que ahora mismo está comprobadísimo que los seres humanos estamos influyendo en él desde hace muchos años. Eso está claro. Los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030, la mayoría de la gente no entiende lo que estamos hablando, pero la intención es conseguir que en el año 2030 la temperatura ambiente no hubiera subido más de 1,5 grados centígrados. Pero los datos últimos que se han comprobado es que estamos ya en 1,6. Ya hemos pasado el objetivo que se pretendía en 2024. ¿Esto qué quiere decir? Que los seres humanos estamos influyendo en el clima y lo estamos haciendo mal. Punto, y soy así de radical. Así que ni con las crisis climáticas parece que vayamos a dar este gran paso y los culpables somos los seres humanos. Hay muchos negacionistas que yo me pregunto si realmente saben algo de lo que hablan.
P.- ¿Cree que algún día llegará el momento en el que cada vivienda y cada bloque de pisos podrá tener placas solares y no depender del sistema eléctrico actual?
R.- Yo lo veo muy difícil. También es cierto que a la gente joven le preocupa mucho más estos temas que a las personas de cierta edad o a las que somos mayores. Yo tengo 72 años, pero si hablas con uno de 50, tiene más o menos la misma formación que yo, mientras que si hablas que uno de 15 o 20, le preocupa un poco más, pero tiene menos formación. Por ejemplo, mis abuelos, los que vivían ahí en la calle de San Pablo, mi abuela en Sayago, tenía más conciencia del ahorro, de no tirar las cosas y reutilizarlas, de todo el tema del reciclado y esas cosas, lo tenía mucho más claro. Mi abuela tenía muy claro, incluso mi madre, de cómo ahorrar, de cómo cerrar, de cómo abrir en verano por la noche para que se refrescara la casa. Esas cosas del sentido común, las generaciones nuevas no las tienen tan claras. Las jóvenes, como no se les eduque, yo creo que ni lo van a tener. Sobre lo que me has preguntado, lo veo muy difícil aunque ojalá se consiguiera el que la gente tuviera conciencia del planeta que vivimos, del desarrollo sostenible, que no sigamos haciendo las cosas mal para que nuestras generaciones futuras pudieran vivir, al menos como vivimos nosotros.
P.- Como sabe en nuestra tierra hay una preocupación creciente, sobre todo en núcleos rurales, sobre lo que consideran una ‘invasión’ de las plantas solares o eólicas, en perjuicio del sector primario. ¿Cómo ve este tema? ¿Tienen forma de convivir?
R.- No se pueden hacer las cosas sin que los usuarios tengan conocimiento del tema. Y en zonas como las de Zamora y otros lugares se han hecho y se siguen haciendo así, solamente teniendo en cuenta el tema económico. Los territorios tienen una preocupación por este tema, quieren saber si vas a poner algo en sus zonas y cómo les va a afectar. Es necesario explicar que las energías renovables valen para mucho más, no solo para producción de energía. Pero bueno, una empresa va a poner algo de eso, por favor, que el habitante de esa zona tenga conocimiento antes de lo que se va a hacer y cómo se va a hacer. Hay objetivos de buenas prácticas y científicamente hay mucho conocimiento de lo que se puede hacer, pero muy poca comunicación a los habitantes de los pueblos. Tienen que contarles que el ayuntamiento tendrá unos beneficios, que se les va a respetar sus tierras, que se van a respetar sus modos de vida, sus condiciones, la agricultura, la ganadería... Porque esa es su preocupación.
Y si no se puede implantar, pues no se implanta, no pasa nada, las empresas deben tenerlo claro. Y estoy hablando de las empresas, pero al fin de cuentas es el Ministerio de Transición Ecológica el que saca las convocatorias de renovables, pero hay que tener en cuenta el territorio, no solo las condiciones climatológicas de la empresa que va y lo coloca. Que bastante fastidiada está la cosa en el mundo rural para que encima tengan que tragar con todo. Yo soy consciente de que en muchos sitios hay rechazo, pero ¿por qué? No porque la gente no quiera vivir bien, no quiera contribuir a la mejora del medioambiente y a las condiciones climáticas, sino porque el nivel de información que tienen es insuficiente completamente.