El pasado día 23 de abril se ha producido un nuevo episodio de violencia contra un árbitro en la provincia de Zamora. Durante un encuentro entre la Unión Deportiva Pinilla Duero y el Club Deportivo Benavente, en la categoría Infantil B, en el Campo Municipal de Pinilla, el colegiado en cuestión fue violentado por un familiar de uno de los jugadores del equipo local, y que vestía la equipación del Pinilla.
En un comunicado emitido precisamente por la Unión Deportiva Pinilla Duero expresan su consternación y condena hacia los lamentables sucesos ocurridos durante el partido. En primer lugar, el equipo pide "las más sinceras disculpas" al árbitro afectado, junto con el "apoyo en cuantas acciones considere oportunas" tomar contra los responsables de la agresión. También extienden las disculpas hacia la familia del árbitro, destacando el valor y la determinación de su padre al intervenir y requerir la intervención de las autoridades competentes.
La Unión Deportiva Pinilla Duero igualmente ha extendido las disculpas al estamento arbitral en su totalidad, reafirmando su compromiso en apoyar y colaborar con los árbitros, especialmente en momentos de crisis como los vividos recientemente en diversos campos de la provincia.
Además, han explicado que la directiva del club se reunió con urgencia, incluso en día festivo, para tomar "medidas disciplinarias correspondientes" contra los responsables de la violencia. Y han asegurado que estas medidas serán firmes y proporcionales a la gravedad del acto cometido.
En relación con la vinculación del agresor con el club, la UD Pinilla Duero ha aclarado que el individuo involucrado no forma parte oficial del equipo ni del personal técnico o directivo, sino que es un familiar que adquirió la indumentaria del club "de manera particular" por lo que "no le convierte en miembro de derecho de este", indican desde el equipo verdinegro.
Finalmente, en el comunicado piden "un poco de empatía" hacia aquellos que, de manera desinteresada, dedican su tiempo al deporte de los jóvenes, reconociendo las dificultades que enfrentan los entrenadores para controlar a todos los familiares de los jugadores durante los partidos.
La Unión Deportiva Pinilla Duero reiteró sus disculpas a los afectados, expresó su gratitud hacia las autoridades y miembros del club que actuaron rápidamente y enfatizó su compromiso en convertir el fútbol en un espacio de concordia y unión, alejado de la violencia en todas sus formas.