Hay rincones que invitan a prestarles especial atención cuando visitamos una ciudad. España está plagada de este tipo de espacios, algunos de ellos especialmente desconocidos. Porque a nadie le son ajenas la Gran Vía de Madrid, las Ramblas de Barcelona o la calle Laurel de Logroño, pero resulta que hay otras vías en nuestro país de gran belleza y que, a lo mejor, no conocías.
EL ESPAÑOL ha elaborado un completo ranking con las calles más bonitas de España. Y sí, aunque la belleza es subjetiva y a cada cual le puede llamar la atención elementos como la luz, la arquitectura, la decoración o, incluso, su historia, no cabe duda de que una de las calles más bonitas del país se esconde en Zamora.
Se trata de la calle Balborraz. Una de las arterias más antiguas de Zamora, se erige como un tesoro histórico en el corazón del casco antiguo de la ciudad. Desde su inicio en la Plaza Mayor, esta calle empedrada se desliza hacia el río Duero, marcando el camino hacia el centro histórico de la capital.
Su nombre, derivado del árabe 'bab al ras' que significa 'puerta de la cabeza', evoca el pasado medieval de Zamora y hace referencia a una puerta que alguna vez se erigió sobre las murallas de la ciudad. Aunque la puerta ya no existe, la calle Balborraz conserva el espíritu histórico y medieval de aquellos tiempos.
Así que Balborraz es más que una simple vía de comunicación; es un testimonio vivo de buena parte de la historia y la tradición de Zamora. Durante siglos, esta calle ha sido el hogar de artesanos y comerciantes, quienes han dejado su huella en sus estrechas aceras y en sus antiguas fachadas de piedra. De hecho, hoy en día, aún sobreviven algunos negocios artesanos, que pueden visitarse para adquirir auténticas maravillas hechas a mano.
Desde caldereros hasta laneros, la calle Balborraz ha sido el centro de la actividad artesanal de la ciudad, enlazando la antigua judería con el casco antiguo de Zamora. Entre sus ilustres vecinos se encontraron personajes como Manuel Boizas López, escritor y erudito local, y Men Rodríguez de Sanabria, mayordomo real de Pedro I.
Además, la calle tiene sus propias anécdotas curiosas. Y es que una de las esquinas de la calle Balborraz, se puede encontrar una placa conmemorativa que recuerda el centenario del imaginero coresano Ramón Álvarez Prieto. Sin embargo, la lápida conmemorativa menciona erróneamente el nombre del artista como Ramón 'Álvarez Moretón' en lugar de Prieto.
Pero Balborraz no solo es historia; también es arte y arquitectura. A lo largo de la calle se pueden admirar dos ejemplos destacados de la arquitectura modernista de Zamora, obras del renombrado arquitecto Francesc Ferriol Carreras. Estos edificios, la Casa de Mariano López y la Casa de Faustina Leirado, son verdaderas joyas de la verticalidad, la ornamentación floral y las líneas curvas propias del modernismo.
Además de su riqueza histórica y arquitectónica, Balborraz es un lugar de encuentro y tradición. Y es que durante la Semana Santa, algunas de sus procesiones más emblemáticas recorren sus adoquinadas calles. Es el ejemplo de la tradicional subida de la Virgen de la Esperanza, cada Jueves Santo por la mañana, en una estampa absolutamente maravillosa e imperdible.
Otras calles
Balborraz comparte protagonismo con otras emblemáticas vías del país en este listado de EL ESPAÑOL. La número uno es la calle Marqués de Larios en Málaga que se distingue por su amplitud, brindando espacio tanto a los malagueños como a los miles de visitantes que la recorren cada año. Su diseño espacioso permite disfrutar del importante evento que es la Feria de Málaga.
En San Cristóbal de La Laguna, Tenerife, la calle de San Agustín destaca por sus coloridas fachadas y el animado ambiente que generan sus bares y terrazas. Es un lugar de encuentro donde residentes y turistas se reúnen para disfrutar de la vida urbana canaria.
En Córdoba, la calleja de las Flores es famosa por su estrecho paso y los hermosos adornos florales que la embellecen durante la primavera. Es la antesala perfecta para la visita obligada a la majestuosa Mezquita de Córdoba, atrayendo a los visitantes con su encanto único.
En Santiago de Compostela, la Rúa do Franco cautiva por sus suelos empedrados y los imponentes edificios con soportales que la bordean, manteniendo el estilo del casco antiguo de la ciudad. Además, es conocida por concentrar la mejor oferta gastronómica de la región, atrayendo a los amantes de la buena cocina.
Finalmente, en la vecina Salamanca, la calle de la Compañía recibe su nombre por la histórica presencia de la Compañía de Jesús en la zona. Situada en el casco histórico, esta calle es testigo de siglos de historia y alberga importantes monumentos como la Casa de las Conchas y el Convento de la Madre de Dios.