Doctor José Luis Santos, jefe del servicio de cardiología de Zamora

Doctor José Luis Santos, jefe del servicio de cardiología de Zamora

Zamora

El 'milagro' del doctor Santos: así logró eliminar las listas de espera en el servicio de cardiología de Zamora

En una sanidad pública tremendamente saturada, este especialista ha logrado atender a sus pacientes sin demoras y casi a la carta

28 mayo, 2024 07:00

Las listas de espera en las consultas médicas son una de las cuestiones que más preocupa y enfada a los habitantes de Castilla y León. No en vano, según los datos oficiales del Sacyl, 192.747 pacientes estaban a la espera de su primera cita con un especialista en diciembre de 2023. De estos, 11.435 corresponden a la provincia de Zamora, que acumula el mayor número de pacientes en la especialidad de traumatología y cirugía ortopédica, como en la mayor parte de los territorios vecinos.

Hasta aquí, estamos dibujando un mapa tristemente habitual de la situación actual de la malograda sanidad pública de nuestra Comunidad. Y es que los mismos datos del Sacyl indican que, de media en Castilla y León, el tiempo medio de espera para obtener la primera consulta externa es de 89 días. Una cantidad que sube a la escandalosa cifra de 140 días en el Complejo Asistencial de Zamora, el más alto de toda la Comunidad.

Por eso se puede calificar casi de 'milagro' que exista un servicio en este complejo hospitalario que haya eliminado las listas de espera para consulta y que rompe con esta desesperanzadora imagen de nuestra sanidad pública. Resulta que el servicio de cardiología de Zamora puede presumir de no acumular esos más de dos meses de demora en atender a sus pacientes. Y el responsable de esta rara avis es el doctor José Luis Santos Iglesias, quien dirige el equipo de cardiología del Complejo Asistencial de Zamora y es presidente de la Sociedad Castellano y Leonesa de Cardiología.

Aunque los datos del Sacyl indican que este servicio tuvo 68 pacientes en espera estructural para una primera una consulta y 12 días de demora en diciembre de 2023; el doctor Santos aclara que este tiempo es "lo que tarda en llegar la cita o sus historias médicas" a la consulta de cardiología desde atención primaria. Pero con un sistema patentado por él mismo, el servicio de cardiología cita "en esa misma semana" a estos 68 pacientes reduciendo a cero esa demora cada semana.

Una forma de trabajar que el doctor José Luis Santos decidió crear, con el permiso de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Zamora, y que le ha generado increíbles resultados. Este doctor ha logrado detectar casos de problemas cardiovasculares y prevenirlos mucho antes, reduciendo al mínimo la necesidad de llegar a una intervención quirúrgica.

El doctor Santos es un firme defensor de la prevención como mejor arma para la lucha contra las enfermedades cardiovasculares y para ello organiza jornadas y escribe libros al respecto. Además, cree que la integración del resto de especialidades sanitarias es fundamental en la detección precoz de estas dolencias, que son de las más mortíferas del mundo.

Y lo hace con un equipo de entre seis y nueve cardiólogos, dependiendo la época y los concursos de traslados. Si bien es cierto que el doctor Santos presume de tener una plantilla "estable" porque "están muy contentos" de esta novedosa forma de trabajar implantada por él. 

EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León ha tenido la oportunidad de conocer al detalle este pionero sistema que ha logrado la eficiencia casi total del servicio de cardiología de Zamora. 

Pregunta.- La primera pregunta es casi obligada, ¿cómo ha logrado el Servicio de cardiología del Complejo Asistencial de Zamora no tener lista de espera en una sanidad pública tan colapsada?

Respuesta.- Creo que eso depende de varios factores. En primer lugar, y más importante, es la implicación de todo el personal del servicio. Todo el interés que tienen por hacer el trabajo bien y no tener nada de lista de espera.

En segundo lugar, es muy importante la autonomía que nos ha permitido tener la Gerencia de Zamora como la dirección médica del Complejo Asistencial. Eso hace que seamos nosotros mismos los que somos capaces de dar las citas de cardiología. De tal manera que, muchas veces, las damos a la carta. Tenemos una secretaria específicamente dedicada a dar citas que llama a los pacientes e incluso le dice, "¿usted quiere cita para tal día?" O bien, "pues tal día no me viene bien" y se la pone para el día siguiente. Y esto es gracias a la buena relación que tenemos con tanto la dirección médica como con la Gerencia, que nos permite hacer muchas cosas. Siempre son solidarias y compresivas ante nuestras peticiones.

En cuarto lugar, es muy importante la relación que tenemos con atención primaria. Yo considero que el paciente es el centro de la atención y, a partir de ahí, no es que un paciente cardiológico tenga que estar siempre en cardiología, sino que todas las especialidades pueden tener en determinados momentos al paciente. Entonces, lo que tenemos que hacer es establecer unos flujos claros cuando tiene que estar un paciente atendido por primaria o atendido por cardiología y simplemente hacer fácil el acceso del paciente a la cardiología. En ese sentido, nosotros hemos trabajado muchas vías clínicas con primaria. Tenemos establecido qué pacientes tienen que estar en cardiología, qué pacientes tienen que estar de alta, qué pacientes tienen que ver los compañeros de primaria, cuándo los tienen que mandar, cómo los tienen que mandar y todo eso hace que esté perfectamente preespecificado.

Y en último término, está la relación que tenemos con enfermería, con los auxiliares y con todo el personal que forma parte de cardiología. Todos se sienten muy contentos, muy satisfechos y orgullosos de su trabajo y quieren hacerlo bien. Y para eso, si tienen que poner más de su parte, pues lo van a hacer sin ningún problema. 

P.- ¿Por qué no se extrapola su método a otros servicios del Complejo Asistencial de Zamora o de otros centros hospitalarios?

R.- Es una buena pregunta que yo tampoco sé muy bien responder, pero creo que depende del interés que tenga cada uno en hacerlo. Esto lleva mucho trabajo, nosotros nos hemos reunido con todos los de atención primaria. Nos llevamos muy bien con todos ellos, hemos trabajado con todos, no es cuestión de que les hayamos dicho, "mira, eso es lo que tienes que hacer". No, nos hemos reunido con ellos y han formado parte de cada una de las vías clínicas, para que ellos se sientan también convencidos e implicados en el sistema. Yo creo que si le pones ganas, interés y sobre todo conciencias y motivas a tu gente, puede llevarse a cabo. 

"Si en algún momento alguien se tiene que quedar un día un poco más, o tiene que no cogerse algún día de libre disposición, lo hace por el bien del servicio"

P.- La sanidad pública siempre fue el buque insignia del estado del bienestar en España, pero ahora las carencias asistenciales son cada vez más marcadas (listas de espera, falta de profesionales, demoras en las intervenciones…). ¿Qué ha ocurrido? ¿Se ha cuidado poco de la sanidad pública?

R.- Puede ser. Yo creo que a lo mejor no se tuvo suficiente visión de futuro, y se hicieron cambios, que yo creo que en un momento fueron adecuados, pero a lo mejor fueron excesivos y llegó un momento en que había falta de profesionales. Esta falta de profesionales es verdad que existe, pero también, es cierto, que se puede poner parte de cada uno e intentar dar un poquito más, que es lo que pasa con nosotros. Si en algún momento alguien se tiene que quedar un día un poco más, o tiene que no cogerse algún día de libre disposición, lo hace por el bien del servicio. Porque, al final, pues como bien dice, somos un medio muy importante y la sanidad depende de nosotros.

Creo que todo mi servicio piensa que nosotros somos el depositario de la salud cardiológica de Zamora, y eso es muy importante. Si todos los días te levantas con ese sentimiento y esa responsabilidad, vas a hacer cosas que a lo mejor exceden a tu trabajo, pero las vas a hacer porque sabes y estás convencido de que debe ser así. 

P.- Hace apenas un mes supimos que el Complejo Asistencial de Zamora ha perdido doce médicos especialistas y la atención primaria otros seis facultativos tras el último concurso de traslados. Pero, en cambio, los MIR que han completado la formación en Zamora hablan maravillas del tiempo que han pasado aquí. ¿Qué está ocurriendo para que los médicos no quieran quedarse en Zamora?

R.-Creo que este es un hospital donde se hace muy buena medicina, entre otras cosas porque sabemos lo que tenemos y lo que no. Es decir, clínicamente, las gentes que trabajan aquí son muy buenos profesionales, lo saben hacer muy bien, hay una relación humana muy intensa, muy evidente y fraternal, que es muy importante para el paciente. Por ejemplo, en otros hospitales tú haces una interconsulta con otro servicio y es un papel, mientras que aquí probablemente hablas con el profesional porque lo conoces, porque estás todos los días con él y eso es muy importante. 

Con relación a la pregunta, la formación de los residentes a mí me parece muy buena, porque cada residente que pasa por determinado servicio es el residente de ese servicio, mientras que en hospitales mucho más grandes el residente que va a rotar a un servicio diferente al suyo, no es bienvenido de la misma manera. Aquí un residente de Familia que viene a cardiología, como no tenemos un residente de cardiología, es el residente de cardiología en esos momentos. Mientras que en otros sitios hay residente de cardiología, residente de Medicina Interna, residente de otras cosas y el de Familia, al final, no puede tener la misma formación que puede tener aquí.

"En Zamora las condiciones de trabajo son excelentes, te dejan desarrollarte como persona y como médico y está muy bien"

Sobre el tema de quedarse o no, creo que eso va con todas las características y circunstancias de Zamora a día de hoy. Es una ciudad y una provincia donde las gentes no tienen muchas ganas de afianzarse. También es cierto que mucha gente del Hospital no reside en Zamora. Mucha gente trabaja aquí pero vive en Salamanca y está tan contenta. Muchísimos hemos tenido la oportunidad de irnos a otros sitios. Yo, de hecho, soy de Salamanca y hubiera tenido la oportunidad de trabajar en Salamanca, pero me quedé aquí. Así que yo creo que en Zamora las condiciones de trabajo son excelentes, te dejan desarrollarte como persona y como médico y está muy bien. Lo que pasa es que hay muchas veces que prima la familia, o priman otras cosas externas a la medicina en sí.

P.- Cuando pensamos en enfermedades que pueden darnos más miedo, se nos vienen a la cabeza el cáncer o las infecciones, pero lo cierto es que la causa más frecuente de mortalidad siguen siendo las enfermedades cardiovasculares. ¿Nos falta concienciación? ¿Tenemos más normalizados los fallecimientos por un fallo en el corazón?

R.- Es algo con lo que yo lucho todos los días y llevamos luchando mucho tiempo. Todos los días fallecen 330 personas por problemas de corazón todos los días. Cuando había la época del COVID, todos los días había noticias en el periódico sobre ello. Si todos los días se contara que hoy han muerto 300 personas del corazón, a lo mejor nos concienciamos de otra manera. Y sobre todo, teniendo en cuenta que de esas 330 personas, muchas de sus enfermedades serían prevenibles.

Desde el servicio de cardiología estamos trabajando de manera muy importante en ese aspecto. De hecho, hace justamente hace 15 días, hemos tenido una jornada de riesgo cardiovascular, en la que realmente me sorprendió el interés que suscitó entre todos los profesionales. Nos reunimos en Zamora más de 200 personas en una tarde para debatir acerca de lo que es el riesgo cardiovascular, de las posibilidades, para hablar de prevención y evitar esos fallecimientos. Y me parece uno de los aspectos más importantes con los que luchamos en mi servicio.

Creo que se tienen buenos resultados, no tenemos lista de espera, y la realidad es que no teniendo lista de espera se mejora todo ese tipo de situaciones. También es cierto que si no tienes lista de espera, también disminuyes la cantidad de gente que está ingresada. Nosotros tenemos un número de ingresos en torno al 45% de la planta porque, claro, son pacientes que atiendes rápidamente. El problema que hace que la gente esté ingresada es que se tiene mucha lista de espera. Pero si no lo tienes, mejoras otros muchos parámetros también de la asistencia. La gente se nota mucho más protegida y, al final, es más feliz. 

"Lo que tenemos que hacer es concienciar a los médicos de atención primaria"

P.- ¿Qué se puede hacer para prevenir este tipo de enfermedades?

R.- Es muy sencillo. Como todas las cosas, yo creo que lo primero es la información, y en segundo lugar conocimiento. Entonces, lo que hay que hacer es reunir a todos los profesionales que tienen que ver con el tema vascular. En este caso, probablemente somos cardiólogos, internistas, nefrólogos, endocrinos y, sobre todo, atención primaria y enfermería, que también es muy importante. Y entre todos, descubrir a ese tipo de pacientes que están en riesgo vascular y que, haciéndole un estudio de riesgo vascular, que son unas preguntas nada más, se le puede poner el tratamiento y la vigilancia adecuada que hoy en día tenemos, para que no tengan un evento cardiovascular.

Otro aspecto muy interesante del riesgo cardiovascular son las arritmias, la fibrilación auricular, que puede producir un ictus y que, muchas veces, aparece de forma asintomática. Entonces, lo que tenemos que hacer es concienciar a los médicos de atención primaria que todo el paciente que esté por encima de 65 años, que vaya a una consulta, y se le haga algo tan fácil como tomarle el pulso. Con esto y un estudio de riesgo vascular, evitaríamos muchísimos fallecimientos por tema cardiovascular, porque contamos con muchos tratamientos que previenen la posibilidad de muerte cardiovascular. 

P.- ¿Hay una edad específica para preocuparse por ellas o cuanto antes mejor?

R.-Evidentemente, la fibrilación auricular es por encima de 65 años cuando empiezas a tener más riesgo de tener un evento embólico cerebral. En el riesgo cardiovascular, la edad es un parámetro fundamental, por lo que hay que tener en cuenta otras enfermedades tan importantes y habituales como son la diabetes, colesterol o hipertensión. Entonces, buscando estas enfermedades podemos elaborar un riesgo cardiovascular y darle al paciente las medidas tanto higiénicas, dietéticas como muchas veces tratamiento farmacológico que tienen que realizar para disminuir su posibilidad de tener un evento cardiovascular. 

P.- ¿Se ha reducido la edad de los pacientes con problemas cardiovasculares?

R.- Bueno, eso es lo difícil de determinar, pero, probablemente, en un momento sí y ahora quizás un poco menos porque la gente está muy concienciadas de realizar deporte, de tener buenos hábitos, de fumar menos, o de elementos que no son suficientes, pero sí son necesarios.

"Hemos dado un paso fundamental al considerar la obesidad una enfermedad"

P.- España encabeza el ranking europeo de obesidad infantil, ¿cómo de problemático puede ser esto a nivel de enfermedades cardiovasculares para la sociedad de dentro de unos años?

R.- Es muy importante y estamos trabajando en eso. Simplemente hay que tener en cuenta que, hasta hace muy poco tiempo, la obesidad no se consideraba una enfermedad. Ahora sí y como decía antes, no solamente para el resto de enfermedades hay tratamientos, sino que a día de hoy empieza a haber tratamientos farmacológicos muy eficaces para la obesidad. Hemos dado un paso fundamental al considerar la obesidad una enfermedad. Si empezamos a tener conciencia de ello, descubriremos obesos y les pondremos tratamiento. Entonces, yo creo que sí que es un problema, pero que estamos en vías de intentar solucionarlo y que no se convierta en una epidemia o incluso una plaga dentro de 30 años.

P.- Afortunadamente, la cardiología cuenta con numerosos avances científicos y tecnológicos, entre ellos, la posibilidad de rehabilitación cardíaca en pacientes con cardiopatía isquémica.

R.- La cardiología cuenta con muchos recursos técnicos, con muchas posibilidades, pero resulta muy espectacular porque evidentemente a día de hoy un paciente que ha tenido un infarto le implantamos un 'stent' y en dos días está en su casa. Eso me parece casi algo mágico. Igual que me parece algo mágico que alguien pueda tener un trasplante cardíaco con el pronóstico de vida tan excelente que tiene; o poner una asistencia ventricular a un paciente, que no tenía ninguna posibilidad y puede vivir.

Pero la realidad es ¿cuánta gente se beneficia de ese tipo de prácticas? Mientras que la prevención cardiovascular beneficia a muchísimas más personas. Y en ese aspecto, también tenemos la rehabilitación cardíaca, que es fundamental para las personas que han tenido un evento cardiovascular. Y no solamente por el tratamiento farmacológico, sino porque se le va a dar un tratamiento integral. En el sentido de que cuando alguien ha tenido un infarto, piensa que eso es el final de su vida, que a partir de ahí ya no va a poder hacer una vida normal, que no se va a volver a incorporar a la sociedad. Y en la rehabilitación cardíaca también lo que intentamos es concienciar de que eso no es verdad, que la mayor parte de ellos van a poder hacer una vida completamente normal, teniendo cuidado, sobre todo con el tratamiento farmacológico, de no abandonarlo. Y además sirve para un refuerzo positivo, para concienciar a esas personas de que el tratamiento lo tienen que hacer de manera continuada. Se relacionan con otras personas que han estado como ellos y se les vuelve a incorporar a la vida y actividad habitual dándose cuenta de que son personas normales y que lo único que tienen que hacer es cuidar un poco más los factores de riesgo. 

P.- También hay grandes avances en los dispositivos de asistencia ventricular, ¿no?

R.- Bueno, pues son dispositivos para pacientes que antaño tenían enfermedades cardíacas terminales, probablemente, con los que no se podía hacer nada o simplemente estaban a expensas de recibir un trasplante, pero en algunos casos no era posible. Estos dispositivos son ciertamente llamativos, técnicamente muy complejos y hay que tenerlos en hospitales con unas características especiales y hay diferentes tipos. Algunos de ellos son definitivos, se ponen una asistencia ventricular y el paciente va a estar con ella toda su vida, mientras que otros son dispositivos que vamos de transición, en espera, de que haya un corazón que sea compatible con el paciente y se le pueda poner. Es un avance muy importante, pero, repito, que no hay muchos pacientes que se puedan beneficiar de ese tipo de situaciones, mientras que creo que hay otras actuaciones que van a beneficiar a muchas más personas como son tener cuidado con el riesgo cardiovascular. 

"La cardiología no es solo de los cardiólogos, sino que es de todos los profesionales que se dedican a la medicina"

P.- Con todos estos avances en tecnologías médicas, supongo que el reciclaje y la formación del Servicio de cardiología serán fundamentales fundamental.

R.- Sí, yo creo que eso, la Sociedad Española de Cardiología lo tiene muy en cuenta. Continuamente hay cursos de reciclaje, congresos y jornadas, que está muy bien. Pero yo creo que un aspecto muy interesante e importante es que la cardiología no es solo de los cardiólogos, sino que es de todos los profesionales que se dedican a la medicina, y, sobre todo, los profesionales de atención primaria. Y desde Zamora, lo hemos llevado muy a la práctica. Desde hace mucho tiempo estamos muy concienciados en que los médicos de primaria tienen que saber aspectos de cardiología. Y yo intento siempre hacer cursos, jornadas, libros, para que ellos sepan lo que tienen que saber y no tengan ni siquiera la idea de buscarlo.

Nosotros también nos hemos preocupado mucho por este tipo de pacientes, porque hay tanta implicación con otras especialidades. Por ejemplo, fuimos pioneros en hacer una vía clínica con los dentistas. Porque claro, hay muchos pacientes que están tomando fármacos anticoagulantes, y si un dentista tiene que realizar un proceso tan simple como una extracción dental. ¿Y qué haces con el paciente? El dentista se pregunta, "¿tengo que suprimirle el fármaco durante unos días?" "¿Tengo que sustituirlo por algo?" Algo tan simple como eso, puede producir problemas muy importantes para los pacientes. Por eso nos hemos preocupado, y tenemos una vía clínica estrictamente desarrollada con los dentistas para solucionar ese tipo de problemas. Por eso los cardiólogos tenemos que saber, pero también tenemos que transmitirlo a otros profesionales que van a tratar pacientes cardiológicos todos los días. 

P.- ¿Y cómo lo reciben este tipo de profesionales que no son del gremio primaria u otro tipo de especialidades, estas charlas, estos reciclajes, estos libros?

R.- Pues lo reciben con mucho interés, con mucho entusiasmo y con mucho ánimo. Porque primero es facilitarles su trabajo y, en segundo lugar, no es algo que nosotros cojamos, lo hagamos y se lo demos. Es algo compartido. Se les pregunta qué necesidades tienen, qué propuestas y vemos cómo podemos trabajar en esto. Nos sentamos, hacemos mesas y entre todos organizamos unas vías clínicas al final para poder llevar a cabo en que todos sepamos qué es lo que tenemos que hacer en cada momento. La clave de todo eso es que no hemos hecho todo los cardiólogos y se las hemos entregado a los otros compañeros. Sino que nos hemos reunido todos los compañeros. Han formado parte de esas vías, todos la han sentido como suya y todos han contribuido.