La prestigiosa Guía Repsol, conocida por proporcionar información de interés turístico dando importancia a la gastronomía, recomienda las bodegas más conocidas para provincia para disfrutar de una experiencia poco habitual.

Concretamente, se centra en la bodegas subterráneas que se sitúan a escasos 14 kilómetros de la capital en el municipio de El Perdigón. Lugares que desde la superficie apenas se aprecian los montículos con pequeñas puertas, que poco dejan entrever que dentro se vive una excelente experiencia gastronómica. Situadas a varios metros sobre el suelo, solo se puede acceder a través de una diminuta y empinada escalera. Una vez dentro, encontramos que, fuera de lo esperado, son espacios cálidos y luminosos. Además, dentro de estas paredes no hay cobertura, por lo que los estímulos exteriores no existen y se puede disfrutar de una buena charla. 

El secreto de su fama es el menú, sencillo, solo consta de carne a la brasa, el pan de pueblo de toda la vida, y vinos de la zona. Todas las bodegas subterráneas son especialistas en carnes a la parrilla siempre acompañadas con vino de la zona, ya que El Perdigón es uno de los pueblos que se enclava en la comarca de Tierra del Vino. Tal y como apunta la Guía Repsol, algunas de estas cuevas datan de los años 1400, y aunque su fama ha aumentado en los últimos tiempos, actualmente solo encontramos abiertos cuatro establecimientos, tres de ellos siguen operando en el interior de la bodega. 

Bodega Los Yugos en El Perdigón Los Yugos Facebook

Los cuatro establecimientos, Pámpano', 'Los Yugos', 'La Dama de Barro' y 'La Antigua' muestran diferencias entre sí, concentradas en apenas 450 metros. Y aunque ofrezcan sus servicios a lo largo de todo el año, el horario cambia en función de la época en la que nos encontremos, mientras que en verano abren a diario, en invierno solo está abierto los fines de semana, por ello, se recomienda reservar con suficiente antelación. Además, todas aquellas personas que se consideren frioleras, deben recordar que estos lugares aunque cálidos en invierno, en verano son más fresquitos por su localización. Por lo que no está de más llevar, por si acaso, una chaqueta fina. 

Pámpano

Esta bodega se define como "un ejemplo de restauración", debido a que es la "típica" bodega solariega con su fuego de leños con brasas. Un lugar donde lo antiguo y lo tradicional se unen en clara armonía con estética y delicadeza, que ofrece a los clientes un lugar acogedor donde disfrutar de las "mejores" carnes a la brasa, acompañadas de entrantes, deliciosos postres, y "excelentes" vinos de la tierra.

Un lugar donde disfrutar de la sencillez e intimidad que ofrece esta forma de vivir y deleitarse de esta excelente gastronomía. Se encuentra en la Ruta del Vino de Zamora y ha sido galardonada con el tercer premio en el concurso 'Saboreando'.

Los Yugos

Este restaurante destaca por la peculiaridad de su decoración rústica con más de 1.500 piezas de 600 años de antigüedad. En ellas podemos encontrar casi todo lo que podamos imaginar, desde una antigua radio, hasta balanzas, rastrillos o pesetas. Entrar en este lugar es como viajar al pasado por su decoración y mobiliario, tiene una enorme brasa de leña, que los comensales pueden ver en todo momento.

Cuenta con un menú de lo más variado, donde no solo la carne es protagonista, y cuenta con un excelente vino y postres caseros exquisitos. Al terminar, no puede falta una bebida de la casa que hace de esta una experiencia para recordar.

La Dama de Barro

Esta bodega cuenta con dos entradas, que conducen al interior de este lugar de ladrillo y paredes encalada. Tiene una gran variedad de productos en su carta, además de la especialidad de carnes a la brasa.

Este lugar conserva su carácter más primitivo, decorado con cuadros y candelabros en los irregulares muros que indican el camino hasta los cuatro salones donde destacan los escaños y ruedas de madera. 

La Antigua

Esta última es probablemente la más moderna de todas, ya que aunque conserva la bodega subterránea, actualmente ofrece el servicio en la superficie. Una forma de facilitar a los clientes con movilidad reducida poder disfrutar de esta experiencia gastronómica, dejando la bodega solo para visitas. 

Tiene una amplia carta donde ofrece gran variedad de productos, destacando el producto zamorano, y unos ricos postres caseros.

Bajar a la bodega es una experiencia donde se puede observar la distribución que había antiguamente, y en el que disfrutaron de la gastronomía grandes personalidades de la sociedad española.