El Grupo Municipal del Partido Popular califica de "caos absoluto" el tráfico en la capital zamorana a causa de las obras de la "denominada humanización" de las principales travesías de la ciudad.
El partido asegura que lejos de mejorar con el avance de los trabajos, todos los zamoranos sufren las obras cada día, ante "la falta de comunicación de las empresas constructoras y la absoluta pasividad del Ayuntamiento", del cual señala que solo interviene con la Policía Municipal cuando la circulación "es insostenible".
Una situación que desde el grupo popular afirman "se ha visto agravada con la ejecución de la rotonda, sin previo aviso, en la intersección de Cardenal Cisneros con la carretera de La Aldehuela y la calle Candelaria Ruiz del Árbol, con colas kilométricas".
Esto ha supuesto el "colapso de la calle Candelaria y los anexos", un perjuicio para las personas que entran o salen de la ciudad por esa zona, el "colapso de la calle Candelaria y los anexos",
Tras seis meses desde el comienzo de las obras, desde el grupo municipal aseguran que "todavía no se ha habilitado ninguna de las zonas iniciales que podría abrirse al tráfico", lo que supone el perjuicio de empezar obras en nuevas zonas sin abrir las anteriores al tráfico.
Todo ello se suma a lo denunciado por el Partido Popular y que afecta a la seguridad de los peatones: "semáforos con tiempos inadecuados, cierre de pasos de peatones o eliminación de los mismos, obligando a los peatones a circular entre los coches".
Desde el Partido Popular solicitan al Ayuntamiento que "vele por el interés de los zamoranos ante estas obras", asegurando los menores trastornos posibles y la seguridad de los peatones.
Además, exponen que dejen de ir a "hacerse la foto" a la comisión conjunta del seguimiento de las obras, ya que "las empresas no comunican el inicio de trabajos en nuevas zonas", lo que "no garantiza la circulación libre y segura".
Con todo ello, el Partido Popular municipal pedirá al equipo de gobierno que solicite la suspensión de las obras durante el periodo navideño para evitar "un caos aún mayor en la ciudad", lo que conllevaría "más perjuicios para el comercio zamorano".