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“El tradicional Bar El Lobo Feroz está en peligro de cierre por presiones del Ayuntamiento”, asegura, a través de un comunicado recogido por EL ESPAÑOL de Castilla y León, Julio Fernández, propietario del establecimiento hostelero, que amenaza con “iniciar una recogida de firmas”.

Fernández asegura que el bar ubicado en Manzanal de Arriba “posee licencia de apertura desde enero de 2001” y que “la actividad se ha ejercido de forma ininterrumpida”. Además, añade, que el alcalde de la localidad zamorana, Nazario Castedo, “ha escrito en dos ocasiones a la nueva titular del negocio de que se abstenga de iniciar la actividad”.

Para el propietario del local, Julio Fernández, nos encontramos ante un “hecho insólito” que “puede acabar como una tragedia para reír o un sainete para llorar” porque, afirma, “no se comprende que después de casi 24 años sin que hubiera modificaciones en el local” el primer edil “se empeñe ahora en querer demostrar que el bar fue ilegal desde un principio”.

Fernández añade que “se concedió la licencia como bar según proyecto destinado para tal fin y aprobado por la Comisión Provincial de Urbanismo en el año 2000”. Afirma que “de nada han servido los intentos, tanto de la nueva inquilina, concejala en la oposición por el PSOE, y del propietario por encarrilar la situación”.

En declaraciones a este periódico, Julio Fernández matiza que el establecimiento hostelero “cambió el arrendamiento en octubre” y que “se formalizó un contrato con fecha siguiente al cese de actividad anterior”, hasta finales de septiembre con la anterior inquilina y desde el 1 de octubre con la nueva.

No tuvimos que hacer ningún cambio. Simplemente se pidió una transmisión de actividad porque, en estos casos no hace falta nada más, normalmente. Desde el Ayuntamiento no recibimos contestación, solo nos dicen que no se ejerza actividad en el local”, asegura nuestro entrevistado”.

Julio Fernández nos cuenta que la nueva inquilina y la familia de ésta “están muy preocupados”. “En juego hay tres puestos de trabajo. En verano suelen trabajar entre seis y siete personas en el lugar. Han invertido mucho dinero en máquinas para encontrarse esta situación”, nos dice.

Informes

El dueño del Bar El Lobo Feroz explica que el alcalde “solicitó un informe de la Diputación de Zamora, en el Área de Asistencia a Municipios, y tras recibir un informe favorable” del que se desprende, apunta, que “los técnicos de la Diputación no ven problema alguno que impida la transmisión de actividad” no entiende que el primer edil “insista en pedir un nuevo informe u una visita técnica de la Diputación” que “no se ha producido”.

Julio Fernández aporta esta documentación de la institución provincial zamorana que informa “favorablemente” para la “transmisión de la actividad de bar” a favor de la nueva inquilina.

Añade que el alcalde “pidió por segunda vez y por escrito a la inquilina que no iniciara actividad” lo que equivale, según las palabras de Fernández, a que “se cierre el establecimiento”. El denunciante apunta que desde el consistorio se “informó de esta petición a la Junta de Castilla y León”. Turismo trasladó a la titular del negocio que “el bar podría perder la inscripción como bar”.

De hecho, en el escrito aportado el Servicio Territorial de Cultura, Turismo y Deporte, la sección de Turismo “deja sin efecto la declaración presentada el 18 de noviembre” por la nueva titular para inscribir en el Registro de Turismo de Castilla y León el bar El Lobo Feroz.

Carga contra el Ayuntamiento

El propietario del establecimiento ha denunciado que “podríamos estar ante un caso de intimidación por parte del Ayuntamiento” y habla incluso de abuso de poder”.

Fernández explica que, por un lado, la inquilina es “concejala de la oposición” y el propietario “pertenece a Ecologistas en Acción” una organización que “ha interpuesto diversas denuncias al Ayuntamiento por cuestiones medioambientales”.

Además, se pregunta “cómo en 18 años como alcalde no se observaron supuestas irregularidades que ahora se pretenden descubrir” cuando el establecimiento hostelero “está en las páginas oficiales del Consistorio”. “Estas irregularidades no han sido desveladas”, añade.

“Se da la circunstancia que, a falta de probarse definitivamente, el Ayuntamiento sacó adelante, hace poco menos de un año, sus nuevas normas urbanísticas, que no ha dejado de incumplir”, asegura el propietario del bar El Lobo Feroz.

Por todo esto, el dueño del local anuncia que se dispone a “iniciar una campaña de firmas” y “no descarta iniciar también acciones legales”, asegurando que el bar “es uno de los más conocidos en la comarca y en su página de Google Maps acumula miles de visitas y cientos de comentarios”.

“Que se cierre el bar, cediendo a las presiones del Consistorio, podría suponer un duro golpe para la población estable de la zona, que se quedaría sin uno de sus lugares de encuentro más emblemáticos”, finaliza.

Contestación del Ayuntamiento

El alcalde de Manzanal de Arriba, Nazario Castedo, ha respondido a la llamada de EL ESPAÑOL de Castilla y León para dar su versión sobre este conflicto que se plantea en la localidad.

Hemos pedido a la Junta ver cómo está el expediente del bar. También a la Diputación. No tenemos conocimiento de la situación. Cuando se abre un local tiene que venir acompañado de un expediente. El local se abrió en el año 2000 como horno asador. A los dos meses el Ayuntamiento le da una licencia de bar”, asegura nuestro entrevistado.

El alcalde de la localidad zamorana afirma que al bar “no le acompaña ninguna documentación” y asegura que es “un papel que le da el tío de Julio, alcalde del municipio, por aquel entonces”.

“Nunca ejerció de horno asador. Ahora, hay un cambio de arrendamiento. Se revisa y se acredita. Con la presentación del cambio del titular se le comunica que mientras no tengamos documentación de la Diputación y la Junta, no se puede abrir el bar. Sin embargo, lo han abierto por la fuerza y mi obligación sería ir y cerrárselo”, apunta Nazario Castedo.

El alcalde afirma que “es consciente” de que “el bar está abierto”. “Se le dijo que no abriera y lo ha hecho. Si pasara cualquier cosa…”, afirma nuestro entrevistado que recalca que les comunicó que “no abrieran el bar mientras no tuvieran la documentación de Junta y Diputación”.

Insiste en que en el Consistorio “no tienen documentación” y añade que “la licencia se dio en su momento” pero “de aquella manera” y están “pendientes de una renovación”.

Ante la información de que la Diputación de Zamora habría dado de paso el cambio de arrendamiento asegura que “está pendiente de acompañar el expediente del bar” y por eso el alcalde les ha comunicado que “no abran”.

“Si se confirma que todo está bien, adelante. Pero de momento no podemos dar el sí a la apertura”, finaliza.

La réplica del dueño del bar

“El bar se pidió como bar porque viene en el proyecto. Es un local destinado a bar con comedor arriba. Como se daban asados, en la nomenclatura se puso horno asador, pero en el Ayuntamiento, en su día, no aceptaron esa nomenclatura”, asegura Julio Fernández, contestando al primer edil.

Añade que “es una cuestión de nomenclaturas” y que en el proyecto aprobado por la Comisión de Urbanismo “aunque pone horno-asador, el proyecto se ha destinado a bar” y “no hay duda alguna”.

“Es un local destinado a bar con unos metros cuadrados y un pequeño comedor arriba. Nunca ha habido ninguna ilegalidad. A Nazario se le metió en la cabeza que como mi tío era alcalde me regalaron el bar. Habría sido más fácil abrir un bar que un horno asador en el que se pedían más requisitos”, finaliza.