Javier Prieto, el sacerdote que será ordenado a los 38 años

Javier Prieto, el sacerdote que será ordenado a los 38 años

Zamora

Javier Prieto, el sacerdote que será ordenado a los 38 años: "Todavía hay gente que apuesta por este camino"

Este sacerdote zamorano tendrá su ceremonia de ordenación el día 22 de febrero en la Catedral. 

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Ultimando detalles. Así se encuentra Javier Prieto, quien a sus 38 años será ordenado sacerdote el próximo 22 de febrero en la Catedral de Zamora por el obispo Monseñor Valera. 

Javier va a vivir uno de los momentos más emocionantes en su vida como religioso, un comienzo, un paso muy importante, completar un camino que empezó cuando tenía 29 años, y que culmina, de alguna forma, el día 22 de febrero cuando sea ordenado sacerdote.

Este viaje comenzó hace más de nueve años, a pesar de llevar mucho tiempo vinculado a la iglesia, ya que Javier acudía los fines de semana a ayudar en la Cofradía de la Concha de Zamora, y fue allí donde descubrió su verdadero camino en la vida. 

"Cuando ves que a lo que dedicas el fin de semana te llena más que a todo lo que te dedicas toda la semana, dices, aquí hay algo que no", destaca Javier. Aunque entro al semanario con 29 años, la decisión de dar el paso "no fue fácil, lleva un proceso".

Durante la etapa en el seminario, preparas una parte más académica donde tienes que hacer cinco años de teología y, además, hay un proceso de acompañamiento personal, "como es tu vida de oración, la parte humana", además, resalta que "nos hacen un examen psicológico". 

Además, la Iglesia tiene que asegurarse de que "tengas una madurez para afrontar determinadas situaciones". "Al final en nuestra vida, vas como acompañando todo lo que es una madurez integral", indica Javier, ya que de alguna forma tiene que haber una sensibilidad pastoral.

Javier llega a la Diócesis de Zamora como un rayo de esperanza a una profesión que poco a poco está cada vez más envejecida, aunque resalta que "todavía sigue habiendo gente que apuesta por este camino".

Asimismo, hace referencia a una parte importante de la realidad social, "si cada vez hay menos gente, pues todas las proporciones bajan". 

Una de las cosas que destaca Javier que le atraen sobre esta vocación es "poder anunciar a Dios a la gente que está más alejada".

Una tarea "complicadísima" porque vivimos en un contexto donde la mayoría ha tenido una infancia medianamente religiosa, "pero tienes que plantearte que la gente pueda vivir su vida más en relación con las cosas de Dios".

Además, poder transmitir su mensaje a los jóvenes, que estos planteen preguntas de fondo, en vez de estar en las redes todo el día. "Yo creo que Dios tiene todavía muchas cosas que poderle decir y que hace bien a la gente", declara.

En los últimos tiempos, la Iglesia es una institución que poco a poco se está abriendo a los tiempos que vivimos, aunque para Javier la esencia está en que "la Iglesia tiene que estar siempre cercana a la manera en la que vive la gente".

Su primera eucaristía como sacerdote será en Fuentesaúco, su pueblo natal, es como el "colofón" de uno de los momentos más importantes. Será una celebración "más solemne", y el que espera con ilusión, ya que estará acompañado por su familia y amigos.

Además, recuerda que fue allí donde se hizo la ordenación de Diácono y la gente del pueblo "se volcó".

Aunque es una creencia, cada persona puede aportar su granito de arena para ayudar en los diferentes ámbitos. Javier llega con ilusión y ganas, así con su bagaje, para afrontar este nuevo comienzo, sumando su experiencia y su manera de trabajar.