Castilla y León
Tres gotas de fortuna del océano del azar caen en Valladolid
Un cumpleaños, la fecha del nacimiento de un hijo, el aniversario de boda o, simplemente, porque gustaba el 3.347. Es difícil conocer la motivación pero, lo que es seguro, es que los tres afortunados con los tres décimos premiados del Gordo de la lotería de Navidad vendidos en Valladolid eligieron el número.
"Cada vez se vende más por terminal, es una tendencia que no para de crecer en los últimos años", comenta Lino Pascual mientras saluda a vecinos que pasan por su tienda para curiosear e indagar si el agraciado pasa por allí.
Un gran revuelo había también junto a la Librería Kiosko Victoria, casi al final de la calle Embajadores, en el barrio de las Delicias, donde los hermanos Javier y Ángel del Pozo mostraban con orgurllo los carteles que indicaban que por lo menos un pellizco de 400.000 euros por décimo se habían vendido en su establecimiento.
La venta por terminal ya les dio otra alegría en 2012, cuando también vendieron un décimo premiado con el Gordo. "Aquél fue el último año que el premio era íntegro para el que le había tocado, sin impuestos", bromean recordando la fortuna que llega a través de la venta por la máquina.
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"Ahora esperamos que esto ayude para que aumenten las ventas del Sorteo del Niño", apunta al tiempo que también refleja como la venta por el terminal "está teniendo un crecimiento continúo".
También en la Lotería, lo digital y electrónico lo está cambiando todo.
