"Palmario". Así califica el balance obtenido por Caja Rural de Zamora en 2019 su director general, Cipriano García, que esta mañana ha presentado las cifras anuales junto al presidente de la entidad, Nicanor Santos. A grandes rasgos, la caja zamorana crece a un ritmo exponencial, duplicando su tamaño cada cinco años. En este 2019, Caja Rural de Zamora ha obtenido un beneficio neto de 25,1 millones de euros, lo que supone un incremento del 25% con respecto al ejercicio anterior. Esta fuerte alza se apoya en la recurrencia de los ingresos, el control de los costes y la calidad de su cartera de inversión y sus activos. Unos datos que llenan de "orgullo y satisfacción" a los dirigentes de la entidad zamorana, y que ponen la guinda a un año de "gran esfuerzo y trabajo".
En palabras de Cipriano García, estos datos "consolidan un balance de crecimiento de un modelo tranquilo, solvente y firme", y que se refleja en el crecimiento no solo en Zamora sino en otros territorios, donde su volumen de negocio supone ya el mismo que en el de la provincia donde nació. Una banca "local, cercana y de las personas" que está demostrando su éxito y que refuerza su presencia en el ámbito rural, donde otras entidades renuncian a permanecer. Sólo en la provincia, de 62 oficinas abiertas en Zamora, 50 lo están en los pueblos.
La posición hegemónica en la provincia es indiscutible, pero también en otros territorios donde está implantada Caja Rural va adquiriendo peso específico gracias a su competitiva oferta y la profesionalidad de sus trabajadores. Tanto que su volumen de negocio sigue al alza y son los propios clientes quienes hacen de "prescriptores" de la entidad.
El volumen de negocio total alcanza los 3.690 millones de euros, un 9,8% más que en 2018, un hecho "muy positivo, ya que consolida una tendencia al alza ya iniciada en 2015".
Los pilares del crecimiento de la entidad se apoyan en el saneamiento de activos improductivos, el aumento de recursos propios, la expansión del modelo de negocio hacia otras provincias limítrofes -León, Valladolid y Orense- y en el mantenimiento del modelo basado en el apoyo al tejido productivo y al entorno social de los territorios en los que está implantada.
La caja ha aumentado significativamente la concesión de nueva financiación a empresas y particulares hasta alcanzar los 645 millones de euros, un 7,5% más. La concesión de operaciones crediticias de naturaleza hipotecaria confirma su apuesta por Zamora: "Hemos concedido el 69,6% de los saldos hipotecarios firmados en la provincia", subraya García, el registro máximo histórico que confirma su posición hegemónica en la provincia, "como primera entidad financiera e indudable motor financiero".
Mientras Caja Rural de Zamora aumenta su inversión, el conjunto del resto de las entidades financieras disminuyen un 2,2%.
Los recursos propios de la entidad totalizan los 231 millones de euros, lo que supone un alza del 15,5% respecto a 2018, dato que le permite afrontar con mayor confianza nuevos proyectos para los próximos ejercicios, entre ellos la apertura de dos nuevas oficinas, en León y en Valladolid. La tasa de morosidad de Caja Rural de Zamora es ejemplar, y se sitúa en el 3%, dato inferior al registrado por el sistema financiero, debido a la menor exposición relativa al sector inmobiliario.
Así, el dato de solvencia se sitúa en el 16,8%, cifra muy superior a la exigida por el banco de España. Su ratio de eficiencia alcanza el 44,1%, uno de los mejores del sistema financiero español.
La caja cuenta con 50.000 socios -que aumenta más de un millar al año- y 143.000 clientes, y un total de 237 cooperativas están asociadas a la entidad. 219 empleados con una media de edad de 40 años, un 46% de ellos mujeres y el 78% titulados medios y superiores prestan servicio en una extensa red de 91 puntos de atención.
En resumen, Caja Rural invierte la mayor parte de los recursos captados, un 78%, y los destina al desarrollo económico de la tierra; aumenta un 7,7% los recursos gestionados y aumenta la inversión crediticia hasta el 15,9%, con una eficiencia superior al 44%. En la actualidad, ocupa el puest número 9 en el ránking de las cajas rurales -escalando una posición-, y se integra en el Banco Cooperativo, que su vez ocupa el séptimo puesto en el sistema financiero español.
En el plano social, Caja Rural está presente en la práctica totalidad de causas sociales, eventos deportivos, ferias agroganaderas y de todo tipo, bien como entidad o a través de su Fundación Científica. "Nuestra esencia, pase lo que pase, es Zamora", concluye el director general.