El juicio por la muerte violenta del perro 'Cooper' ocurrido en 2018, del que viene siendo acusado el matrimonio compuesto por Luis E.M. y Raquel F.R, con peticiones de pena de entre un año y tres años y ocho meses de cárcel, ha quedado suspendido este jueves con el fin de determinar el estado mental de él, militar de carrera, y despejar las dudas sobre si sufre trastorno mental.

La suspensión de la vista oral ha sido acordada por el titular del Juzgado de lo Penal 3 después de que así lo solicitara la letrada de una de las dos acusaciones populares, ejercida por Libera, y a la misma se adhirieran la fiscal del caso y el otro colectivo personado, Defaniva, frente a la oposición de las defensas de los encausados.

El motivo no es otro que la presentación, dos días antes del juicio, de un informe médico-forense elaborado por una técnico del Instituto de Medicina Legal de Valladolid que había pedido la defensa del militar y que ha sido recibido ahora por las acusaciones, sin posibilidad de practicar prueba contradictoria, tal y como ha explicado la letrada de Libera, María José Mata, en declaraciones recogidas por Europa Press.

El informe apunta que Luis E.M. padece un trastorno explosivo intermitente, con ataque violentos de ira, que será utilizado por su defensor en su petición alternativa--como principal pide la absolución--como eximente de transtorno mental, de ahí la solicitud de Libera, con la adhesión de Defaniva y la fiscal del caso, para que se suspendiera el juicio con el fin de poder contrastar si dicho dictamen es o no correcto.

A tal efecto, el juzgador ha acordado la suspensión con el objetivo de que la Unidad Médica de la Base Militar El Empecinado, sita en Santovenia de Pisuerga, remita un informe con los antecedentes médicos del imputado y, al mismo tiempo, las pruebas psicofísicas bianuales a las que Luis E.M. es sometido junto al resto del personal de dicha unidad.

Sendos informes serán puestos a disposición de la autora del primero que impugnan las acusaciones con el fin de que elabore uno complementario para así determinar las capacidades intelectivas y volitivas del supuesto maltratador de 'Cooper'.

TRASTORNO INCOMPATIBLE

Una vez suspendido el juicio, las letradas de Libera y Defaniva, María José Mata y María Duro, respectivamente, se han felicitado por la decisión del juez sentenciador que, según coinciden, evita crear una situación de indefensión para poder aplicar el principio de contradicción a un informe que ponen en tela de juicio por cuanto el mismo supone reconocer al acusado un trastorno que "es incompatible" con su profesión de militar.

Al respecto, la segunda de las letradas ha añadido que en caso de que se certificara dicho trastorno quedarían en entredicho los exámenes bianuales que practican las Fuerzas Armadas por no haberlo detectado en un militar con veinte años de profesión, ya que ingresó en el Ejército en 1999 y actualmente presta servicio en el departamento de Informática.

"Ha empezado a recibir tratamiento psiquiátrico desde 2019 pero sospechamos de que es tan solo para poder alegar esa eximente con vistas al presente juicio", ha denunciado la acusadora popular.

La Fiscalía sólo inculpa al varón como presunto autor de un delito continuado de maltrato animal y le pide un año de prisión y tres de inhabilitación para ejercer profesión, oficio o comercio relacionado con los animales.

Sin embargo, las acusaciones populares que ejercen Libera y Defaniva solicitan penas que suman tres años y ocho meses para cada uno de los integrantes de la pareja por un delito continuado de maltrato animal y otro de maltrato con resultado de muerte, teniendo en cuenta la agravante de abuso de superioridad, ya que el perro tenía seis meses.

Además, piden que la inhabilitación para trabajar con animales se extienda a lo largo de cuatro años y medio por el primero de los delitos y hasta seis años por el segundo.

DELITOS DIFERENCIADOS

Las acusaciones populares consideran que, por un lado, se produjo un delito continuado de maltrato del perro, que fue adoptado por la familia a través de Defensa Animal Valladolid (Defaniva)--dicho colectivo pide una indemnización de 2.000 euros por daños morales--, y separan como un hecho diferenciado la muerte del animal como resultado de un maltrato ocurrido un día.

Además, mientras que el Ministerio Fiscal dirige su acusación sólo contra el varón de 41 años al que inicialmente investigó la Guardia Civil por un presunto delito de maltrato, las acusaciones populares inicialmente consideran responsable también a su pareja, ya que conocía los hechos, evitó denunciar el maltrato al que era sometido el can y además colaboró y encubrió su muerte.

La Asociación Animalista Libera llegó a pedir que se investigara también un posible maltrato a la niña que convivió durante tres meses en la vivienda con el cadáver del perro, algo que inicialmente denegó el Juzgado de Instrucción y ratificó la Audiencia Provincial de Valladolid.

Para ello, Libera presentó un informe pericial psicológico elaborado por expertos de la (CoPPA) en violencia infantil, al que también pretendía adherirse la Asociación para la Defensa de los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (ADDIA).

'Cooper' fue adoptado por la familia de Santovenia de Pisuerga (Valladolid) en marzo de 2018 y encontrado muerto con signos de violencia el 20 de agosto en la cocina del domicilio de los adoptantes, una familia compuesta por una pareja y una niña de seis años, que habían mantenido el cadáver tapado bajo mantas durante varios meses. En la boca del animal se encontró un trapo con el que pudo producirse el ahogamiento del perro.

Tras conocerse el caso se produjeron protestas en Valladolid para pedir el endurecimiento de las penas contra el maltrato animal.