Manuel Perucho, es director gerente de la Fundación San Pablo CEU Castilla y León, además de buen aficionado y vicepresidente de la Asociación Taurina de Iscar. Perucho vivió el acto del maestro Camino en primera persona. En esta ocasión hizo de “enviado especial” de NCYL y nos relata los emotivos momentos vividos.
El Salón de Actos del Colegio Mayor Universitario de San Pablo -con un buen número de jóvenes colegiales del mismo- fue el escenario de la entrega del XIV Premio Nacional Universitario de Tauromaquia "Joaquín Vidal", que concede el Círculo Luis Mazzantini. En esta ocasión el galardón se otorgó al diestro Paco Camino, por ser una figura descomunal y una leyenda viva de la Tauromaquia del siglo XX.
El "Niño Sabio de Camas" accedió a la sala, mientras el numeroso público asistente lo recibió puesto en pie y con una atronadora ovación. Sigue así la estela que han dejado otros ilustres premiados, como Curro Romero, Antoñete, Rafael de Paula, César Rincón, Victorino Martín, Rafael de Paula, Luis Francisco Esplá, Albert Boadella o el ex senador vallisoletano, Juan Antonio Arévalo.
Abrió el evento Carlos Gregorio, Director del CM de San Pablo, en su calidad de anfitrión. También se dirigió al público Joaquín Vidal, hijo del célebre crítico taurino de "El País", que recordó la figura de su padre, fallecido hace ya 17 años.
La 'laudatio académica' corrió a cargo del escritor Carlos Abella, biógrafo de Camino y a quien definió como el "Mozart del toreo". Tomó a continuación la palabra el galardonado, quien expresó su agradecimiento por el premio y el reconocimiento, señalando que "he sido un buen torero, porque me he fijado mucho en el toro y he vivido para el toro. No necesitaba que nadie me dijera que me tenía que arrimar, lo hacía cuando era necesario".
Cerró el acto el profesor universitario Javier López-Galiacho, alma mater del Círculo Mazantini, quien resaltó las doce Puertas Grandes en la Plaza de las Ventas del maestro Camino, de quien dijo " su forma de torear debe ser un ejemplo para todos".