Silvia García/ Alvar Salvador (Valladolid)/ Javier Vicente (Salamanca)/ Cristina Álvarez (León)/ Verónica Muriel (Zamora).-
El 'toque de queda' comenzó a medianoche. Horas antes, los castellanos y leoneses habían empleado las últimas horas de libertad en hacer acopio de bienes de primera necesidad para afrontar días futuros de encierro e incertidumbre. Largas colas en supermercados temporalmente desabastecidos por la avalancha de ventas; mezcla de temor e incosnciencia a partes iguales, y el miedo a lo desconocido martilleando el pensamiento de la población ante una situación que sólo quienes vivieron la guerra han vivido.
Este domingo, 15 de marzo, es el primero de un confinamiento que durará, como mínimo, 15 días, tras el decreto de alarma dictado ayer por el gobierno. Las prisas de los últimos días, la histeria en algunos casos y la indefinición han dado paso a la tensa calma que ya se vive en nuestras calles, a pesar del sol radiante que luce en el cielo, y que de no ser por el coronavirus preconizaría una pre Semana Santa fructífera y feliz.
Esta mañana, salvo excepciones, el gentío no abarrotaba ya las calles; los coches no daban vueltas a la manzana en busca de aparcamiento; la algarabía no anima a disfrutar del vermut en una terraza. Sólo lo justo para sobrevivir. El recogimiento de la Pasión se traslada a nuestras casas. Comienza la cuenta atrás, comienza la cura para volver a ver la luz.
VALLADOLID
ZAMORA
SALAMANCA
LEÓN