Malos tiempos para la lírica, parafraseando a Beltort Brecht. Y ello lo podemos asociar a la Peña Taurina y Artística Afición Vallisoletana, que se muere lentamente. Una agonía que lleva arrastrando desde el cambio de local, y la falta de relevo generacional.
La edad media de los casi cuarenta socios actuales ronda los 70 años, y sin nadie ni nada de aficionados jóvenes que pretendan asumir la continuidad de una peña taurina señera en Valladolid desde hace más de sesenta años.
En los últimos dieciocho años, de la mano del doctor Grajál como presidente de la entidad, la peña ha venido organizando multitud de actos encaminados a dotar a la ciudad de taurinismo.
Actos que se han ido difuminando, no sólo de la veterana entidad, sino de otras peñas o asociaciones hasta el límite de que sólo dos instituciones mantienen actividades taurinas en la capital: Federación Taurina de Valladolid y Peña El Juli. No así en la provincia, que destacamos a la Peña Jorge Manrique, de Rioseco y a La Empalizada de Montemayor.
Volviendo a la Peña Afición Vallisoletana, en estos momentos está cerrada, –no sólo por el Covid19- sino porque hubo problemas con el último arrendatario del bar, quién sustentaba todo el movimiento de la añeja entidad.
A partir de ahora es cuando tendrán que tomar decisiones drásticas dado el escaso número de asociados, lo que hace inviable su mantenimiento. Pero tenemos que recordar los agradables momentos que llenaron de satisfacción a los que promovieron las múltiples actividades de la peña.
Si nos remontamos al año 2006 recordaremos que la entidad, por empeño del doctor Grajál, impulsó el “I Simposio Taurino Ciudad de Valladolid”, -con motivo del 50 Aniversario- donde se organizaron nada menos que SEIS conferencias-coloquios en un sólo día, además de un homenaje al ganadero charro Alipio Pérez-Tabernero y la imposición de la Medalla de Oro de la Peña a Santiago Castro “Luguillano”.
Mujeres taurinas, presidentes de plazas de toros, cirujanos, toreros, periodistas de prestigio, asociaciones taurinas, etc., además de una exposición de pintura taurina a cargo de Pilar Ruiz. La inauguración del simposio la realizó el que fuera alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, el regidor que más apoyó a los toros en la ciudad con diferencia.
A ello tenemos que sumar las numerosas excursiones realizadas a diversas ganaderías del Sur y de Salamanca. Visitas que duraban tres o cuatro días y comprendían enseñanzas taurinas, monumentales y turísticas.
No podemos olvidar los vermúts de los domingos en la Peña, incluida una tertulia taurina. O los homenajes a personajes destacados de la tauromaquia en todas sus facetas. O las entregas del trofeo “Pacomio Peribáñez. En la Peña había lugar para todo, como las fiestas navideñas, con flamenco incluido, o los Reyes Magos para los niños de los asociados.
Durante las fiestas de septiembre se organizaban coloquios taurinos diariamente, además de ofrecer las corridas televisadas durante las grandes ferias. En fin. Todo ello, tendrá un final triste si nadie lo remedia.
Malos tiempos para la lírica…
GALERÍA DE IMÁGENES: Fotografías cedidas por la Peña Afición Vallisoletana