El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha enviado un mensaje de pésame y cariño a la viuda, familia y compañeros del funcionario del centro penitenciario de Alicante, natural de Venialbo (Zamora) y fallecido este pasado domingo por coronavirus, la primera víctima mortal en este colectivo en España por el Covid-19.
Ismael, de 66 años, originario de la provincia zamorana, trabajaba en el servicio de oficinas del centro, sin contacto con los internos, según ha informado la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.
La autoridad sanitaria de Alicante ha confirmado este lunes el positivo del funcionario, que el pasado lunes había experimentado malestar y se encontraba en su domicilio con síntomas compatibles con el coronavirus.
Tras conocerse su caso, el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de Valencia realizó un estudio de contactos que determinó que únicamente otro funcionario había mantenido contacto estrecho con él. Desde entonces, se encuentra en cuarentena y asintomático.
A pesar de que el fallecido "llevaba años" sin entrar al interior del Centro Penitenciario y, por tanto, no tenía contacto con los internos, la Unidad Militar de Emergencias se ha personado este lunes en la prisión para planificar la desinfección que tendrá lugar en las próximas horas.
Grande-Marlaska envió anoche un mensaje de cariño y pésame a la viuda, la familia y a los compañeros de Ismael a los que, este lunes en rueda de prensa, también ha agradecido su "profesionalidad" y el compromiso mostrado para hacer frente a la pandemia. El secretario general de IIPP, Ángel Luis Ortiz, anoche también transmitió personalmente el pesar a la viuda.
Con su fallecimiento, ya son dos las muertes por el COVID-19 en el ámbito penitenciario. La primera víctima mortal fue una interna del Centro Penitenciario Madrid VII. Se contabilizan, además, 87 casos positivos, 81 son trabajadores y seis internos de las prisiones de Madrid V, Madrid VII y Álava.
CSIF, que dio a conocer el fallecimiento de funcionario este domingo, explicaba que el trabajador se encontraba en situación de segunda actividad (puestos destinados a mayores de 57 años y con 25 años de experiencia en puestos de contacto directo con los presos) en el Centro Penitenciario de Foncalent y dejó su trabajo en la oficina de tratamiento el pasado lunes al no encontrarse bien.
El sindicato denunciaba que los trabajadores del centro "no cuentan con los equipos de protección suficientes y no se les están haciendo las pruebas del Covid-19" y recordaba que la pasada semana registró una queja al Defensor del Pueblo en este sentido.