Las altas de Internet por satélite se han incrementado un 62 por ciento en los pueblos de Castilla y León durante el mes de marzo, el primero del confinamiento decretado por el Gobierno para contener la propagación del coronavirus, según Eurona, la multinacional española de telecomunicaciones, a partir de datos propios.
Este alza en las contrataciones de Internet ha estado en línea con el aumento del 60 por ciento a nivel nacional y ha tenido especial impacto en esta región, donde más de 58.000 personas no pueden acceder a una conexión a Internet de calidad, sobre todo en las zonas rurales, despobladas o de difícil orografía.
Precisamente, el repunte en los datos se enmarca en un contexto en el que la situación de confinamiento nacional ha convertido a las telecomunicaciones en un bien de primera necesidad y en un servicio esencial más como la electricidad, el gas o el agua corriente ya no solo en las ciudades, sino también en los pequeños municipios de la 'España Vacía' al permitir la continuidad de ciertos sectores profesionales y de actividades básicas como la educación o los servicios médicos a distancia.
De esta forma, medidas de contención como el teletrabajo o incluso las consultas médicas a distancia pueden hacerse extensibles a toda la geografía española, independientemente del tamaño y la población de los municipios. Al igual que los contenidos formativos online, accesibles así a todos los hogares y centros educativos, las compras a través de internet o las plataformas de entretenimiento tan recurrentes en estos días de tiempo en casa.
Según Fernando Ojeda, consejero delegado de Eurona, "estas nuevas contrataciones no hacen sino evidenciar que la población de la España rural necesita soluciones globales como la que está ofreciendo el satélite, un servicio que se ha convertido en esencial y estratégico para garantizar, en la medida de lo posible, la continuidad de la economía o de servicios básicos como la educación a distancia más allá de los momentos críticos que atravesamos".